CAPITULO X.

    Al siguiente día tampoco volvió a saber nada de Travis. Ni un mensaje de texto, nada. Lo intentó llamar varias veces pero no obtuvo respuesta alguna. Empezaba a preocuparse. El hecho de no tener a nadie a quien preguntarle por el sin levantar sospecha la estaba volviendo loca. Gaíl tampoco respondía a sus mensajes y a Phanie no podía preguntarle nada, de esa manera la semana pasó sin tener ninguna noticia suya. Se enfocó en su trabajo para no tener que pensar en ello, Salió un par de veces con Phanie y Thomas que eran los únicos amigos que tenia. Pero al llegar a casa, por más que intentara distraerse entre libros y apuntes la punzante necesidad de verlo regresaba, y el resentimiento se instalaba en lo más profundo de su ser... Hasta quedarse dormida, donde volvía a encontrarle de nuevo. 

  El domingo se encontraba en el café cumpliendo con su turno en lo que se formó el habitual alboroto que se hacía cuando llegaba alguien importante.  Las meseras corrían de un lado a otro peleándose por quien atendería la mesa en la que se encontraban los nuevos invitados, el gerente salió de su oficina discretamente y se acercó a la barra, donde Emily se encontraba.   
   - ¡ Ve tú!... - Emily lo miró extrañada -. 
  - ¿ Por qué yo? - preguntó timidamente. El gerente la miró severamente, no le gustaba que sus decisiones fueran cuestionadas
  - ¡Porque yo lo decidí de esa manera!... - Emily bajó la cabeza apenada y George que era amigo de su padre bajo un poco la guardia -. ¡Mira como están todos !... ¡Son una vergüenza! - exclamó con pesadumbre -. Mitchell se niega rotundamente a ir, dice que tuvo un problema hace algún tiempo con un chico de ese grupo y que tú lo manejaste muy profecionalmente... - Se le escapó una pequeña sonrisa al recordar aquella noche -... ¡Por eso quiero que vallas tú!. - asintió y se fue a la mesa con la carta de bebidas. Al llegar al lugar, se encontró con lo que temía. Los chicos del equipo de Travis estaban alegres sentados en la mesa. Gaíl la saludó con la cabeza y ella le devolvió el gesto. Thomas se levantó de la silla y le dio un beso en la mejilla, posteriormente saludó a los demás que estaban con ellos... Travis no estaba.
  
   - ¿ Que van a pedir? - añadió mientras les extendía la carta para que mirasen las opciones. 
   - ¿Que nos recomiendas linda?. - Thomas le guiñó un ojo con picardía,  ella se encogió de hombros.
   -  La verdad, yo no sé nada de bebidas... Elijan ustedes. - Finch, uno de los chicos comenzó a leer la carta en voz alta y cuando todos estuvieron de acuerdo, hicieron el pedido y se fue hacia la barra a buscarlo. 
   - ¿ Como lo haces?. - Preguntó el asombrado Mitchell que estaba de pie en la puerta de la cocina esperando un pedido.
  - ¿Que?...
  - Manejar a esos tipos sin ningún contratiempo... - Emily se encogió de hombros-... Digo, ¡Tratan a todos como si fuesen inferiores!... Pero contigo es distinto. - Pensó en Travis y como la había defendido cada vez que alguien intentaba molestarla. 
  - ...  Son amigos de un conocido. - Respondió de mala gana y se fue a buscar las bebidas dejando a Mitchell desconcertado. 

  Recogió las bebidas y se fue a la mesa a entregarlos.
  - Ya estarán listas sus alitas de pollo. - Los chicos le agradecieron amablemente y ella volvió a su puesto. Mientras esperaba que estuviese el pedido, se puso los auriculares y comenzó a escuchar música para hacer tiempo. Al cabo de un rato, cuando estuvo listo el pedido , le pidió a Jessey, que se lo llevase. Ella aceptó encantada y Emily se quedó sentada a la espera de algún nuevo cliente. 
   Alguien golpeó la madera de la barra. Emily levantó la mirada para encontrarse con un alegre Travis que la miraba sonriente desde el otro lado. 
   - Señorita... - musitó casi en un susurro. Emily lo miró con expresión seria y cansada-.
  - ¿Que se te ofrece?. - Travis sintió su tono y supo que debía estar molesta -. 
  - Pequeña... yo... - susurró Travis dulcemente. Emily lo interrumpió de inmediato.

  - ¡ Dime que se te ofrece y lárgate! - dijo tajante y volvió a ponerse el auricular.  Travis se lo retiró nuevamente y la miró suplicante. 

  - ¡ Vamos afuera un momento! - tomó su mano suavemente. Ella la apartó con brusquedad.  -. Déjame explicarte...

  Emily miró hacia otro lado y le pidió que se fuera, Travis  musitó un "Por favor", pero al ver que ella lo ignoraba decidió hacer algo al respecto.  Se puso de pie en una mesa y exclamó a toda voz.

  - ¡Por favor!. - juntó las manos a modo de súplica, Emily puso los ojos en blanco -. ... ¡Señores!... - todos los presentes voltearon a verlo. Las mejillas de Emily se encendieron por la Vergüenza-... hasta que la señorita aquí presente... no quiera escucharme... yo no...- señaló a la apenada Emily que saltó de la barra y lo bajó de la mesa de un tirón provocando que cayera de bruces. Travis se levantó entre risas y salió a la parte trasera del café de manos de Emily quien lo llevaba a rastras enojada.

   -  ¡Podría perder mi trabajo por esto imbesil! - le dio un empujón y Travis suspiró resignado.  

  - ¡Lo siento... - exclamó con tristeza -... Pero necesito que me escuches!.

  - ¿Después de una semana Travis? - gritó enfurecida en lo que se le quebraba la voz.- ¿Siquiera te imaginas todo lo que pasó por mi cabeza todo este tiempo que no recibí ni un mensaje de texto?. - Travis sacó de su bolsillo un teléfono celular hecho pedazos. 

   - No podía llamarte... la verdad es que no tenia cabeza para nada. - sus ojos se entrístecieron, Emily miró sus húmedos ojos y se acercó a él... por más enojada que estuviera, no podía soportar verle así. Travis se quedó inmóvil un momento y luego se lanzó sobre ella y la abrazó fuertemente. Emily sintió como  sus lágrimas humedecían su camiseta. Se separó un poco para verle la cara, Travis miraba al suelo abatido. Levanto su rostro y se quedo muda al verle tan frágil . Sus pronunciadas ojeras dejaban a la luz su verdadero estado de ánimo.