Al día siguiente en el desayuno Eduardo hablo conmigo en privado.
- Hija, como sabrás ahora que haz vuelto te buscarán- me mira a los ojos- tenemos que protegerte, en cualquier momento pueden atacar para asesinarte, por ahora tus hermanos te enseñaran algunas cosas para que puedas defenderte- asegura con seriedad
- Esta bien, padre- respondo transmitiendo tranquila aunque este inquieta aunque contenta de que me haya llamado hija
- Hoy comenzarás- se apresura a decir- probablemente dentro de poco tus poderes de bruja saldrán a flote- me sujeta la mano con fuerza- ten cuidado
Se marcha dejándome un poco angustiada, al rato llegan Laura y Rogerick.
Dos semanas después
Desde la mañana hasta la noche eh estado entrenando sin parar, estoy agotada y no solo eso ahora comienzo a tener visiones en un tiempo que no soy capas de aclarar, solo muestra imagenes de una guerra y un lobo. Tampoco he vuelto a saber de Alice, solo conservo el medallón que me entrego. Mi mente ha estado con tantas cosas que Sacha trata de ayudarme, está tan inquieta como yo, algo se avecina y no es nada bueno.
Estoy aprendiendo a luchar cuerpo a cuerpo con Laura en nuestra forma de lobo, me cuesta pero mantengo el ritmo, estamos desde hace 3 horas en lo mismo.
Se escuchan unos aullidos desde la frontera, Laura se detiene y comienza aullar fuerte, un escalofrío recorre mi espina dorsal.
Rebeca escondete, no dejes que te encuentren- me dice Laura con preocupación
¿Que sucede?- pregunte confundida y el corazón se me acelera como un tambor
Corre ya se acercan- advierte con un toque de miedo
Un poco contrariada corro como me lo ordena, hacia el refugio. Cuando estoy llegando alguien se aproxima a mi a una velocidad alucinante, algo frío atraviesa mi hombro, aun así corro dandole paso a Sacha para que tenga el mando, no tardo mucho en sentirme mareada, todo se vuelve borroso y lo último que escucho es la voz de mi hermana.
¡REBECA!