Sueños Rotos

Capítulo 3

De la L a la M solo hay un paso. 

Estaba caminando por la orilla de la playa, veía el atardecer. Miraba lo sorpredente e inefable que se ve el sol reflejado en el mar, la calma que transmite... Era simplemente perfecto.

Pero mi burbuja de observación se vio afectada cuando choqué con alguien, y ese alguien alguien era nada más y menos que el chico que ignore en  la discoteca la noche que llegue.

-Disculpa, no te vi- le dije

-Siempre vas por ahí chocando con el mundo?- preguntó divertido

-El mundo choca conmigo, bro- eso lo hizo reír. GUAO! que risa!, era hermosa, él lo era

- Hoy también me dejarás con la mano tendida-

-Es posible- dije mirándome las manos - hagamos un análisis, vale?- lo escaneé de arriba hacía abajo con toda la calma del mundo y descubrí que era sexy, muy sexy. sus ojos eran de un negro intenso, nariz respingada, labios perfectamente carnosos; su tez clara pero obviamente bronceada por el sol, su cabello negro. Era mucho más alto que yo, su cuerpo estaba muy trabajo por el Gym. Llevaba una camisa azul cielo de mangas cortas desabotonada y unas bermudas playeras. Su sonrisa era un detalle digno de hacerle un altar, pero su voz? MANA, SU VOZ LO FUE TODO! es de esas voces que con tan solo escucharlas te voltean el mundo, pero no me adelantare, luego me salgo de contexto.

Él se carcajeo abiertamente cuando vio que lo observaba con tal descaro, yo simplemente ladee la cabeza y esboce media sonrisa.

-Bueno, hola otra vez, Larisa- me dio la mano en forma de saludo y yo la acepté.

-Hola, tu nombre es?- porque era obvio que él posiblemente sepa hasta el dia que nací, pero yo no sé nada de él.

-Me ofende un poquito que no lo sepas- arrugó la nariz al decir eso - soy Marcus Conrad.

Oh 

Dijo Conrad?

Traté de ocultar mi sorpresa al escuchar eso y sólo asentí.

-Disculpa, pero la verdad no tengo idea de quién eres - expresé en tono de vergüenza, él explotó en una carcajada.

-¿Conrand Media Group*?, ¿Peter y Annabelle? - Aunque por su apellido había deducido que se trataba de esa familia, escuchar esos nombres me sorprendieron bastante.

-¿Eres su hijo? - él asintió, acto seguido eché un silbido - pensé que eras más mayor, sin ofender.

-Oh, no! Me estás confundiendo con mi hermano mayor, Matthew. Es el que está involucrado en la empresa familiar - me límite a asentir.

Caí en cuenta que la playa estaba casi vacía, supuse que era el momento de irme.

Bueno, Marcus. Ha sido un placer saber ti, pero ya debo irme - me miró entre sorprendido y decepcionado. Me giré sobre mis pies dispuesta a irme cuando él me tomó del brazo dándome ma vuelta hacía él. 
Choqué contra su pecho desnudo y sentí como un escalofríos recorría todo mi cuerpo, una rara sensación... 
Él aflojó su agarré al ver mi expresión, estaba algo tensa y se alejo dos pasos. 
-Disculpa, Lara- me dice mientras rascaba su nuca - quería perdirte tu número, no conoces a nadie en la ciudad y sería bueno salir de vez en cuando. No importa la hora, sí tienes un problema o algo, aquí estaré - por unos segundos estoy sorprendida por esto y es bajo esa sorpresa que le doy mi número de celular. 
¿Estaba coqueteando conmigo? Soy mala para saber esas cosas.
-Bien, aquí tienes- le devolví su celular 
-Gracias- me dio un rápido beso en la mejilla izquierda y se echó a correr; cuando estaba varios metros alejado de mí se giró y grito - hasta luego Lara! - yo me sonreí sin mostrar los dientes y me fui. 
Una vez en el auto, analicé lo que había sucedido, como no puede reaccionar a tiempo en varios momentos, esa rara sensación que sentí ante su tacto. Larisa Walker no reacciona como boba! Creo que el aire americano me está afectando el cerebro.

