El lunes todos continuaban sus vidas como si nada hubiese pasado. Emily había salido el domingo después de la fiesta con Thomas, quien resultó ser alguien con quien podría valer la pena comenzar una amistad. Travis no supo nada de ella durante todo el fin de semana. Por su parte, Phanie se había mantenido en contacto con él desde el día de la fiesta, y ese lunes al llegar al campus rezó porque Britney no le hubiese dado importancia a lo que pasó entre ellos. Estaba muy ebrio y no controlaba sus impulsos, al ver a Emily ahí, había perdido el control como nunca antes lo había hecho y pensó en que quizás en la remota posibilidad de que si estaba con alguien más a lo mejor podría borrar de su mente la inquietante mirada de esa chica que lo traía al borde de la locura. Por eso, a pesar de no sentir ni siquiera la más mínima atracción por Britney decidió seguirle el juego hasta la habitación a ver qué pasaba. Pero su estupidez no hizo más que empeorar más su situación.
Al llegar al campus, intentó pasar desapercibido. Aún con su suéter de capucha, la gorra y los lentes que llevaba puestos le resultó tremendamente difícil; aunque ya la población estudiantil comenzaba a asimilar su presencia en el lugar y los acosos habían disminuido, aún debía lidiar con las acosadoras miradas de sus miles de compañeros sobre sus hombros a cada momento. Notó que esa mañana le miraban distinto y algunos incluso murmuraban cosas a su espalda. Aunque le pareció muy extraño lo que pasaba, siguió su camino hacia el auditorio donde le tocaba clase de literatura. Al entrar instintivamente miró hacia la última fila, en busca de la única persona a la que no le apetecía ver hoy. Emily se encontraba sentada en su habitual asiento y también levantó la mirada para verle entrar al salón.Sus miradas se cruzaron y la tensión entre los dos se intensificó. Travis se quedó de pie en la puerta mirando a la chica que le estaba robando todo. Emily pudo ver el cansancio en su mirada, jamás lo había visto así. Sus pronunciadas ojeras le daban a su angelical rostro un aspecto sombrío y venía hecho un desastre. Le causó gracia que nadie hiciera algún comentario hiriente sobre su aspecto como lo hubiesen hecho si fuese ella quien estuviera en su lugar, aunque sintió pena por el. El brillo en los ojos de Travis fue regresando a medida que se miraban, como si ese simple gesto fuese capaz de devolverle a la vida. De pronto sucedió algo que destruyó toda la magia del momento.
- ¡Bebee! - Britney se amarró al cuello del desconcertado Travis, que miró hacia Emily quien enarcó una ceja sorprendida y después de una sarcástica sonrisa regresó la vista a su libreta. Phanie que venía entrando, miro la escena con gracia y se acomodó a un lado de su amiga. - ¿Por qué no respondías a mis llamadas?. - Travis la miró seriamente y respondió cortante.
- ¿Porque no quería hablar contigo? . - Britney abrió la boca por la sorpresa, pero se recuperó al instante y sonrió ampliamente.
- ¡Debes estar cansado por los entrenamientos!. - pasó su brazo por la nuca del jugador quien la apartó instantáneamente. - ¡ Ven. Vamos a sentarnos! . - tiró de su brazo para conducirlo a donde se sentaba ella pero Phanie, que vio la incomodidad en el rostro de Travis lo llamó desde su lugar.
- ¡Hey!... ¿No vas a sentarte con nosotras?. - Emily levantó el rostro de su libreta y miró a su amiga con enojo. - ¿Qué?
- No me agrada. ¿Por qué lo invitas a sentarse acá? - Phanie le sonrió con picardía.
- ¡ Porque me gusta!... además, ¡Hay que ser amable con nuestros amigos!. - Emily la miró boquiabierta, como si ya las cosas no fueran difíciles, ahora debía agregarle que a Phanie también le gustara él. - ahora guarda silencio y apoya a tu amiga. - Emily se retorció en su asiento mientras veía a Travis acercarse. Había aprovechado la oportunidad para deshacerse de la molesta Britney y se abría camino hacia ellas.
Estuvieron toda la clase en silencio. Aunque Phanie intentó incluirlos a ambos en alguna charla, solo se dedicaron a decirse indirectas y comentarios hostiles el uno para el otro, al final la hermosa Phanie desistió de la idea y dirigió su conversación hacia solo uno de ellos... Travis. Al finalizar las clases, los tres salieron juntos del campus, Emily cogio una dirección diferente a la de sus dos compañeros y Phanie, que convenientemente había salido esa mañana sin auto, se fue con Travis para que la llevara a casa.
Después de dejar a Phanie, Travis se fue directamente a su entrenamiento. No quería estar solo en casa, la abrasadora Soledad que inundaba su morada, solo le hacía añorar más su presencia, querer que fuese ella quien invadiera cada espacio de su tiempo, que se hiciese indispensable... aunque ya eso lo había hecho.
- Bro. ¿ Que tal la rubiasa con la que te fuiste el sábado de la fiesta? - Lo interceptó Thomas apenas terminaron la práctica.
- Nada que no haya visto antes- dijo sin ánimo de ahondar más sobre el tema. Thomas sonrió ampliamente, Gaíl los miraba en silencio desde las gradas.
- Sin embargo ¡ A mi me fue de maravilla! - Gaíl puso los ojos en blanco , y Travis lo miró con una expresión ridícula. - Pero no es algo como siempre... Ella es... diferente.
- ¿Te creo? - Travis tenia una sonrisa burlona dibujada en el rostro. - ¡ Pobre de esa chica que cayó en tus redes! .
- Si... - exclamó Thomas con socarroneria.- ... No te voy a negar que si, esta chica me gustó, pero tampoco pienso casarme con ella. ¡ Digamos que me causa curiosidad!.
- No deberías jugar con la gente de esa manera... - Añadió Travis como si esto último se lo estuviera diciendo a él mismo -. Un día llega alguien que te hace sentir todo. Absolutamente todo lo que has hecho, llena tu vacío de una manera tan extraordinaria que no necesitas más nada para estar completo... solo su cercanía. Pero es imposible. Y entonces es cuando te das cuenta de todo lo que has hecho... y desearías que fuese diferente para así poder ... - exhaló profundamente -... Ser digno de ella. - Gaíl se puso firme en su asiento y Thomas lo miró en silencio, seriamente.
Editado: 04.09.2021