Lord Alistair Stewart, segundo hijo del Duque de Montrose, sin saberlo ha buscado toda su vida un motivo por el cual luchar, aparte de la familia tan maravillosa en la que tuvo la dicha de caer, pese a la condición social, de la que no renegaría si no fuese por lo que eso incluía.
Tras salvarse de un compromiso no deseado con la supuesta hermana de su torpe y simpática cuñada, hace un viaje por petición expresa de la misma a América, sabiendo lo indispensable en cuanto a lo que se iba a topar, pero nunca se llegó a imaginar que unos ojos azules acompañados de un aspecto moribundo lo iban a impactar de manera letal.
…
La señorita Antonieta Coleman, desde que recordaba sabía que se acostaría, pero no estaba segura si volvería a ver el siguiente amanecer.
Una enfermedad incurable estaba consumiendo lo poco que le quedaba de vitalidad, y no quería morir sin saber lo que era vivir de verdad, asi incluyera y le diera pavor llegarse a enamorar.
Lo que nunca se imaginó, es que lo encontraría en un empaque aparentemente vacío, porque sus actos no eran consecuentes con lo que le mostraban sus preciosos ojos azules.
En todo caso, siendo un imposible.
Ese mismo con el que por petición expresa de su amiga se embarca en un viaje a tierras desconocidas, con las esperanzas marchitas, mirando de lo lejos eso que no podía ni por asomo codiciar.
Y en el transcurso de su nueva vida se ve envuelta en un compromiso, que trae consigo un verdadero dilema existencial aparte de morir a temprana edad.
¿Qué hará?
¿Permitirá que le demuestren y enseñen lo que es amar, pese a que pueda que ya lo sepa, o se dejará arrastrar por el sentimiento que la hace sentir viva, pese a que no se augure mucho tiempo a su existencia, y por ende hace (Im)posible su sueño antes de desertar?
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Editado: 16.07.2025