Flashback...
Estaba en mi habitación bastante tranquila escuchando música. Vivía sola hace un par de años, mis padres habían muerto por lo que solo quedábamos yo y mi hermano, debo decir que había un problema, mi hermano me odiaba, un odio injustificable ya que no le había hecho nada pero, decía el que yo los había matado por lo tanto también se quería vengar de alguna forma de mi.
Hace un par de días cometí otro error que agregaría a la lista, un error que me costaría me había comunicado con la novia de mi hermano concientizándola que ella se merecía una persona mejor, entonces venían las consecuencias por un buen acto, llego borracho a golpear muy fuerte la puerta de mi casa, algo que no hacia hace un par de meses le abrí luego de respirar hondo, entro y me empujo; caí al suelo golpeándome muy fuerte con una mesilla que se encontraba a unos pocos metros detrás de mi, me levante sobándome la cabeza y comenzó a discutir.
_ ¿Qué pasa contigo?, por que metes las manos en lo que no te importa.
_ ¿De que me estas hablando Rayan?
Rayan_ No se donde conseguiste el número de mi mujer pero, nadie te pidió que te metieras en mi vida. Termino conmigo por tu culpa.
_ Ah, ¿solo por eso vienes? ¿por que te preocupas? Tu mismo sabes que ella merece a alguien mejor que tu.
Rayan_ Claro, envidia por que estas sola y nadie te quiere por ser una basura.
Se puso violento y me fui corriendo al segundo piso para tomar aunque fuera mi mochila, me zafe de sus agarres, al tratar de salir pude esquivarlo de alguna u otra manera, aunque recibí un golpe no solo cuando llego, también antes de irme y ahora estaba aquí en esta oscura habitación, con un chico que apenas había conocido.
Fin del Flashback
Brayan_ Perdón, no quería incomodarte
_ pero, lo hiciste contento.
Brayan_ Y, ¿tu familia?
_ Considero que eso no te incumbe.
Brayan_ Dejame saber algo de ti.
_ Brayan, por favor mejor quedate sin saber es lo mejor para ti.
Me di vuelta nuevamente para mirar a la pared, las lagrimas se resbalaban por mis mejillas de solo pensar sobre cicatrices que aun no se curaban. Llore en silencio hasta dormirme esa noche, no hay nada mas doloroso que eso nadie se merece dormir con lagrimas en sus ojos.
Al día siguiente desperté con el fastidioso sonido de la alarma, busque la mesita de noche con mi mano derecha y lo detuve. Me levante sobándome los ojos y dando un gran bostezo, no tenia ropa para este día, fue una fortuna que hubiese tomado la mochila con el cuaderno sin que Rayan tuviese la oportunidad de detenerme, no se que me colocaría ahora en la mañana para ir a la escuela aunque no me molestaría ir con la misma ropa. Estaba muy oscura la recamara y helada, apenas podía ver, desde abajo se escucho el grito de la madre de este chico llamándolo con un tono furioso.
_ ¡Brayan!
Este apenas levantándose se estiro con el mayor de los esfuerzos y se dio la vuelta para mirarme mientras me sentaba al borde de la cama.
Brayan_ Buen día hermosa.
_ Que halagador pero, mejor podria solo ahorrartelas.
Brayan_ ¿trajiste ropa?
_ Creo que si hubiera planeado traer ropa, no te parece que hubiera traído pijama por lo menos.
Brayan_ Si tienes razón pero tranquila, yo te presto alguna de mis camisas por lo menos.
Restregándose los ojos se levanto, se acerco a levantar las persianas y luego fue hacia el armario para sacar una camisa roja a cuadros para colocarmela con los jeans del día anterior. Se quedo mirándome unos segundos y luego salió de la habitación para responder al llamado de su madre, me dirigí al baño, me duche rápidamente y al salir me mire en el espejo de cuerpo completo con apenas los jeans puestos antes de ponerme aquella camisa, mire mis cicatrices, saque mi navaja escondida en el bolsillo de mi chaqueta que aun estaba colgada en la puerta del baño y me hice un corte no muy profundo aunque tampoco tan superficial, un corte limpio, tome papel higiénico para limpiar y me la presione hasta que la sangre se detuvo aunque no me la limpie del todo, dejándola así me puse la camisa y salí del baño, me coloque los tenis, la chaqueta y tome la mochila, en el momento que iba a salir escuche mi nombre desde abajo.
_ ¡Xendra querida baja a desayunar!
Baje a la cocina, encontrándome a la madre de Brayan y a su hermanita, ya desayunando.
_ Buenos Días.
_ Buenos días linda, ven siéntate, ya te sirvo.
Me senté al lado de la hermanita de Brayan, nunca en mi vida me habían servido el desayuno, o bueno mi madre muy rara vez hacia desayuno. Mis padres pasaban ocupados y siempre estaba con Rayan y la nana que le pagaban lo que le pagaban hasta mas de lo necesario por que nos cuidara. Ellos siempre sacaban la excusa de que lo hacian por mantener este estilo de vida lo cual me enojaba, les importaba mas su vida laboral que sus hijos, nunca sacaban tiempo para nada.
Siendo así cuando estaban en casa nos miraban para regañarnos o pedirnos que los dejáramos en paz. Cuando ellos dos se daban tiempo era para pelear, mi hermano me cuido y estuvo a mi lado hasta que llego el día del tragico accidente donde mis padres perdieron la vida ese día, Rayan me juro que se iba a cobrar su mierte, en el funeral ni me miraba, ni me dirigía la palabra, sabia que ahora me tocaba a mi sola con lo que viniera, no tenía la edad para pedir mi parte de la herencia, ni otros familiares a quienes pedirle el apoyo, me tocaría dificil como el defenderme hasta de mi hermano algo que no me esperaba, solo recuerdos oscuros tengo que sean claros, son pocos los recuerdos felices.