Sueños cruzados

CAPITULO XI.

     Después de pasar todo el domingo juntos, Emily volvió a casa en la que se encontró con un padre furioso que la bombardeó de preguntas. Se quedó mudo al saber de la existencia de un chico en la abstraída vida de su hija, ella prometió presentárselo pronto y después de la larga e incómoda charla de educación sexual se despidió y se fue a su habitación a dormir. 

   A la mañana siguiente al llegar al campus, se encontró con los preparativos de las fiestas de Pascua que estaban a la vuelta de la esquina. Nunca le había encontrado sentido a esas fiestas pero esta vez, le causó gracia la posibilidad de que Travis y ella las pudiesen pasarla juntos. Se abrió paso entre los estudiantes hasta llegar al salón donde vería clases; todos la miraron en silencio en cuanto entró. Britney y sus amigas le dedicaron una odiosa mirada pero no pronunciaron ninguna palabra. Caminó incómoda hacia su asiento, en el que Phanie la esperaba como cada mañana. Se sentó a su lado y la saludó, Phanie la miró dudosa por un momento y luego negó con la cabeza, dejando a su amiga confundida. 

  - ¿ Que pasa? - preguntó Emily aún incómoda con la tensión del salón, misma que podía cortarse con un cuchillo. Phanie la miro con burla.

   - Nada... Los rumores - Emily hizo un gesto de incomprensión,  a lo que su amiga prosiguió-. ... La gente está diciendo que entre Travis y tú se traen algo... - Emily abrió las ojos por la sorpresa-. ¡ Que ridiculez!... ¿ Quien creería que alguien como Travis podría fijarse en ti?. - Hizo un gesto ridículo que le hizo sentir mal a Emily-.

   - ¿ Y por qué no? - preguntó inquisitiva. Phanie soltó una risotada 

   - ¡ Por Dios amiga mírate!. - Emily miró su atuendo por instinto,  Phanie puso los ojos en blanco -. ¡ Eres todo un desastre!... A la gente como él le gustan las chicas finas, experimentadas, con clase... Y discúlpame la franqueza, pero... ¿ Que tienes tú? - Los ojos de Emily se humedecieron.  Phanie solía tener momentos de crueldad,  pero esta vez se estaba pasando. - ¡No tienes nada que ofrecerle!. Eso es algo muy importante en nuestro mundo, y tú no estás calificada - bufó con desprecio-. ... ¡ El jamás se fijaría en ti!. - Phanie hubiese continuado con la cruel y violenta comparación, a no ser porque Emily descargó toda su furia en la mesilla de la butaca, tomó sus cosas y salió del salón entre Lagrimas empujando a todo el que se atravesaba en su camino, incluido a Travis que iba entrando al salón cuando su chica salio huyendo. Se quedó desconcertado,  miró a Phanie quien se encogió de hombros y le hizo señas de que fuese a sentarse de su lado. Travis la miró, saludó con su mano y se fue corriendo hacia donde se había ido su chica.

   La encontró sentada en un banco escondido en los jardines de la facultad, se quedó mirándola desde un árbol cercano, el mismo en el que perdía las horas mirándole estudiar durante los descansos cuando ella no quería saber nada de él. La miró mientras sollozaba,  y aunque no quería invadir su espacio, verla allí sola llorando le partía el corazón. Se acercó lentamente y se sentó a su lado. Estaba sentada con las manos rodeando sus piernas y tenía la cara enterrada entre las rodillas, no notó que Travis se había sentado a su lado hasta que él la rodeó con sus brazos. Emily se sacudió del abrazo instintivamente.

  - ¿Que haces aquí? - su voz sonaba quebradiza-. ¡ Vuelve a clase!. - Travis negó con la cabeza, ella suspiró cansada.

  - ¿ Que te han hecho? - ella negó con la cabeza y Travis comenzó a insistir, sabía que algo había pasado. Su chica no era de las que se derrumbaban con facilidad.

  - Yo... - bajó la mirada. Travis acarició su rostro y la miró con ternura. Le contó todo lo que había dicho Phanie y de las miradas de sus compañeros. Él rostro de Travis se contorsionó por la ira. -.. ¡Quizás tengan razón!. - Travis la miro serio y suspiró cansado.

  - Según todos ellos tu no eres el tipo de chica para mí.. . - Emily asintió. Travis enarcó una ceja burlón-  Entonces... ¿ Por qué eres tú la que está conmigo pese a todos mis intentos que ellas hicieron?. - Emily abrió los ojos sorprendida. La miró dulcemente -. Pequeña... ¡Eres tú a quien yo quiero a mí lado!, y eso no va a cambiar por la opinión  de un par de resentidas. 

  - No se... es complicado. - Travis tomó aire y levantó su rostro con las manos

  - ¡Es tan complicado como tú quieras ponerlo!. - Besó su frente y se acercó más a ella. - No dejes que nos quiten esto... 

