El Placer de Soñar
Desde tiempos ancestrales, el ser humano ha intentado comprender los sueños. Los griegos creían que eran mensajes de los dioses, y Freud, en su psicoanálisis, los veía como una ventana al inconsciente. Pero para muchos de nosotros, los sueños son mucho más simples y a la vez más complejos: son una forma de disfrutar de lo que no podemos tener en la realidad.
El Sueño de la Streamer
Imagina que te encuentras con una figura pública, una streamer a la que sigues en redes sociales. Alguien famosa, con miles de seguidores que interactúan con ella diariamente. En la realidad, parecería imposible que esta persona llegara a notar tu existencia, pero en el mundo de los sueños, todo cambia.
En este sueño, la streamer te reconoce entre la multitud. La conversación empieza de forma casual, en un lugar que conoces: una tienda en la que ambos trabajan. Ella, entre risas y complicidad, te confiesa algo inesperado: siempre ha estado al tanto de tus mensajes, y de los miles de seguidores que tiene, tú eres el único que realmente le interesa. Lo que en la vida real sería solo una fantasía, en el sueño se convierte en una realidad tangible.
Este tipo de sueños nos permiten experimentar algo imposible: la atención, el cariño o la admiración de alguien que en la realidad ni siquiera sabe que existimos. El cerebro, de alguna manera, nos da esa satisfacción simulada, esa felicidad momentánea que en nuestra vida cotidiana no podríamos alcanzar.
Editado: 09.09.2024