Camino pesadamente por el aparcamiento, miro al cielo que está noche luce reluciente. Se me escapa una sonrisa de pensar en que quizás mi pequeña esté mirando ahora este mismo cielo y siento la humedad de las lágrimas que fluyen por mis mejillas sin control al entrar en contacto con el hélido viento de la noche. No puedo creer que vaya a hacer esto, no después de todo lo que hemos pasado para llegar hasta acá. Saco mi móvil del bolsillo de mi pantalón y llamo a la persona a la que llevo cuatro días evitando. Suena el primer pitido pero no tengo la suficiente fuerza de voluntad aún para hablarle. Sé que me odiará después, sé que la lastimará en lo más profundo y que quizás sienta que lo ha jodido todo. La conozco, se pasará horas dándole vueltas pensando en que quizás hizo algo que me alejase de ella... se culpará de mis errores y pasará largas noches en vela... llorando. Pero también sé que después de pasar por toda aquella peregrinación, se hará más fuerte. Me odiará con todas sus fuerzas y maldecirá el hecho de haberse cruzado conmigo... Y no la culpo, ¡ahora mismo yo mismo odio toda mi puta existencia!.
No quiero alejarme de ella, ni siquiera sé si seré capaz de sobrevivir a todas estas malas decisiones que he tomado hasta ahora. No puedo dejar que Samuel arruine su vida, así en el camino tenga que arrebatarme el corazón del pecho por ello...
No dejo de pensar en que quizás todos tengan razón... si no me hubiese acercado a ella no tendríamos que estar pasando por nada de esto ahora... aunque tampoco fuera sido capaz de descubrir todo este amor que ahora sé que soy capaz de sentir. No me hubiera abierto a la oportunidad de conocer la maravillosa persona que es esa chica y no hubiese perdido la cabeza por sus caricias... estaría vacío... así como lo vuelvo a estar ahora. No... ¡Conocerla fue lo mejor que podría haberme pasado!... y de eso si no me arrepiento.
Saco mi móvil y redactó el mensaje que acabará con mi vida de una puta vez. No puedo seguir dándole vueltas... retrasarlo solo la herirá más.
《 Lo siento pequeña... ¡te juro que desearía que las cosas fueran diferentes!... pero no puedo seguir cargando en mi conciencia todo el daño que hago por amarte... Phanie casi muere por mi culpa, y no puedo... ¡Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento!... 》. Espero algún día puedas perdonarme todo el daño que he causado. Te amo... pero no puedo. 》
Le doy a enviar y siento como mi vida se escurre por mis pies. Lo he jodido todo. He tomado lo más precioso de esa chica para luego hacerla pedazos... en nada me diferencio de una cucaracha.
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Emily:
Siento una punzada en el pecho en cuanto vibra mi móvil. Miro a la pantalla y mis ojos se iluminan de esperanza. Llevo cuatro días en vela sin saber nada de él. Me agobiaba la idea de que pudiese haberle pasado algo, luego, al verle en la TV supe que estaba bien y me invadió un mal presentimiento. No se veía tan feliz como debería estarlo y miles de cosas empezaron a rondar por mi cabeza... le marqué varias veces al móvil pero desviaba todas mis llamadas así que decidí esperar a que él mismo me diera una explicación. Empezaba a sentirme mal y ese mensaje llegó. Tomo el móvil entre mis manos impaciente y dudo entre si leer el mensaje o no. Después de varias cavilaciones decido que no leerlo después de pasarme días esperando una respuesta seria una estupidez. .. Me arrepiento al instante, sus palabras me calan hasta lo más profundo y siento que me falta el aire... ¡No esperaba esto! . Sin darme cuenta las lágrimas comienzan a agolparse en mis mejillas y siento un enorme nudo en la garganta... Ya no es tristeza, no es frustración... solo siento un profundo rencor... releo el mensaje al menos unas diez diez veces y el sentimiento se acrecienta. Al final de todo... Phanie siempre tuvo la razón... ¡Hay cosas, personas que jamás cambian!.
Tomo el móvil en las manos y pienso en qué coño responderle ... en este momento no se me ocurre nada que decirle, en mi cabeza solo ronda una frase que se repite una y otra vez hasta hacerse insoportable. Cojo el móvil de mala gana y las escribo sin pensarlo.
《¡ERES UN COBARDE...!》.
Lanzo el teléfono de mala gana y hundo la cabeza en la cama. Este ha sido el final. Siento como arden mis mejillas y el fuego abrasador que me quema en el estómago. Estoy herida, destrozada, se ha llevado todo sin siquiera preguntármelo. Después de un rato, las lágrimas al fin comienzan a fluir y me obligo a retenerlas... No quiero sentir nada además de odio. Me quedo mirando al techo en shock hasta quedarme dormida... no puedo pensar en nada. No quiero hacerlo.
Las siguientes semanas me las paso en silencio. Continuo con mi vida, era inevitable hacerlo. Todo sigue exactamente igual, lo único que ha cambiado he sido yo. Aveces, cuando la Soledad de mi habitación me absorbe, siento la estúpida necesidad de enviarle algún mensaje... por suerte mi orgullo y resentía son más fuertes que el resto de los sentimientos.
Al menos de algo me ha servido todo esto. Me he hecho más fuerte que antes, eso era algo que necesitaba.
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Travis:
No volví a saber más nada de ella luego de ese mensaje. Es una suerte que no use ninguna red social, lo hace menos doloroso. No niego que ha sido muy duro, incluso insoportable estar lejos de ella. En las madrugadas me despierto sudando y la llamo en medio de mis sueños ... la necesito pero he sido yo quien ha acabado con todo.
Los chicos del equipo me miran con lástima, no he querido hablar con nadie sobre lo sucedido, todos estarían de acuerdo en que soy un cobarde y no quiero escucharlo más veces; con la voz de mi cabeza me es suficiente.
No quiero regresar aún. Le daré tiempo a mi chica para pensar... 《Demonios... no me acostumbro a que ya no es mia》... Porque yo no creo poder sanarme de ella jamás.
Editado: 04.09.2021