Sueños de un Futuro

Año 2800.

Año 2800.

Reino de Snap Dragón.

Isla Alcione.

Ubicada sobre la latitud 22-27 norte y una longitud 46-55 oeste.

Una chica de cabello largo color castaño oscuro, con mechones azules. Una peculiar condición ocular, el izquierdo azul y el derecho café. Chica que corría cautelosamente y sin detenerse por el bosque acompañada de un grupo de chicos, sino hasta que Agnes, una de las chicas que la acompañaban piso un sensor, con lo que todos al escuchar el chirrido que aquel objeto hizo se detuvieron y voltearon sorprendidos.

–¡Agnes!

–¡Lo siento! –En su cintura se colocó una cadena, la misma que tiro de ella hasta un robot, el cual atravesó su abdomen acabando con su vida.

–¡¡Agnes!! –gritó una de las chicas restantes. El resto detuvo a la chica que estaba a punto de correr hacia donde se encontraba el cuerpo de Agnes.

El  sonido de un click y enseguida las luces de varias camionetas se encendieron, segando al grupo que intentaba huir. La luz  ilumino el lugar donde se encontraba el grupo. Enseguida un hombre bajo de una de las camionetas, mismo que comenzó a observar a cada uno de los adolescentes mientras decía: –Miren nada más, dimos en el blanco. –El hombre siguió mirando a cada uno de los chicos, hasta que su mirada se detuvo en la que guiaba el grupo–. ¿Princesa Warrior?

–¡¿Princesa?! –dijeron todos sorprendidos y al unísono.

–Robín…. –respondió rechinando los dientes.

–¡Cuánto tiempo sin verla!, Veo que sigue molesta conmigo por lo sucedido. Bueno, ahora nos estaremos viendo mucho. ¡Atrápenlos!

–¡¡Corran!! –gritó.

Al dar la indicación todos comenzaron a correr, aquel hombre de nombre Robín ordeno a los robots que persiguieran a los chicos, quienes corrían apresurados para que no los atraparan. Mientras realizaban la acción, uno de los robots lanzo una cadena, con la cual sujeto a una de las chicas del brazo y la jalo hacia él para así atravesar su cabeza con una cuchilla.

–¡¡Tara!!

–¡Corran! –gritó al ver que se encontraban por detenerse.

Siguieron corriendo, el hombre los seguía acompañado de otros en camionetas.

–No podemos ver nada.

La chica que se encontraba a la cabeza extendió su mano, en ella apareció una insignia pequeña, después múltiples esferas comenzaron a aparecer en el camino iluminándolo.

–No los pisen, son los sensores.

Todos siguieron corriendo, hasta que uno tropezó, con lo que un chico y una chica se detuvieron para ayudarlo.

–Creo que se torció el tobillo –dijo la chica.

–Nos alcanzan –gritó el niño más pequeño del grupo.

–Siguán. Yo me encargo –soltó agitada la princesa.

Los chicos siguieron corriendo. La chica permaneció de pie en aquel sitio, en sus manos comenzaron a brillar múltiples gotas que se juntaban creando líneas y asi formar una insignia distinta a la anterior de un color azul blanquecino brillante. Al levantar ambas manos, del suelo comenzó a salir un cristal azul, del cual en el suelo parecía tener un pequeño riachuelo de agua del mismo color. En el cristal se estrellaron 2 robots, después de ver que dio resultado continuo corriendo hasta alcanzar a los chicos.

–¡Se acaba el camino! –gritó el chico que se hallaba a la cabeza.

El sonido de un cristal quebrándose y la alerta de peligro sacudió a todos los integrantes del equipo. Ante aquella alerta la chica se detuvo un momento y comenzó a silbar, un silbido corto y con frecuencias que no eran detectadas por el oído humano, al término de su acción reanudo su correr.

El recorrido y la velocidad de sus piernas los llevo al extremo de la isla. El resto de los miembros se detuvo de golpe al ver la caída inminente, la precaución sobre su caída se confundió tras la llegada de la chica, quien sin pensarlo dos veces salto.

La incógnita no se presentó para solo para seguir la acción de saltar siguiendo a la chica. ¿Por qué?, estaba loca, sabía lo que hacía o era su única salida. Solo ella lo sabía.

Los ojos cerrados y el temor de que se impactaran contra algo de manera brutal, nunca se presentó, en su lugar. Una caída suave y tranquila sobre una mantarraya azul con blanco y ligeros tonos grises. Animal que al tener a cada integrante sobre su cuerpo ondeo sus aletas para alejarse de la isla.

La llegada de los robots y las camionetas a la orilla, la mirada de la chica observando al líder del grupo bajando de la camioneta, la imposibilidad de sonreír divertida ante el enfado del hombre.

–Esto no terminara así. ¡Te atrapare Sakura! –gritó con enfado el hombre, observando al grupo desaparecer entre la distancia y la sombras.

Año 2800.

Reino de Snap Dragón.

Isla Alcione.

Ubicada sobre la latitud 22-27 norte y una longitud 46-55 oeste.

Una chica de cabello largo color castaño oscuro, con mechones azules. Una peculiar condición ocular, el izquierdo azul y el derecho café. Chica que corría cautelosamente y sin detenerse por el bosque acompañada de un grupo de chicos, sino hasta que Agnes, una de las chicas que la acompañaban piso un sensor, con lo que todos al escuchar el chirrido que aquel objeto hizo se detuvieron y voltearon sorprendidos.




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