sumisa a tus deseos (retirada)

capitulo 1

 

Ya aterrizó en la ciudad de Riad, me encontré caminando por el pasillo respirando el aire caliente de donde nací, ha cambiado mucho, pasó mucho tiempo desde que deje mi vida de mujer oriental, por ser una simple mujer americana; me dirijo hacia la salida y me encuentro al chófer de mi padre con un cartel de bienvenida, me acerco a él, y lo saludo con cordialidad y alegría.

 

-Salam maeak Bhair (la paz esté con vosotros Bhair) - lo saludo con un beso en la mejilla.

 

-Wamiek aydaan ansat Rany (y con vosotros también señorita Rhani) - dice con una enorme sonrisa en la cara - Mejor que nos marchemos, su familia la espera querida niña.

 

-¡Por supuesto! - Murmuro nerviosa- que raro que no vino mi madre-pregunto, ya que conociendo lo intensa que es, era para que estaría aquí. 

-Ella ha estado muy ocupada en los preparativos de la boda, además el señor no se encuentra en casa, y ya sabe cómo es su madre, nunca sale sin su permiso- responde, me encojo de hombros.

 

-Cierto- murmuro pensativa, hasta que- espera dijiste ¡boda! ...- pregunto un poco desconcertada, mi madre no me había dicho nada cuando hable con ella, no hace unos días atrás.

-Usted no lo sabe- me pregunta incrédulo.

 

-No ... Y quien se casa- pregunto nerviosa, ¡por favor que no sea yo !, murmura mi yo interior, casarme seria mi ruina y más ahora cuando mi vida va tan bien.

 

-Bueno subamos al auto- omite mi pregunta, el hombre tenía la puerta y nos adentramos en ella, él en el piloto y yo en la parte de atrás, nos ponemos en marcha, mientras me distraigo viendo los grandes edificios que pasan con rapidez.

 

Me remuevo incomoda en el auto, después de unos minutos decido preguntar -Y entonces me piensas decir, ¿quién se casa? ...

-Sus padres organizaron el matrimonio de su hermano Bezalet, con la hija menor del señor Mohamed Abdul- responde sin quitar su mirada del camino.

 

-Abdul ...- saboreo ese apellido, si son los que yo pienso, quiere decir que mi hermano se casara con la hija de uno de los hombres más ricos de Dubái Ellos no son los dueños hoteleros más prestigiosos de la ciudad de Riad y Dubái, y buena parte de otros países.

 

- Sí señorita su padre se hizo socio de esa familia y ahora el que dirige los edificios hoteleros es su hijo mayor, Amir Abdul-me encojo de hombros, no me sorprendió que mi padre le esperaba un muy buen partido a Bezalet.

-¡Valla !, no me lo esperaba Bahir, ¿sabes por qué mi madre no me dijo que mi hermano se iba a casar?

 

-No lo sé señorita Rhani, sabe muy bien que no me involucró mucho en la vida de su familia, ni en las decisiones de su madre, lo único que si le digo, es qué después de que se su caso, querrán casarla a usted tenso, es así cuando un tic en mi cerebro despierta.

 

-Ni por Alláh pienso casarme obligadoda, preferiría tirarme del rascacielos más grande que tenga Riad- el silencio se hace presente por unos minutos, sé muy bien que Bahir fue criado por las costumbres, y que una chica como yo diga tal cosa, es un pecado muy grande; es como un deshonor asía las leyes islámicas, una mujer musulmana no debe tener pensamientos equívocos sobre su nación de origen, porque se les fue criadas para una sola cosa,  "ser las esclavas de los hombres".

 

-¿Y cómo le fue estos años en ¿Dubái? - pregunta, después de un gran momento de silencio.

 

-De locura, estudiar trabajar a la vez es bastante tedioso, pero me acostumbre a esa vida, nunca usar el dinero que mi padre transfirió para mí- desde siempre me ha llevado a mi vida por mí misma, ser mujer es lo peor que le puede pasar a una persona que nace en esta religión, las mujeres no tienen valor alguno en esta tierra y más cuando son poseedoras de años de antepasados, solo en Dubái pude ser libre, allí era yo, sin reglas sin ataduras, y por supuesto sin ninguna tradición que seguir. Por lo que solo cuentos los minutos para volver a mi vida en Dubái.

 

-Me alegra mucho por usted señorita, aunque su ausencia en la casa a dado mucho de qué hablar- me encojo de hombros, era de esperarse, viniendo de una familia tradicional.

-Por qué lo dices- pregunto sin tanto interés.

 

-Lo digo por lo que ha pasado durante estos tres años, la familia de vuestros padres han estado en desacuerdo con su estancia en Dubái, piensan que una mujer sola sin protección va contra la religión, además creen que tenemos pocas opciones de que se case con un buen partido, todos la ven como la oveja descarriada de la familia.

 

-Me imagino- respondo, como odio a la familia de mis padres, su manera de pensar es tan machista- era de esperarse- vuelvo hablar, tan solo llevo unos pocos minutos y me dan un informe completo de todo lo que han dicho de mí , a mis espaldas.

 

Ya de media hora, llegamos a la residencia de mis padres, se abren las rejas negras, y empezamos a mover la mansión Abdaid, todo ha cambiado un monto, antes de que yo esté fuera de casa, solo estaba pintada de blanco, ahora solo tiene colores beige y vino tinto con pequeños detalles de dorado, llegamos a la entrada y Bhair me habré la puerta del auto, salgo con su ayuda, para luego verlo bajar las maletas, cuando ya estoy cerca de la puerta, suena mi teléfono, yo Paró para responder la llamada, cuando veo de quien se trata una sonrisa tonta aparece.

 

-   ¡HOLA Valería! como estas-   saludo efusiva, no tuve tiempo para avisarle que saldría de viaje, Valería es mi mejor amiga, ella es como la hermana que nunca tuve, y he sido un gran apoyo para mí, cuando más la necesita.

 

-Hasta que al fin me contestas dónde demonios te encuentra-  responde enojada, suelto un gran suspiro, miro el lugar donde estoy, y no puedo creérmelo, que enserio regrese al lugar donde nací, donde parte de mi infancia están marcadas en estas paredes.




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