Sueco

Capítulo 2

Abel y Marcelo en la semana tenían mucho tiempo de ocio. Hacía rato que habían dejado el colegio. Con la poca plata que tenían se la pasaban tomando cerveza y consumiendo paco. Eso los ponía tremendamente agresivos. Por ese motivo, sin tal vez darse cuenta, Abel esperaba los fines de semana para trabajar y tener la cabeza ocupada en otra cosa. El notaba que Marcelo lo llevaba de las narices y él no tenía el carácter ni el coraje como para alguna vez decirle que no. Mientras tanto seguía pensando en Victoria, en ese roce de pieles, en su voz, en su mirada azul. Y al fin llegó el fin de semana. Y tuvo la suerte de que de la casa de Victoria pidieron unas pizzas. Abel se alegró como nunca, era evidente de que se había enamorado. Tomó la bicicleta y fue raudamente a hacer la entrega. Tocó el timbre y esta vez no le preguntaron quién era, abrieron la puerta directamente. Grande fue la desilusión cuando vio que no era Victoria la que estaba del otro lado, al parecer era la madre. << Buenas noches, señora>> dijo Abel con estudiada amabilidad. La señora contestó algo ininteligible. Abel sonrió y le entregó la pizza. << ¡Qué caro, mijito!>> dijo la señora, a lo que Abel contestó << Es la inflación, doña>>. La señora lo miró con desdén mientras pensaba << ¡Que doña ni ocho cuartos!>>.

  • Vicky…tenés plata. Llegó la pizza  y no tengo cambio…
  • Sí, ma. Dejá que yo le pago.

Abel se quedó esperando como tres minutos que se le hicieron eternos. Hasta que ella apareció. Estaba con un vestido negro largo, tacos altos, bastante maquillada, Abel pensó << Parece una princesa>>

  • Hola Abel, ¿Cómo estás?
  • Bien...b... ¡Bien…! ¡Qué pinta! – pensó en decirle que linda, pero no se animó –
  • Uff…si…tengo un casamiento…viste como son estos eventos. Uno va así vestido y a las tres horas las mujeres terminamos descalzas y los hombres con las corbatas como vinchas. Pero bueno, hay que ir elegante.
  • Si, está muy elegante.
  • Bueno, tomá. Y gracias – mientras le daba el dinero para pagar la pizza y, esta vez sí, una buena propina.
  • Gracias, señorita. Buenas noches.
  • Victoria. Me llamo Victoria.
  • Ok. Gracias Victoria.

Abel se fue más enamorado que nunca. La madre de Victoria no entendió esa confianza.

  • Nena… ¿Qué es eso? ….”me llamo Victoria” – en tono burlón –
  • Mamá…no seas mala…
  • No soy mala. No me digas que te gusta ese villero, ese grasa. Por favor, te vi como lo mirabas. Sería la única desgracia que me falta en mi vida.
  • Mamá, no empieces con esas cosas que sabés que a mí no me gustan. Deja de hablar así de la gente.
  • Al menos tiene lindos ojos. Verdes…¿Viste?
  • Mamá…

Esa noche Abel se encontró con Marcelo y otros chicos del barrio, y como siempre, como ya era rutina, le dieron a la cerveza y al paco, y de paso, fueron a ver que podía pescar por ahí. Marcelo estaba totalmente dado vuelta y quería ir al centro para robar algo más o menos importante. Abel no quería saber nada y fue la primera vez en su vida que pudo pararlo y logró que le haga caso.

  • Igual, tenemos que afanar algo grande. Yo no quiero vivir toda la vida así en la mierda. Ya lo sabés, Abel – le dijo Marcelo en un avanzado estado de ebriedad mezclada con la porquería que es el paco.
  • Ta bien…ta bien. Pero no así Marcelo. Estás demasiado puesto.
  • ¿Demasiado puesto? ¡Qué decís! ¡Te voy a cagar a palos! – gritó Marcelo agresivamente mientras tiraba manos al aire. Estaba casi ciego de  lo dado vuelta que estaba –

Marcelo cayó de trompa al piso. Era tal su estado que casi no puso las manos para amortiguar el golpe. Se le abrió el labio, la boca le sangraba incesantemente, Abel lo paró y se lo llevó arrastrado hasta la casa. Abrió la puerta de la casa y lo tiró literalmente en la cama. Le sacó las zapatillas. Lo tapó y beso su frente en un gesto fraternal que no hubiera hecho si Marcelo estuviera consciente. Abel cerró la puerta del cuarto que Marcelo compartía con sus otros hermanos y se fue para su casa. Llegó, apoyó la cabeza en la almohada  y en su cabeza había lugar para solo un pensamiento: Victoria.



#45450 en Novela romántica
#7270 en Chick lit
#3766 en Detective
#1160 en Novela policíaca

En el texto hay: policial, romance accion y drama, romance

Editado: 28.05.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.