Jessie miraba con tristeza Como su hija cruzaba la puerta del avión. Para ella seria un año más sin verla,un año más escuchando solo su voz por el teléfono, un año más martirizándose por una promesa que ahora no sabia si debería romperla o no.
Sin ninguna señal de felicidad en el rostro, yeimy caminó por el pasillo con el regalo y su abrigo en la mano. Cuando ubicó su asiento se sentó al lado de la ventana y miro hacia fuera, su madre aún seguía parada en el mismo lugar como siempre lo hacía.
La primera vez que viajó a Finlandia fue con su hermano,y en las seis ocasiones que viajó, él se sentaba a su lado, conversaban sobre qué harían llegando a Varsovia. yeimy como siempre decía que quería un libro de constelaciones de estrellas pero cuando bajaban a tierra firme, ella solo quería ir a casa lo más rápido posible.
Luego había tenido que acostumbrarse a viajar sola y sentarse sola.
El pasado le traía nostalgia, suspiró suavemente y volvió en sí. su madre seguía mirando el avión, luego rebuscó algo en su bolso y se fue.
Yeimy se sintió algo extraña miró a su izquierda y el asiento de al lado estaba nuevamente vacía, con tristeza pegó la mirada hacia arriba y cerró los ojos, sintió que alguien se sentaba en aquel lugar vacante, pero no abrió los párpados, se sentía más cómoda sin hacerlo.
Además no quiso saber quien tomaba el lugar de Sam. estaba segura que se disgustaría mucho.
Se mantuvo así por un rato, hasta que se sobresaltó de susto cuando la voz de la aeromosa tronó por el altavoz informando las precauciones antes del vuelo. Respiró bruscamente por unos segundos muy incómodos, después volvió a pegar la espalda al asiento cuando recordó que había alguien a su lado, inhaló y exhaló muy despacio hasta tranquilizar su pulso.
_¿Estás bien?_ la voz vino de su lado.
El sonido le causó asombro, no sabía si era por su sonido suave o porque la voz le había sonado ya conocida.
Se separó del asiento y asintió sin voltear el rostro por un momento, luego se animó a ver quién era. Un chico común y corriente la miraba con sus pupilas oscuras. Él movió un poco la cabeza pero yeimy se quedó mirándolo, volteó su mirada como si sus ojos esmeraldas lo hubiesen herido.
_¿si te da miedo viajar porque lo haces?_ le preguntó seriamente.
Ella no contestó, sólo volteó la mirada hacia la ventana, la ciudad se hacía más pequeña a cada segundo, trató de localizar su casa y la de Kate sin tomarle importancia a su acompañante tampoco quiso mirarlo.
Su cuerpo se estremeció cuando habló con voz más fuerte.
_¿siempre viajas sola?
_¿quién eres?_ preguntó casi a la defensiva.
_¿siempre viajas sola?_ volvió él a preguntarle.
No se sentía cómoda, aún así tenía que controlarse para no volver a pasar por la misma situación de
cuando ella tenía ocho años.
Abrió los labios lentamente y pronunció en un susurró.
_no viajo mucho, antes...... y quien_ una fragancia extraña la estaba
mareando y dando sueño.
_ me llamo Evhan_ Cuándo acabó la miró a los ojos, como si esperase algo de ella y luego miró al techo, cerró los ojos decepcionado por esperar algo que ni siquiera él sabía,era estúpido Sí, pero, él tenia que llenar su propio rompecabezas algún día. Era la única forma de saber qué es lo que había pasado años atrás.
_ Que suerte, no es común por aquí_ ella, ya no podía oírlo.
_el tuyo ...tampoco_ dijo sin siquiera saber lo que acababa de decir, de todas formas yeimy no lo oía.
La había estado observando durante dos meses sin que ella se dé cuenta, y también ya había pasado cuatro veces por el mismo suceso. esta vez el añoraba que fuese diferente.
_eres raro_ Evhan la miró con una mirada única, mientras que yeimy pegaba la mirada al techo y cerraba los ojos pronunciando algo muy confuso como si algo le doliera.
Entonces sus dudas se fueron, y supo quién era ella sacó su abrigo negro y la cubrió.
Un pasajero la despertó para que bajara, ni siquiera había tenido ningún tipo de sueño y ya habían llegado a Finlandia. se puso su abrigo color violeta y salió del avión se sentía extraña y no podía explicarlo, se alejó del avión en medio de las personas que también hacían lo mismo.
Estaba contenta por haber podido entablar una casi conversación sin sentirse acorralada.
Años atrás, yeimy había lastimado a una compañera de clase. Ella se encontraba cómo siempre en su pupitre y como siempre un grupo de compañeras de su edad comenzaron a tratarla mal, mucho más peor como solían tatrarla, simplemente yeimy no pudo soportarlo más y perdió el control. Al darse cuenta, su acosadora ya estaba tirada en en piso con el cuello completamente morateado, pero viva. Desde aquel fatídico día se la pasaba cambiándose de colegios.
Llegó a la salida del aeropuerto y su tío Brams la estaba esperando con un letrero que decía "Sam y tío Brams te dan la bienvenida". yeimy sonrió y se acercó, su hermano no estaba en el auto.
_ Hola yei, bienvenida_ la abrazó_ debes estar cansada.
_ no lo estoy_dijo sinceramente sin intenciones de contradecirlo.
_¿Sam no vino?_ preguntó mirando el auto.
_ dijo que quería dormir.
Ella sabía lo flojo que era su hermano.
En el transcurso,yeimy contempló que la ciudad seguía con el mismo clima. Los árboles estaban cubiertos de nieve al igual que la carretera, el cielo grisáceo era como el pan de cada día el mayor tiempo del año. suspiró y esperó.
Llegando a casa se encontró con una trampa, alguien había amontonado nieve en la entrada. Tres minutos después, estaba atascada por la nieve, su abrigo se había hecho pesado. Su tío ya había ingresado a la casa y a ella Sólo unos pocos metros la alejaban de la puerta.
_¡Jeeey, bienvenida!_alguien gritó del segundo piso de la casa.
Cuando Yeimy levantó la vista no tuvo tiempo de esquivarlo, una zapatilla voladora se dirigía a ella dando giros a toda velocidad hasta que la golpeó en la frente. Dió un grito ahogado por el dolor y cayó de espaldas.