Capítulo 12: Tercera Misión. Demonio

Después de unas horas de haber concluido el enfrentamiento con los cañones y haber tomado el ayuntamiento, la misión había llegado a su fin, se acabo con todos los soldados enemigos, los paramilitares escaparon y el ayuntamiento fue tomado por Gisto, ahora controlaba el 100% de la cuidad, era la victoria, menos para los ciudadanos, porque miles de personas fueron hechas prisioneras y otras tantos se quedaron sin familiar con que socorrer.

Marien: ¿Qué pasa? no puedo entrar en forma Ángel.

Lalon: es lo que creí, para iniciar tu forma Ángel necesitas de un CuasiAngel, en este Caso Tionkkas. Ademas parece que tiene su limite de tiempo.

Numeral: eso lo probaremos en el Laboratorio.

Marien: ¿Qué? (con una cara de preocupación).

Al final del segundo día de la misión los soldados de Gisto estaban listos para irse.

Varios equipones se encargaban de hacer rehenes a los ciudadanos, y un equipo encargado de llevarlos vendría luego por ellos.

Tionkkas: no hemos tenidos tantos esclavos en años. ¿… hmmm…? (giro la mirada) Miren dejaron a un esclavo parado.

En efecto, todos estaban por la salida de la ciudad pero en ese justo momento, había un esclavo alejado de los demás, tenía una camisa negra y un pantalón Rojo.

Un Capitán de Gisto: ¡ehh tu! muévete o quieres Morir…

Fue totalmente inesperado, el hombre de pantalón rojo tenía dos pistolas en las manos con ellas le dio un doble disparo al capitán el cual cayó muerto.

Fue una sorpresa total, todos los soldados corrieron para atacar al hombre rojo, es más, lo lograron abrazar para doblegarlo, pero este extraño ser con una fuerza descomunal los mando a volar por los aires…

Tionkkas: Todos disparen…

Lalon: no espera, déjenlo. Eso no es un hombre…

Los soldados de Gisto se calmaron. El hombre extraño estaba frente a ellos.

Lalon: eso no es un hombre… es un demonio…

El cabo Lalon se desplomo en el suelo.

Marien: mi cabo.

Numeral: Marien él ya ha tenido demasiado trabajo hoy. Todos estamos exhaustos como para pelear contra ese Demonio.

El Demonio: los paramilitares no son los únicos a los que deben hacerle frente…

El demonio retrocedió perdiéndose por las calles. Había escapado.

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Después de eso el cabo y todos los equipos de Gisto regresaron a “Casita” con rehenes.

Mientra llegaban otros equipos que se encargarían de sustraer a todos los ciudadanos.

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Al día siguiente de que los soldados de Gisto abandonaran la pobre y destruida ciudad de Mioshiogio, solo quedaron de pie aquellos niños que no tenían una figura paternal quien tendiera lla mano.

El chillido de los niños se escuchaba por toda la ciudad, cada esquina, cada alcantarilla, cada habitación, cada iglesia, cada automóvil, cada pilar de escombro y cada cadáver, de cada uno de ellos emergía un llanto joven.

El demonio que había atacado al capitán de Gisto se aproximó a un niño que solo observaba a sus dos padres, los dos colgados de una ventanas y sujetos por extremo de una sola cuerda. Ambos con los ojos sin vida mirando el amanecer.

El niño lloraba, al ver todo su hogar y familia destruida.

El demonio llego hacia él y lo abrazo.

El niño: suéltame.

El Demonio: no lo hare.

El niño: te digo que me sueltes.

El Demonio: acaso hay alguien mas de quien puedas sostenerte, soy el único que te escucha.

El niño: esto no es divertido.

El Demonio: no, como tu acompañante te digo que no, pobre niño.

El niño: ¿Qué quieres?

El Demonio: yo quiero lo que tú quieras.

El niño: … …

El Demonio: dilo, sino te ignorare.

El niño: yo quiero… no…

El Demonio: esa respuesta está en todos los niños de esta ciudad.

El niño: quiero acabar con los seres que hicieron esto (miro hacia arriba) y a mis padres.

El Demonio: claro, claro, yo te enseñare.

El niño: ¿Cómo?

El Demonio: muy mal primero deberías de preguntar cómo me llamo. Soy el Tercer Demonio.

El niño: mi nombre es Chamuel.

Esos dos cadáveres colgados correspondían a la pareja asesinada por V-Sarah y Numeral los dejaron ahí con motivo de “se ven mejor con el sol de la mañana”.

Tercer Demonio: pero no estás solo niño, tráeme a otros como tú, a todos los niños de la cuidad y juntos buscaremos a los causantes de esto, les mostraremos un dolor superior al que tu sientes ahora.