Lorena sabía que Abel en parte tenía razón, pero ella tenía todo el derecho de desconfiar de él. Abel no estaba siendo sincero con ella, salía con Lili, estaba ahorrando plata y no sabía esa movida que significaba. Y le dolía que el hombre por el cual se había jugado no lo hiciera participe de sus cosas.
Una sonrisa maligna se dibujó en el rostro de Hortensia, notaba como su trabajo de hormiga había hecho efecto en su hija. Estaba segura de que el final estaba cerca. Se acostó con la satisfacción del deber casi cumplido. Soñaba con que Vicky estuviera de novia con una persona de su clase.
Al otro día Hortensia se levantó bien temprano para ir al hospital para ver qué suerte estaba corriendo Carlos. Se levantó más temprano que de costumbre, tomó un desayuno liviano y con un remis fue hacia el nosocomio. Cuando llegó recién se habilitaba el horario de visitas. Cuando llegó al piso donde estaba internado Carlos justo se cruzó con Lorena.
Hortensia agarró la mano de Lorena para darle fuerzas. Lorena seguía tan vulnerable que poco le importaba ser contenida por la, seguramente, amante de su esposo. Después de todo, era la única que la estaba apoyando en ese momento. Igual, no aguantó y siguió batallando contra ella.
Luego de limar rispideces sin lograrlo, por fin apareció el médico de Carlos. Apenas lo vio, Lorena se paró rápidamente, Hortensia se quedó sentada, sabiendo que nada tenía que hacer en ese momento que el doctor daba el parte. Luego de unos minutos, Lorena volvió y se sentó al lado de Hortensia, con cara de pocas esperanzas.
Lorena solo asentía con la cabeza, ya que veía un futuro totalmente desalentador. Hortensia se quedó hasta el mediodía y luego se fue para su casa. En el trayecto pensaba en Carlos, se sentía culpable por lo que le había pasado más allá de que pensaba que eran gajes del oficio. Cuando llegó a la casa se fue al living a leer y ahí la esperaría a Vicky. Llego antes Abel, quien la saludo y ella solo movió su mano derecha con desprecio. No paso mucho tiempo hasta que llegara Vicky. Apenas atravesó el umbral de la puerta, Hortensia ya comenzó a hablarle.
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Editado: 28.05.2018