sumisa a tus deseos (retirada)

capitulo 5

Amir Abdul .

Aun no puedo olvidar aquel beso… ¡Por primera vez en mi vida siento esto por alguien !, al principio cuando le comente a la señora Abdaid sobre su hija y mi interés por casarme con ella, solo tuve un solo objetivo; casarme con ella había sido y es una buena alianza entre familia, y también porque así callaría las insistencias de mi padre para que obtuve esposa; pero desde que sentí su toque y esos labios voluminosos sobre los míos, supe que no todo lo que perdió en un matrimonio obligado, ¡bueno, en mi caso !. La quiero porque me gusta, porque me encanta esos bellos ojos caobas, y eso que apenas solo han pasado una vez horas desde que ella choco conmigo, y conocí a la flamante hija de los Abdaid, su nombre y rostro siempre fueron un misterio para mí, su madre solo me había mostrado pequeñas imágenes de ella cuando era una joven chica,

 Toco mis labios mientras recuerdo cada detalle de su impulso al besarme, su sabor a menta y fresa, sus suaves labios curvados en un hermoso corazón fino y delicado, ciertas fracciones que hace en su rostro cuando algo no le gusta, es bellísima, atrevida aventurera y sobre todo una mujer apasionada.

¿Joder, cómo puede gustarme alguien que apenas conocí, como puedo sentir ese sentimiento de protección por una mujer que lo único que radica su cuerpo es pecado y peligro, una fiera salvaje que odia lo que es, lo peor de todo es que ella hace que mi corazón palpite de una manera tan enloquecedora, es como si solo ella supiera despertar en mi ese lado distinto de las cosas?

Mientras me fundía en mis pensamientos, soy interrumpido por la mujer que me dio la vida y bien hijo por ese silencio, acaso ya te ha arrepentido, por mí no hay ningún problema cancelar la boda ...

-No para nada ´um, solo pienso asuntos del trabajo- respondo cerio, sé muy bien que mi madre no le agrado la esposa que elegí, pero no se trata de lo que ella quiere si no de lo que yo quiero.

-Si por supuesto, puedo comentarte algo- la miro, ella solo hace la que nada le afecta, la que no le molesta nada y que simplemente es como una mujer musulmana tiene que ser.

-¡Dime! - pregunto, en mi mente llega Rhania de nuevo, su rostro irrefutable, esa mirada de recelo e incomodidad ante la situación que sus propios padres la han puesto.

-Pensé que era diferente- responde, el miro de nuevo, y arqueo una ceja.

-Que quieres decir- pregunto nuevamente.

-La muchacha, cuando hablaste de ella creí que era diferente, pensé que era como las chicas que te presentó pero vi que no es así, es exhibicionista rebelde no utiliza hijab como manda nuestras costumbres, y sus comportamientos son impulsivo altaneros y prepotentes, en serio quieres casarte con ella- pregunta séptima vez.

-Madre eso es lo que me gusta de ella, no es como las demás mujeres; su rebeldía se puede arreglar, al igual que su vestimenta, sé que a pesar de que es musulmana al igual que nosotros ella captara y aprender a que tiene que seguir las costumbres ahora que será mi esposa.

-Espero que no se te allá olvidado, el trato que teníamos- murmura.

-Que trató-pregunto sin darle importancia a lo que quiere, cosa que no son, con una esposa tengo más que suficiente.

-De que después de que te casos con esa mujer, te casarás con la prometida que elegí para tiempo tenso.

-Madre para que quiero otra esposa, yo me conformo con una sola. Además, yo no acepté ese compromiso, ni siquiera baba lo hice, tú fuiste la que impuso sin mi consentimiento, respondió seriamente dispuesto a no dar mi brazo a torcer.

-Si pero igual, antes de que conocieras a esa chica tú prometiste a su familia que te casarías con su hija ... - dice en un murmullo enojado.

-Y eso que madre, me da igual dile que conseguí a una mejor ... No lo sé, excúsate, a la última tú fuiste la idea de elegirme esposas, ni siquiera me informaste de ello, ella ni siquiera me gusta.

-Estas equivocado hijo, sería una vergüenza para la familia, además no hay ningún problema, por lo que noté hace media hora, he llegado a la conclusión de que la chica no quiere casarse contigo. No creo que ella tenga ningún inconveniente de que tengas una segunda esposa- me tenso.

-Y que te hace creer que ella no quiere casarse conmigo madre- recuerdo de nuevo ese beso que me dio.

-Muy fácil hijo, no viste la cara que puso cuando le dije que tú eras su prometido- me encojo de hombros.

-Tal vez, fue el impacto de la noticia tan repentina, recuerda que ella acababa de llegar de Dubái y que nunca podría tener que comprometerse tan rápido.

-Como mar… lo único que puedo decir que a los únicos que yo podría llamar nietos son a los hijos que tengas con Jazmine- responde obstinada.

-Madre por favor deja el ...

Señor ya hemos llegado- informa el chófer.

-Está bien - bajo del auto, al igual que mi madre.

-Pues vas a tener que empezar a querer a mi prometida Rhani- respondo firme a mi decision- porque ella va a hacer mi esposa y el amor de mi vida, la mujer que te dará muchos nietos así que no se discute más el tema-ella me mira seria, pero sabe hasta dónde debe pisarle la cola al león, por lo que no se atreve a replicar.

Su comportamiento me molesta, Karina siempre ha sido una mujer que le encanta dominar a sobre manera, pero ni padre ni yo toleramos sus faltas, entro a la casa dejándola a ella en la entrada, Subo a mi recamara y yo conseguí con mi hermana Kaila .

-Hermano vienes de la casa de mi prometido- pregunta nerviosa.

-Si hermanita como estas- beso su frente.

Bien, nerviosa y un poco alegre- responde sonriente y sonrojada.

-Qué bueno pequeña- ella me sonríe más.

-Y también un poco dudosa, no sé si le guste a él- murmura preocupada.

-Como dices eso- refuto- si eres preciosa, eres como una diosa egipcia, no tienes nada de que temer, además ya no tienes que soportar a mi madre-digo susurrando en su oído, ella sonríe.




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