Sueños cruzados

CAPITULO VI.

  Los días pasaron rápidamente. Travis no había asistido a clases en toda la semana. Aunque Emily trataba de no pensar en ello y hacer valer su promesa de continuar como si no le hubiese conocido, En ocasiones se sentaba a pensar en que quizás era ella la culpable de su posible partida; habían días en los que no podía evitar ingresar en la página de deportes y husmear sobre qué era de su vida. Cuando supo que su ausencia se debía a que Estaba en entrenamientos para las semifinales de la copa nacional, sonrió avergonzada al darse cuenta de que estaba equivocada.

   La noche del sábado, después de terminar su turno en el café, llegó a casa y con desánimo se dio una ducha. Buscó en su guardarropa el atuendo que llevaría a la fiesta. Recibió un mensaje de Steph esperando la confirmación a su asistencia. Estuvo tentada de decirle que no se sentía bien pero al ver la insistencia de su amiga no tuvo más remedio que contestarle que iba saliendo. Se puso una camiseta negra de tirantes, con un short color beige de pelusas y una chaqueta de cuero negra. Complementó su vestimenta con unas botas de tacón igualmente negras y en su largo cabello, lo recogió en un moño alto con trenzas y varios mechones de cabello sobresalientes dándole un estilo elegante y sencillo que la hacía lucir hermosa. Su maquillaje, aunque discreto, resaltaba más el brillo de sus ojos y un tono rosa casi inexistente en sus labios la hacían parecer sacada de un cuento. Cuando ya estuvo lista, cogió las llaves de su motocicleta y chequeo en su celular la dirección que previamente le había dado su amiga.

  Se subió a su motocicleta y condujo hasta el lugar señalado en el mensaje. Al llegar, se quedó impresionada al estar frente a una hermosa casa con jardines de ensueño y una maravillosa vista. Un impresionante castillo atrapado en aquel lujoso vecindario de la ciudad. 

  Steph esperaba dentro de la abarrotada casa rodeada de un sin fin de personas buscando desenfrenadamente su amistad.

 Sus invitados especiales ya habían llegado, solo esperaba la llegada de Emily para hacer de la fiesta el ambiente perfecto. Travis se encontraba recostado en una esquina de la improvisada barra.  No tenía muchos ánimos de estar ahí, pero no quiso hacerle un desaire a Phanie que lo llamó muy entusiasmada para invitarle a su fiesta de bienvenida.  Por eso. A pesar de que había llegado tan solo esta mañana después de la semana más pesada de su vida, había decidido invitar a Gaíl y Thomas, con quien había hecho las paces después de unos días de enojo, para que le acompañasen al evento. 

  [" ¿Que estará haciendo ahora esa incomprensible chica que me está volviendo loco?... En esta semana, a pesar de todo el alborozo por el campeonato y de los fuertes entrenamientos,  no hubo un solo momento en el que no pensé en ella. En su insoportable manera de ser, como se complica por todo y hace un alboroto por cualquier tontería... ¡ Estoy perdiendo la cabeza! . Tantas chicas que quieren estar conmigo y yo... ¡Babeando por una que ni siquiera soporta verme!. Quisiera tener el valor para hacerle frente a todo esto que siento, pero no puedo. Son muchas cosas que nos separan... además mis padres jamás lo aceptarían... Quizás lo mejor sea que ella no quiera verme. ¡Asi será más fácil todo!. ].

 Alguien tocó su hombro despertandole de sus ensoñaciones. Volteó rápidamente y se encontró con Phanie, quien le miraba con coquetería. 

  - Ya llegó la amiga de la que te hablé. - Travis asintió con desgano y ella rodeó su brazo en el de él para moverlo de allí - ¡ Ven y te la presento!... esta afuera. 

 Salieron juntos abriéndose paso entre la gente que se amontonaba en la entrada. Al salir. Steph vio a su amiga, quien la esperaba en el mural del jardín mirando hacia el vecindario.

  -¡Emil! - Exclamó emocionada al verla . Emily volteó y se quedó paralizada por un momento. - ... ¡Pensé que ya no vendrías!. 