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Después de salir de la playa decidí ir a un McDonald's a cenar y trabajar un poco desde el celular. Mañana tendré que ponerme al día.

Llegué a casa casi a las 10:00pm. Iba subiendo las escaleras cuando recibo una notificación, estaba por revisar que era cuando escuché pasos, levanté la vista y era mi hermana. 
-Escuché que peleaste con mamá y papá - dice cruzandose de brazos 
-¿es algo nuevo? - pregunté sin importancia retomando mi caminata y dejándola atrás 
-Viniendo de ti, no me sorprende - frené en seco y me giré para encarla. Me hubiese esperado un comentario así de cualquiera en esta casa, menos de mi hermana. 
-Si no te sorprende, no te metas. No tengo porque rendirle cuentas a una malcriada - ella abrió los ojos sorprendida, Naiyelin era de las pocas persona que trataba con cariño, pero sus palabras sonaron a Dominique y la fiera mal hablada que habita en mí salió. Sus ojos se llenaron de lágrimas y le iba a pedir disculpas, pero sus palabras fueron como una daga directo al corazón. 
-Mamá tenía razón, eres un caso perdido- pasó por mi lado terminando de subir las escaleras y se perdió en el pasillo. 
Respiré profundo y cerré los ojos. 
"Debí quedarme en Italia" 
Me repetí por varios segundos. 
Mi celular vibró esta vez indicando una llamada, veo la pantalla y es un número sin registrar, contesté.

-Álo?- 
-¿Problemas en el paraíso? - WTF? Era Marcús - Date la vuelta - automáticamente me di la vuelta y él estaba ahí, parado en el primer escalón de la planta baja. No entendía un carajo de porque estaba aquí, pero estaba guapo con lo que traía puesto, un traje gris, americana blanca con los primeros botones abiertos, su cabello peinado hacía atrás. Parecía un modelo de revista. Aún con el celular pegado a la oreja me dice 
-Quita esa cara de espanto, estoy aquí acompañado a mis padres- ahora entiendo. Él colgó, pero yo seguía mirándolo como idiota mientras él subía las escaleras hasta llegar hacía mí. 
-No quería ser metiche, escuché lo que te dijo tu hermana- suspiré con cansancio 
-Pues no lo seas- le dije en un tono frío, me giré para terminar de llegar a mi habitación. 
-Lara, espera!- él me siguió pero yo no me detuve hasta llegar a mi puerta, fue entonces cuando sentí que me tomó del brazo haciéndome girar hasta él... Bien, aparentemente esto sucederá mucho
Otra vez sentí la misma sensación rara de la playa, estaba demasiado cerca de él y podía olerlo, su perfume era exquisitamente rico. Casi me emboba pero mi enojo por todo lo que había pasado fue mayor y lo alejé de mí. 
-No vuelvas a hacer eso- le grité señalandole con el dedo 
-Lo lamento- levantó los brazos rindiendose 
-¿Qué quieres Marcús?, ¿por qué eres tan gentil conmigo? - estaba por entrar en un ataque de ansiedad, lo sentía en el cosquilleo que tenía en las manos y como éstas me sudaban 
-Solo quiero ser tu amigo, Lara - tenía una expresión genuina y le creí - sé que no haz tenido una vida fácil y estar aquí rodeada de personas que te tratan mal no te hace bien - cerré mis manos en un puño tratando de controlar mis nervios. 
-Mi padre te envió?, siempre hace eso, envía personas para "ser mis amigos" y es simplemente para asegurarse de que se haga lo que él diga - el me miró ofendido
-No, no estoy aquí por tu padre. Estoy aquí porque he escuchado por años como te han tratado solo quiero que no te sientas sola en este país. Es obvio que no confías con facilidad y que un desconocido para ti quiera entrar en tu vida de la noche a la mañana... Es normal tu reacción. - suspiro como si se hubiese quitado un peso de encima - me iré, creo que necesitas estar sola. Buenas noches, Larisa.




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