Durante los últimos días, Chris, Guilian y Tsubaki se enfrentan día y noche contra los monstruos del bosque, sin un solo instante para detenerse. Los estragos que hubieran vivido los elfos de la aldea y las aldeas alrededor del bosque, todos ellos, los enfrentan cara a cara, cubriéndose las espaldas. Durante cada enfrentamiento, Tsubaki está observando el más mínimo detalle del poder que utiliza para cazar, cada flechazo, cada salto entre árboles, cada cuchillada, siempre con las palabras de Chris en su mente.
—«¿Por cuánto tiempo he tenido estos poderes?» —Tsubaki piensa pues solo puede hacer eso sobre el tema, además de concentrarse en la tarea que tiene encima, pero no puede pasar por alto la verdadera naturaleza de su ser.
La gran mayoría de las bestias a las que se enfrentaron no eran tan grandes, pero lo compensaban con la cantidad y ferocidad debido a las circunstancias. Desde goblins armados con hachas de piedra hasta orcos intentando raptar a las mujeres de la aldea de elfos, con el oído de Tsubaki detectó e identificó a los monstruos y le dio consejos a Chris y Guilian para vencerlos en la menor cantidad de ataques posibles.
Guilian adaptó el fuego de sus golpes para concentrarlos completamente en el punto de impacto del golpe, procurando solo quemar los cadáveres de los monstruos que ataca. Mientras tanto, Chris se desplaza rápidamente entre los orcos rodeado de pequeños destellos por su espada.
Los movimientos son rápidos y precisos, los enormes cuerpos de los orcos colapsan por cortes en las piernas y al intentar retorcerse de dolor sus brazos no responden, pues también fueron mutilados. Poco después de caer al suelo, cada orco es decapitado con la espada de Chris, dejando el bosque cubierto de sangre y a Tsubaki y Guilian intimidados por la escena que deja su dominio con la espada.
Solo un tipo de monstruo logró pasar desapercibido a la audición de la arquera, las harpías, su vuelo sigiloso es una de sus mejores características de depredación y aprovechando el olor a sangre de los demás monstruos, la barrera de árboles protectores fue reducida a casi nada. Las zarpas son tan afiladas que logran cortar con facilidad el tronco de los árboles frondosos. Saltando por los árboles, Tsubaki intercepta a la bandada de harpías, dejando sorprendidos a los dos adeptos forasteros con su gran rapidez.
—«Considerando la diferencia de grosor entre las partes superior e inferior de su cuerpo, es de esperar que ella se enfoque en la rapidez.» —deduce Chris al ver la figura de Tsubaki en combate.
Con su arquería, Tsubaki les destroza las alas y deja que las harpías sean carnada para atraer más monstruos. Chris y Guilian aprovechan el señuelo para matar a las hordas de monstruos que están muy distraídas peleando entre sí, pero no pueden dejar pasar por alto la experiencia de Tsubaki para cazar a los monstruos.
Ella confirma que ha estado exterminando monstruos desde que era niña porque la aldea de elfos ha estado aislada por siglos.
—Algún día quiero salir de este condenado bosque y ver todo lo que el mundo tiene para ofrecer. —menciona Tsubaki mientras los tres se esconden para emboscar a la siguiente horda de monstruos —La vida en la aldea es tediosa, quiero irme como sea, aunque tenga que matar a todos y cada uno de los monstruos yo misma.
El frenesí continua y las pocas oportunidades que tienen para intercambiar diálogos son cada vez más escazas. Cuando al fin acaban, después de una semana, se desploman en la casa en la que despertó Chris al inicio de su estancia y conversan después de una muy merecida siesta. Tsubaki le pregunta a Chris y Guilian sobre el poder que sale de sus armas aprovechando la tranquilidad tras terminar sus deberes.
Ella canaliza el poder en un disparo y el par de adeptos confirman al cien por cien que ella usó poder elemental. Más en específico, el poder del elemento Aire, el más raro de los cuatro elementos.
Por lo que los dos adeptos forasteros pueden deducir, las armas élficas canalizan su poder elemental para mejorar las capacidades de cada ataque. Guilian empieza a entender la situación en el que ha sido incluido sin contexto alguno, pero decide mantenerse al margen y dejar que Chris lo maneje.
—«No sé qué esté sucediendo, pero ella es un manojo de nervios. Mejor no hago ninguna estupidez.» —Guilian deduce mientras se recuesta en la cama donde durmió y se pone a comer de la carne que llevaba en sus provisiones.
—«Qué asco, comer carne en una aldea completamente vegetariana. ¿Acaso es un hábito tuyo comer por estrés?»— Tsubaki piensa mientras se queda contemplando a Guilian con desdén.
Chris nota la tensión en sus dos compañeros y retoma la conversación. Confundida y a la vez consternada, Tsubaki empieza a tener cada vez más preguntas sobre sus poderes y preguntar a los aldeanos no es una opción debido a tanta discriminación que ha recibido de ellos durante su vida.
Es así como decide pedirle a Chris que le enseñe a usar este poder que nunca había escuchado en su vida, poder elemental, a lo que accede con algo de incomodidad. Al día siguiente, Chris lleva a Tsubaki al campo de entrenamiento de la aldea para tener privacidad y empiezan de inmediato.
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Editado: 11.07.2023