VII

Me había acercado a ellas con la ira recorriendo mi cuerpo, si se atrevían a decir algo más sobre su alteza, el príncipe Cihangir, entonces no podría contenerme, sólo Allah sabía que no mentía.

- Te prohíbo que te expreses así de su alteza –digo parándome frente a ella.

- No lo haré, porque es verdad, no sé como soportaste estar toda la noche con él –dice con asco, respiro profundo antes de darle una bofetada.

- Te dije que no te expreses así de él –digo casi a voz de grito.

- A sus órdenes Sultana –dice antes de abalanzarse contra mí, comenzamos a pelear, esta no sabía que tras haber peleado con un hombre armado, ella no sería problema para mí.

Logro girarme y quedar encima, comienzo a lanzar puñetazos, intenta detener mis manos, entonces la cojo del cabello y comienzo a pegarle contra el suelo, nadie hablaría de su alteza, al menos no en mi presencia.

- ¿Qué pasa aquí? –escucho la voz de una encargada del harén, sin embargo, no dejo de pegarle–, ¡Ağas! –escucho que grita, pronto varias manos me alejan de ella, por mi bien no me resisto y dejo que lo hagan.

- ¿Qué está pasando aquí? –escucho la voz de la señorita Afife, así que hago una reverencia.

- Ella me ha atacado sin razón –se apresura a decir Bahar, no podía esperar menos de esa sucia víbora.

- No es verdad señorita Afife –digo alzando la vista–, dile Bahar, dile a la señorita Daye que te parece muy bien llamar monstruo a uno de los príncipes –digo alto, ella se sonroja debido a la vergüenza.

- No es verdad, jamás hablaría así de un príncipe –dice ella negando.

- Todas aquí te escucharon, como te burlabas –digo lo bastante fuerte.

- ¡Atención! –escucho decir a Sümbül Ağa–, la Sultana Hürrem –hago una reverencia, observo de reojo como todas le abren pasó.

- ¿Qué ocurre señorita Afife? –dice mirándonos a todas.

- Estas señoritas estaban peleando –dice ella mirándonos a Bahar y a mí.

- Sultana –digo sin alzar la vista–, ella ha dicho cosas horribles sobre su alteza, el príncipe Cihangir, lo ha llamado monstruo –digo mirando mal a Bahar, ella palidece al instante.

- N-No es así Sultana –dice con voz baja.

- Te reconozco –dice viéndola a ella–, hace poco te envíe a los aposentos de mi príncipe, y él no estaba nada feliz –dice con fría calma–, perdone esa falta señorita, pero esto –dice mirando a la señorita Afife–, ¿quién te crees para hablar así de un príncipe? –dice con voz fuerte–, quiero que la encierres en el calabozo tras darle 15 azotes, después de eso quiero que la expulses –sentencia con frialdad.

- Perdóneme Sultana, por favor –dice ella suplicante, 2 Ağas se acercan a ella y la toman de los brazos, podía escuchar sus gritos mientras era arrastrada.

- En cuanto a ti señorita Aysel, espero no se repita una situación como esta –me mira atenta.

- No se preocupe Sultana, eso no pasará –la veo asentir, hago una reverencia antes de verla salir del harén.