Durante todo el descanso anduve con mis amigos, sin dejar de pensar en la clase siguiente que era un repaso de Álgebra y el maestro había pasado para advertirnos durante el receso. Me daba dolor de cabeza de solo pensar en tantos números algo en lo que yo no servía aunque lo intentar. Al tocar el timbre y regresar nuevamente al salón, la chica aun no había entrado y el profesor empezó la explicación sin percatarse de que había un espacio vació, mas o menos a los cinco minutos entro al salón sin decir palabra, paso al lado de mi y de repente por todo mi cuerpo recorrió un escalo frio. Se sentía una negatividad tan grande pero no le tome la suficiente importancia, solo me quede atento escuchando la clase.
En las dos ultimas clases todos estuvimos hablando por murmullos, pues, la energía de aquella chica era fuerte, ella pasaba con la cabeza agachada, sus manos extendidas en el pupitre solo escuchando la clase y mirando de reojo a los que la miraban. Casual mente, nos habían dejado un trabajo en grupo. El profesor me había puesto como compañera a esa chica ya que me había quedado solo, también por que Erika se junto con una de sus amigas. En la salida me le acerque tratando de verme lo mas relajado posible para coordinar el lugar donde quedaríamos para hacer el trabajo y la hora.
_ Oye, tu.
_ ¿Qué quieres?.
Me fulmino con su mirada aunque trate en lo posible que no me intimidara y seguí la conversación.
_ ¿Dónde quedaremos para hacer el trabajo?
_ En el centro comercial, llega temprano. No tengo paciencia para esperar a basuras como tu.
_ Y, ¿te doy mi numero?
Saco de su mochila una libreta, mire de reojo la otra libreta negra dentro de su mochila, junto con esta saco un bolígrafo y me los extendió, lo tome en mis manos para anotar mi numero en un espacio en la primera hoja para regresárselo inmediata mente, ella lo metió en su mochila, nos quedamos en silencio solo mirándonos sentía como si entrara en mi cabeza y leyera mi mente, era un poco difícil mantenerle la mirada. Minutos después siguió su camino hacia la entrada para tomar uno de los taxis e irse.
Erika_ ¿Qué hacías hablando con esa chica extraña? bueno, no me importa, vamos tengo que llegar a casa temprano pues _se acomodaba el escote_ no están mis padres y no se, podemos hacer cosas malas.
_ Te llevo pero no puedo quedarme, tengo cosas que hacer esta tarde.
Erika_ te quedas un ratico, el tiempo que perderás lo valdrá y después haces lo que tengas que hacer.
_ No puedo, el tiempo que perdería es valioso Erika. Quizás si fuera con alguien distinto, pero no es el caso.
Erika_ Y tu, ¿desde cuando hablas como un cobarde? Me estas diciendo que tienes miedo.
_ El trabajo es importante, el año debe empezar bien y yo si me quiero graduar. Que tu vallas a perder el tiempo ya no es cuestión mía, que te lleve alguna te tus amigas.
Erika_ Me llevara mi novio y ese eres tu. Quieras o no, ya no me importara si te quedas en mi casa luego que me dejes, no es raro que me quede con las ganas -Se enojo-.
_ Entonces súbete al auto para llevarte -Alce el tono de voz-.
Me obedeció furiosa, su actitud demandante y creída a veces me sacaba de casillas. El sol era muy fuerte el día de hoy, pero las nubes grises habían quitado esa belleza y el viento avisando que se avecinaba una tormenta.
Durante el camino seguimos discutiendo, no le permití que intentara convencerme para quedarme en su casa y aun cuando me había ganado una bofetada sin razón la lleve y la deje en la puerta de su casa para irme con rapidez luego de mantener la calma en todo el camino para no gritarle sus tres verdades.
Erika_ Vete al diablo.
_ Gracias, le mandare tus saludos de paso.
Erika_ Desgraciado.