Sueños de laberinto

Capitulo 2: entre secretos

Ya llevaba tiempo caminando entre la manta negra de la oscuridad, y las razones por la que necesitaba salir de aquel lugar eran muchas, se supone que esa fiesta era para celebrar la beca de Will a la universidad de nueva Yersey, pero todo salió fatal, bueno en mi caso, siempre tenía que obedecerle, aunque me fastidiaba que fuera de una forma tan exagerada y sobrepasada de protector.

entonces un escalofrío me invadió el cuerpo, miré hacia atrás, la presencia de que alguien me estuviera siguiendo, llevaba tiempo en mi cabeza. Seguí caminando y una casa que hace unos segundos no había notado ,se hizo presente, a una media cuadra, una casa iluminada de morado y amarillo neón captó mi atención, la música de la fiesta, se escuchaba de lejos; la verdad tenía un mal presentimiento, así que tome la decisión de cruzar hacia la otra acera, pero justo en ese instante, el contacto de un agarre fuerte en mi brazo me jaló, era un tipo alto, tez blanca, cabello castaño, en los mínimos detalles no me fijé, pero lo que tenía, sería suficiente para poder llevar una descripción a la policía, lo miré "apunte mental: ojos color avellana" .

su sonrisa burlona no me divertía para nada, y en ese instante antes de que le preguntará se adelantó - hola, linda, dime ¿qué hace una joyita por aquí caminando sola?-. Trate de zafarme de su agarre pero me era imposible y aunque no se inmutaba en mi mente quería cortarlo en rebanadas - que te importa, podrías hacer algo productivo en tu vida y soltarme, joder-. Su risa burlona apareció, "¿Qué pasa con este tipo?" Y su agarre no se suavizó, ni en lo más mínimo, su burla acabo, dejándome atónita, al punto en el que su cercanía me llenó de terror, y cuando menos me lo esperaba su voz retumbó en mi cabeza -' te crees, capaz de darme órdenes, y ni siquiera sabes que tu día de muerte se aplazó'-. Me aparte, era obvió que Will y el tenían indudablemente cosas en común, le pegue en la canilla, lo más fuerte que pude, entonces el chico cuya edad le colocaba dos años mayor que yo, se retorció de dolor, me soltó, y aprovechando eché a correr, miré hacia atrás, pero sin fijarme cuanto había recorrido, me choque con una chica de aquel lugar, su expresión fue de asco, ya que le había vertido sobre su atuendo unas cuantas copas, que llevaba sobre una vajilla, y en mi mente despareció por lo que,en unos momentos antes, había huido, me agaché tomando las copas que se habían caído de la vajilla - pero ¿Qué te pasá? Estás borracha o qué? Hasta los nervios se te notan-. Sacudió sus manos, escurrió la vajilla y ayudandome a poner las pequeñas copas, me miró, vi que su boca iba a protestar de nuevo, pero su rostro cambio de asombró.

Y entendí el porque; sentí el aliento detrás, su respiración agitada y su mano con gran fuerza tomando mi brazo, y su sonrisa que no veía sabía que estaba allí, esto parecía al juego del gato y el ratón y ya me estaba arrepintiendo de haber salido de casa, entonces, la rubia con una expresión tan diferente a sorpresa me llenaba de terror -¿Qué crees que estás haciendo?-. Se movió incitándole a que me soltara, tomó mi mano y me colocó detrás de ella - siempre eres así Madeline, tan aburrida, solo estoy de caza, ya sabes estrangular gente normal y aburrida en sus estúpidas vidas, y si lo sabes nadie lo va a notar- hablo colocando sus manos en sus bolsillos - y menos a ella, así que devuélveme lo mío-. Estiró su mano para tomarme de nuevo y ella en un movimiento un poco jocoso, arrojo la vajilla en su cara, se volteó empujándome en dirección a la casa "disco", sin ni siquiera dejarme protestar.

Me tomó de la mano y me hizo entrar en aquélla casa, en donde la gente bailaba extrañamente, con sus ropas que alumbraban con la luz que se movía alrededor, eso si, la casa no era pequeña como la mía, de hecho era inmensa, no me cabía en mi mente de ¿quién podría ser todo esto?

Sentí el jalón en mi mano, me llevo a una sala la cual parecía la cocina, cerró la puerta y se paró al frente mío, saco una linterna de un cajón y la prendió se me acercó, y me reviso los ojos, dejándome un poco atónita, me tomó el pulso, y no pude aguantar más debía preguntar - ¿que estás haciendo?-. Se agachó y saco una jarra con un líquido brillante color azul, lo dejo en el mármol, me miró - ¿quiero estar segura de que no eres una humana normal?-. Su voz con un aire siniestro me desconcertó, pero no me asustó - bueno, y ¿Cómo lo vas a comprobar?-. Hable con un tono incrédulo, mientras mi mano rozaba el mármol; se volteó, arqueó su ceja y preguntó - ¿me estás retando?-. Alcé mis hombros, ella atrajo consigo una silla y se sentó, - dime, ¿qué hacías afuera a estas horas de la noche?-. Coloque mis manos en la chaqueta, el frío me estaba congelando - nada, solo quería salir de casa, a dar una vuelta, tal vez para poder pensar mejor-. La chica, Madeline, al parecer no me creía del todo, - si un paseo a la una de la mañana, que chica tan extraña, sabes, sea lo que seas, no sabes de lo que te salve al no dejarte con Alex-. De pronto sin haberme fijado, sobre sus labios reposaba un chupete, "a qué horas saco eso", se levantó y tomando la jarra con el líquido, lo sirvió en una copa parecida a la que antes le había hecho caer hacia un rato, me alargó el vaso, lo tomé , viendo aquél líquido arremolinarse entre mis manos, su mirada estaba totalmente fija en mi, como si esperará que lo bebiera, pero la verdad esto no me generaba la total confianza, sobretodo por estar con una extraña a mitad de la noche, - mira no te obligo, pero la verdad creí, que esto te podía servir, ya sabes para qué despejes tu mente y puedas pensar mejor... te ayudará a pensar la respuesta para cada pregunta que tienes-. y aquella voz me llenó de intriga, no es que ella me generará la total desconfianza, pero sentía, como un lazo familiar que nos unía, de alguna otra forma.

Dejé el vaso sobre el mármol y me alejé, antes de beberlo, que por alguna razón, ella quería que lo bebiera,- entonces... Dime ¿qué es? Ya sabes, vodka, té, gas...-. me interrumpió,- considerarlo como un tipo de energizante-. Mire de nuevo aquel pequeño vaso, con su bebida azul brillante, que ahora que lo pienso, parecía agua con brillantina de color azul neón.




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