Capítulo 3; Abrahel

—Claudie, venga a mi consultorio por favor —el joven llamó a su secretaria, necesitaba salir en busca de información y dejar a alguien a cargo de Elissa. Se escucharon tres toques en la puerta —Adelante —dijo él anotando la dirección de la antigua casa de la chica.

Levantó la mirada al darse cuenta de que nadie entró ni respondió. Se puso de pie y fue hasta la puerta, la abrió pero no había nadie. Frunció levemente su ceño. Negó lentamente pues sabía que su vida ya no sería igual de ahora en adelante. Regresó a su escritorio.

—Joven ¿Puedo entrar? —Se escuchó la aturdida voz de la anciana, él asintió y observó mientras tomaba asiento—. ¿Qué se le ofrece joven Emer?

—Solo Emer —le sonrió amablemente a la mujer —Y necesito que me haga un favor... se quedará a cargo de Elissa por unos días —la anciana se movió incómoda en su asiento y bajó la mirada a sus manos —Solo se encargará de que reciba alimento, agua y que tome unos medicamentos que le dejaré, se que no va a tomárselos por su cuenta, así que se los disuelve en agua... eso es todo ¿Puedo contar usted? —La anciana asintió.

—Claro Emer y... ¿Por cuánto tiempo se va? —Preguntó la señora confundida.

—Tres o cuatro días por mucho... trataré de regresar pronto solo necesito investigar más —el muchacho le mostró una sonrisa suave y ella se la devolvió —Bien aquí está la receta de lo que le administrarás y más tarde te pasare algunas cosas que vas a necesitar ¿Bien?

—Sí Emer.

—Bueno, voy a mi casa y regreso más tarde —le dijo y se despidió de la señora.

Emer condujo hasta su casa, llegó y subió a su habitación. Tomó su cámara espía 24hrs, regalo de uno de sus amigos y bajó al sótano en busca de una valija pequeña.

Encendió la pequeña bombilla para lograr producir algo de luz "tendré que mandar a instalar unas lámparas" pensó el joven.

Buscó entre todo el desastre una valija pequeña y la encontró. También encontró un viejo álbum de fotos junto a un libro de hechicería. El joven se quedó confundido. Subió a la sala con la pequeña maleta, el álbum y el libro.

Decidió ver el álbum primero... él encontró fotos de mujeres embarazadas al parecer inconscientes. Familias completas y fotos de varios dibujos y símbolos. La piel se le erizó e hizo una mueca de desagrado.

Un fuerte sonido se escuchó en la casa. El muchacho pegó un brinco desde su lugar, dirigió su vista a donde se escuchó el ruido... venía del sótano. Su padre hace tiempo se fue y él vivía solo ahí y.... tampoco tenía mascotas.

Algo confundido y tembloroso decidió bajar a ver que causó el ruido. Llegando al último escalón logró percibir una sombra esconderse al fondo del pequeño cuarto... el cuerpo se le entumeció y se negó a seguir. Pasaron varios segundos hasta que logró moverse nuevamente.

Con cautela y silencio se dirigió ahí encontrándose con un par de ojos de un rojo fuego con una pequeña sonrisa ladeada. El chico deseó no haber bajado, quiso retroceder pero nuevamente su cuerpo no respondió.

— ¿Qui...qui...quien eres? —logró preguntar Emer con la voz mas aguda de lo normal. La silueta tomó forma, de las sombras salió una mujer de cabello rojo fuego, ojos completamente negros con el iris rojo sangre y piel extremadamente blanca. Él la miró fijamente.

—Hola Emer —la mujer lo tomó por la barbilla levantando aun más su cara y se puso a centímetros de él —Yo soy Abrahel —sonrió de lado —La Reina de los Súcubos —finalizó depositando un suave beso en los labios del muchacho. Emer no podía mover ni en musculo de su cuerpo, solo la veía pasearse frente a él.

El muchacho sintió liberarse de cuerpo completo, cayó boca abajo sobre el piso frío.

— ¿Qué quieres de mi? —Preguntó mientras lograba ponerse de rodillas, el cuerpo le pesaba y sudaba más de lo normal. Abrahel sonrió siniestramente. Al chico le causó un escalofrió en el cuerpo. La vio acercarse a paso lento, el contoneo de sus caderas lo distraía demasiado.

— ¿De ti?... todo Emer... yo quiero todo de ti —Abrahel lo besó y él sin poder rechazarla, aceptó. "No está bien" pensó el muchacho, la apartó y la apariencia de mujer bella y encantadora desapareció, tomando una forma bastante horripilante y monstruosa.