Suddenly, Everything was about you.

Chapter Six

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Maybe yes or maybe no, who knows

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Orion

16 Febrero

Un torbellino de emociones y deseos no realizados se instalaron en el pecho de Orión desde hace un tiempo ya, todos estos deseos estaban destinados a cierto chico de ojos verdes y cabellos dorados tales como el sol. Chocando contra él ese día, él es una paradoja para su persona. Estoy teniendo visiones de lo que podría ser, ¿soy malo por eso? ¿O loco? ¿O sabio como un poeta incomprendido o torturado? era todo lo que resonaba en la cabeza del chico

Recuerdo cosas que nunca hicimos, Besos descuidados y con mucha pasión que no han pasado, cómo anhelo un encuentro entre el y yo, por ahora solo mantendré estos deseos encerrados en una carpeta dentro de una caja fuerte. mi abuelo siempre decía que: No hay eso de pensamientos malos, solo importan tus acciones pero sin nunca haber tocado su piel ¿Cómo puedo no ser culpable como el pecado?

Mis sábanas han estado en llamas desde que estos pensamientos aparecieron en mi mente, no he logrado sacar el sueño que tuve sobre él desde que pasó. Recuerdo cada mínimo detalle de esa noche que nunca paso, los besos acalorados y su cuerpo con el mio creando un hermoso eclipse.

Cuando eres guiado por una fe ciega todo es posible, La religión está en sus labios y Incluso aunque sea un falso dios todavía adoraría este amor.

¿Y si quito la piedra del camino? Todavía me crucificarán? ¿Y si la forma en que me podría abrazar es lo sagrado? Si un sufrimiento eterno es lo que el mundo quiere de mí porque negarme a lo que mi cuerpo, mente y alma me pide de rodillas.

El no tiene idea de cómo se ha apoderado de mis pensamientos, En este momento lo tengo claro al fin.... Lo elijo a él y a mí, religiosamente.Sigo recordando cosas que nunca hicimos. Besos descuidados, cuánto anhelo tener una cita con él.

...

Orion se encontraba atrapado en un torbellino de emociones. La sonrisa de Remus, sus ojos, todo lo que compartieron en tan poco tiempo, había dejado una huella imborrable en su corazón. El sofá del apartamento parecía testigo silencioso de sus pensamientos y suspiros.

-¿Qué me hiciste, Remus?- murmuró Orion, como si el nombre del chico fuera un conjuro mágico. -¿Cómo lograste que me volviera loco en tan poco tiempo? Una simple sonrisa tuya y aquí estoy, hecho un desastre.-

El sueño de la noche anterior seguía atormentándolo. Cada detalle, cada sensación, se repetía en su mente como un disco rayado. ¿Por qué Remus tenía ese efecto sobre él? ¿Cuándo comenzó a pensar tanto en alguien que apenas conocía?

¿Había posibilidad Remus le gustara o que estuviera empezando a generar sentimientos por el rubio de ojos verdes?...

...

Orion nerviosamente sacó su teléfono y marcó el número de Remus. El sonido de las llamadas resonó en su pecho, y cuando finalmente escuchó la voz de Remus al otro lado, su corazón dio un vuelco.

-Remus, hola,- dijo Orion, tratando de sonar casual. - ¿Te gustaría salir a tomar un café? Quizás podríamos conocernos mejor.-

Hubo una pausa, y luego la voz de Remus respondió con calma: -Claro, me encantaría. ¿Dónde nos encontramos?-

Orion sugirió una pequeña cafetería en el centro de la ciudad. Se encontraron allí al día siguiente, y cuando entraron, el aroma del café recién hecho llenó el aire. Remus estaba sentado en una esquina, con una sonrisa amigable en el rostro.

-Orion, ¿verdad?- dijo Remus, levantándose para saludarlo. -Me alegra que hayas llamado.-

Orion asintió, sintiéndose un poco torpe. -Sí, soy yo. Gracias por aceptar.-

Se sentaron en una mesa junto a la ventana, y mientras Remus pedía un cappuccino, Orion eligió un americano. La conversación fluyó fácilmente. Hablaron de libros, música y sus lugares favoritos en la ciudad. Remus tenía una risa contagiosa, y Orion se encontró riendo más de lo que había hecho en semanas.

-¿Qué te trajo a esta cafetería?- preguntó Remus, mirándolo con curiosidad.

Orion se encogió de hombros. -Supongo que necesitaba un poco de valentía para llamarte. Y aquí estamos.-

Remus sonrió. -Me alegra que hayas dado ese paso. Creo que este café se ha convertido en un oasis sagrado para nosotros.-

Orion asintió, sintiéndose agradecido por la oportunidad de conocer a alguien tan especial. El café se convirtió en el escenario de su historia, y en ese momento, Orion supo que había tomado la decisión correcta al llamar a Remus.

Quizá si hubiera una 'pequeña' posibilidad que le estuviera empezando a gustar Remus.



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En el texto hay: italia, chicoxchico, taylorswift

Editado: 10.09.2024

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