   Emily se aferró fuertemente a Travis y se mantuvieron así por un largo rato. Caminaron hacia el edificio en cuanto Emily estuvo mejor. Travis caminaba muy cerca de ella y las miradas de todos los seguían a donde quiera que iban. Al llegar a la clase, todos se quedaron pasmados cuando en la puerta del salón Travis detuvo a Emily por el brazo, le dio un suave beso en la frente y musitó un "Estamos bien". Ella lo miró extrañada mientras sostenía su mano y la condujo hacia sus asientos. La clase concluyó sin problemas, pese a las miradas acusadoras de sus compañeros. Cada vez que Emily intentaba agachar la cabeza Travis la detenía con una sonrisa y no se alejó de ella hasta terminar la última clase. En el estacionamiento, ya listos para irse a casa, Phanie apareció frente al auto de Travis y golpeó la puerta del piloto con fuerza.

   - ¿ Que mierda es esta Travis? - miraba a Emily con desprecio y esta palideció. Travis sostuvo su mano para tranquilizarla y miró a Phanie.-. 

   - No hagas un escándalo.  - dijo en voz baja y Phanie bufó molesta -. 

  - ¡Pensé que tú y yo!... Teníamos algo especial. - sus ojos se humedecieron y Emily se sintió apenada. Había lastimado a su única amiga. - .. ¡Y tú! ...- Le dedicó una odiosa mirada y la señaló con el dedo -. ... Después de todo lo que he hecho por ti, ¿te atreves a hacerme esto?... ¡Eres una... - Travis no la dejó terminar, dio marcha al auto y la dejó ahí parada, entre lágrimas y pataleos. Miró preocupado hacia Emily, que miraba sus rodillas con nerviosismo.   

   - ¡Lo siento pequeña! ..  lo siento, lo siento... de verdad yo... 

  - ¡Ya deja de disculparte... maldición!. - Travis la miró sorprendido de su reacción-... esto que está pasando lo provocamos los dos. - añadió con voz más calmada -, ¡sabíamos que esto iba a pasar!.  

   - Si tan solo yo... pudiera hacer algo, ¡lo que sea!, por qué te sintieses mejor... ¡Lo haría!. - Emily extendió su mano y acarició su nuca, le dedicó una amable sonrisa.   

  - ¡ Tranquilo!... he sobrellevado peores situaciones .  

    Continuaron hablando todo el camino de lo sucedido. Le contó sobre su madre, y como después de su muerte Phanie había sido su única compañía además de su padre. Le causaba un inmenso dolor el perderla pero se había dado cuenta de que Phanie jamás la había visto verdaderamente como una amiga. Siempre había usado cualquier excusa para hacerla sentir menos y a pesar de que ella le había dado su amistad incondicional, la otra solo la veía como su obra benéfica.  Travis la escuchaba desahogarse atentamente. Emily se sintió muy bien de poder hablar abiertamente con alguien aunque fuese una sola vez en su vida. 
     Después de ir a comer fueron al parque de diversiones donde Emily rió hasta el cansancio por los gritos de Travis cada vez que subían a alguna atracción. El tiempo se les pasó volando y cuando se dieron cuenta al fin ya era hora de regresar a casa,  Emily tenía que trabajar. La dejó en casa y se fue a casa de Gaíl,  tenia que hablar con alguien sobre todo aquello que estaba sintiendo. 
   Emily se dio una rápida ducha y se fue en su motocicleta a trabajar. El lugar estaba abarrotado de clientes. Apenas llegó, tuvo que ponerse en marcha porque habían faltado algunos meseros y los que estaban no eran suficientes para atender el lugar. Atendió las mesas con la mayor rapidez posible, estaba agotada; pero le hacía bien tener la mente ocupada. 
    Como cada noche, los chicos del equipo habían ido a cenar al lugar, pero esa vez estaban acompañados.  Britney y su grupo estaban con ellos, y para empeorar más la situación, Sthepanie y Thomas charlaban muy amigables en la mesa ajenos a lo que el resto hacía. Se acercó con fastidio y les entregó la carta para que pudiesen hacer su pedido, Britney la miró divertida e hizo ademán de levantarse, pero Finch la haló por el brazo y la sentó de regreso.
   - ¿Así que aquí es donde trabajas Emicienta? - Britney y su grupo comenzaron a reír pese a la incomodidad de los otros. Phanie al verla, le dedicó una despectiva sonrisa de satisfacción por las burlas de las chicas. 
   - ¿Sabes qué tus comentarios no generan ningún resultado en mi?. - Britney la miró con arrogancia- ... De verdad. ¡ Llevas dos años intentando molestarme sin resultado alguno!... ¿ Por qué malgastas tu tiempo?... ¿ Si significo tan poco por qué te esfuerzas tanto?. 
  Todos los chicos abuchearon a Britney quien se levantó sin saber que más decir y se fue del local. Ahora fue Emily quien le devolvió la mirada de satisfacción a Phanie. Se dio la vuelta después de recibir el pedido y se fue.  




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