  - Estaba tratando de verme algo presentable. - añadió un tanto incómoda. Travis se le quedó mirando fijamente y pensó. " No hay día en el que no te veas fantastica", Pero se reservó el comentario para evitarle una incómoda situación a Emily,  quien actuaba como si el no estuviese allí. El solo hecho de volver a verla ya era suficiente.  - La verdad es que no tengo mucha ropa de fiesta que se diga.

  - Solo tenías que decirme. Yo podía haberte prestado algo.- Emily vio a su amiga, quien traía un hermoso vestido negro entallado a la cintura y con la espalda descubierta, con el que parecía una auténtica princesa. 

  - No es necesario... - dijo con una amplia sonrisa. Travis la miró hechizado por aquella luz que desprendía sin siquiera notarlo- ... ¡Me siento bien con lo que llevo puesto! - Steph la miró de pies a cabeza, y sonrió amablemente.

  - Si pero pude haberte prestado algo más acorde con la velada. - Emily agachó la mirada, no habia recordado ese rasgo de la personalidad de su amiga.- Digo...

  -  ¡A mí me parece que estás preciosa!. - Interrumpió Travis quien no pudo evitar intervenir al ver el gesto de incomodidad de Emily. Se maldijo por no poder cerrar la boca y guardar sus pensamientos,  pro ya estaba hecho. Stephanie lo miró extrañada, y Emily abrió los ojos como platos aunque ignoró el cumplido como si no fuese dirigido a ella. 

