Sultana de mi corazón

II

Al despertar, le dolía mucho el vientre y se sentía mareada, el recuerdo de lo que ocurrió había llegado a ella.

- ¿Cómo están los príncipes y las sultanas? –fue lo primero que vino a su mente, esperaba todos estuvieran a salvo.

- Gracias a Allah, todos están sanos y salvos con sus manos, el príncipe Bayezid quiere verte, un Ağa le informará que despertaste –dice la médica mientras le acerca un poco de medicina, saber que estaban bien le hacía sentir mucha paz, había crecido con esos pequeños, los adoraba.

- Su alteza –escucha hablar a las médicas, intenta sentarse para hacer una reverencia al príncipe y a la Sultana Huricihan.

- No es necesario –dice el príncipe alzando una mano para que la muchacha se detenga–, no tengo como agradecerte lo que hiciste, puedes pedirme lo que desees y te lo daré –dice él serio, ella niega.

- Saber que están bien es lo único que deseo su alteza –dice inclinando la cabeza.

- He informado de esto al Sultán, enviará a alguien para investigar el incidente, habrá guardias afuera de tu puerta, en caso de que el asesino regrese para silenciarte –dice serio, ella asiente.

- No le vi el rostro, pero recuerdo haber visto un tatuaje peculiar, quizás si alguien lo dibuja, podamos encontrar al culpable –dice ella bajo, el medicamento comenzaba a marearla de nuevo.

- Sí, por ahora debes descansar –dice él girándose a la médica–, si algo le pasa, será tu responsabilidad –la médica asiente, ella sentía sus ojos cada vez más pesados, así que había terminado por dormirse.

No sabía si era por el medicamento o porque, pero en su estado de inconsciencia podía ver al príncipe Cihangir, estaba junto a ella y tomaba su mano de manera delicada. Tenía una mirada suave y estaba bastante segura que su abrazo también lo sería.

Suspira abriendo los ojos, estaba en la enfermería y no había rastro de nadie salvo la médica, debió suponer que todo era un sueño, las criadas como ella sólo eso podían hacer, soñar y anhelar que algún día serían llamadas por el sultán, o por alguno de los príncipes, aunque ella sólo soñaba con uno de ellos, el más joven pero también sabio, su alteza, el príncipe Cihangir. Casi siempre lo escuchaba de lejos, no había tenido el valor de acercarse, así que sí, sólo en suelos podía pasar.

 

 

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Huricihan o Yijan, sería la pronunciación en la novela.



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En el texto hay: principes, amor, sultanas

Editado: 04.02.2022

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