- ¿ Se conocen? - preguntó inquisitiva Stephanie quien parecía percatarse hasta ahora de que venía acompañada. Travis iba a hablar pero Emily lo interrumpió rápidamente negando con la cabeza.
  - Nos hemos visto un par de veces... - Travis miró hacia otro lado con enojo- ... Pero jamás habíamos hablado. - Luego añadió con despotismo- ¡ La gente como el y yo no debemos estar cerca! - Travis abrió la boca ante el desagradable comentario de la chica, a la que él nunca había tratado diferente. 
  - ¡Tienes razón! - Exclamó molesto. La miraba fijamente a los ojos, en los que se condensaba una mezcla de furia y admiración. - ¡No debe ser muy fácil sobrevivir en un mundo como el nuestro cuando se cargan con tantos prejuicios y complejos! -. Emily le miró boquiabierta, aunque había pasado las últimas semanas pensando en si lo volvería a ver, ahora que lo tenía frente a ella eran incontenibles las ganas de abofetearlo.
  - Si... Es complicado tener que ver diariamente a petulantes y desagradables chicos que creen tener el mundo a sus pies por poseer un ridículo apellido. - Phanie la miró impactada. Ese último comentario también le había molestado a ella. Emily enarcó una ceja triunfante, Travis se mordía el labio furioso. -... ¿Te imaginas si uno de sus caprichitos se les negara? . ¡Seguramente su ego no lo aguantaría!.
   Travis se acercó a ella en amenazante postura. Phanie se puso rígida al ver el escenario que había propiciado. Era obvio que si se conocían, y más que eso... Había pasado algo entre ellos, Travis abrió la boca para decir algo, pero Phanie lo interrumpió. Era mejor parar esto de una vez por todas.
  - Bueno, bueno, bueno... Ya basta de debate. - le dedicó una mirada de advertencia a Emily - ¡Vinimos aquí a celebrar!.
  Cogió a Emily de un brazo y a Travis del otro, y de esta manera se abrió paso entre los invitados de vuelta a la casa. Todo el campus se había reunido en aquella inmensa mansión,  los invitados bailaban y bebían en sus vasos mientras que Emily los veía desde la improvisada barra en la que se había sentado. Travis se había sentado con sus amigos en un enorme sofá que se situaba en una esquina del gran salón y que con gracia bautizó como la sala VIP. Travis, Gaíl y el pesado Thomas. Phanie estaba sentada en las piernas de Travis como si de una pareja se tratara, Emily puso los ojos en blanco al ver la escena y trató de concentrarse en otra cosa... aunque le resultó imposible.  Sandra, Britney y su grupo también estaban allí,  habían formado un grupo de élite en el que competían por ver quien era el que tenía más poder. 
   En el gran sofá,  Phanie se acomodaba cerca de Travis en busca de una señal de que podía dar el segundo paso. Pero nada. Travis no mencionó ni una palabra en el rato que estuvieron allí, en su lugar, se dedicó a mirar hacia una pared mientras abría la boca solo para sorber un trago más de su vaso. 
  - ¡Vamos a BAILAR! - Exclamó a toda voz Phanie para ser escuchada entre la música a todo volumen y los invitados que hablaban todos a la vez. 
  - No me apetece - soltó Travis cortante. El rato sentado y la bebida ya empezaban a surtir efecto en él, que no dejaba de pensar en las palabras de Emily.  - Gaíl se muere por bailar contigo... ¡Ve con él!. - Phanie lo miró decepcionada, se levantó y fue a donde estaba Gaíl, quien se fue a bailar con ella con una inmensa sonrisa. 
  Travis se levantó del sofá y se fue camino al baño. En el camino, se tropezó con una chica, que al verle tan pedo lo tomó del brazo y lo condujo hasta una de las habitaciones de la casa. Emily que por su parte, había visto todo lo que acababa de ocurrir, observó detenidamente hacia donde la insoportable Britney se llevaba a Travis, los vio entrar a una habitación y supuso que pasaría entonces. 
   Sintió un leve escalofrío al imaginarse lo que pasaba en aquella habitación y sintió náuseas. La idea de Travis estando con cualquier chica le retorcía el estómago; se dio la vuelta y regresó al salón principal donde se encontró con Phanie. 
  - ¿Donde te habías metido traviesa? - le dijo en un tono casi ininteligible la ya ebria Stephanie- . ¡Ven hay unos amigos que quisiera presentarte! - la condujo hacia el sofá donde se encontraban sentados sus recién estrenados amigos y se plantó frente a ellos. Thomas enarcó una ceja al verla. Con el maquillaje y la ropa, parecía una persona totalmente distinta a la sencilla chica que era siempre. Se levantó apenas Phanie llegó a ellos y se detuvo frente a Emily con galantería. 
   - ¿ Quien es tu linda amiga? .- Phanie sonrió complacida de que aquel chico se fijara en ella, después de lo sucedido con Travis cuando apenas llegaba, no quería arriesgarse a que algo más pasara. 
  - ¡Ella es mi mejor amiga! - añadió con una pícara sonrisa-,  Emily... ¡ El es Thomas! - Él extendió la mano hacia ella, que no se movió de su lugar causándole a Thomas una gran sensación de incomodidad. 
  - ¡Sé perfectamente quién es el! - Dijo cortante aunque con una sonrisa-. Thomas Hacks ... ¿no?. - El chico asintió complacido y Emily lo miró seriamente antes de continuar -... ¡ El chico más superficial y maleducado que se ha cruzado en mi camino jamás!. - el rostro de Thomas, quien creía ya haber ganado terreno por ser quien era y se dio una fuerte estrellada contra la pared. 
  - Disculpa ... ¿Nos conocemos?. - En su rostro, la dibujada duda se asomaba, de seguro recordaría a tan preciosa chica. Emily lo miró sorprendida. 
  - Quizás... ¿Royal Star Café?. - el Jugador negó con la cabeza a lo que Emily le respondió con una sonrisa-... A mi no, pero... ¿ Y a la camarera a la que humillaste frente a todos y casi haces que pierda su trabajo? - Thomas abrió los ojos por la sorpresa, le parecía imposible que la camarera y esta chica fuesen la misma persona, pero era un hecho. Y aunque odiara tener que admitirlo, esta chica había robado su atención desde el instante en que la vio. 
  - ¿Eras tú? - Thomas se rascó la nuca con nerviosismo, Emily asintió. Para ese momento, ya estaban en una parte alejada del grupo y Phanie les había dejado solos para que charlaran-... ¡Lo siento!... ¡De verdad! . Ese día no había sido bueno para mí, y pues... me excedí.  - Emily lo miró inquisitiva, intentando analizar las palabras del apuesto chico. No sabía exactamente que era, pero sus disculpas le parecieron sinceras. Aunque lo veía y no entendía el cambio en su actitud,  igualmente se mantuvo precavida con él. 
 Se pasaron el resto de la fiesta hablando trivialidades,  Emily estaba encantada, aunque aún resentía lo ocurrido semanas atrás en el café, debía reconocer que le agradaba bastante el hablar con el. Estuvieron juntos hablando y riendo todo lo que quedó de fiesta.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.