Sunkai

Un día de luto

Al día siguiente, Juan está sentado en el sofá de su sala de estar, con una expresión sombría mientras mira las noticias locales en la televisión. El presentador anuncia solemnemente que hoy se llevará a cabo el funeral de 500 personas que perdieron la vida en la tragedia ocurrida el lunes. Una extraña explosión ha sacudido la escuela local, dejando a la comunidad devastada.

Las imágenes muestran una multitud reunida frente a la escuela, con lágrimas en los ojos y rostros llenos de tristeza. Se ven familiares y amigos consolándose unos a otros mientras llevan flores y velas para honrar a los que se fueron demasiado pronto.

Juan siente un nudo en la garganta mientras escucha los relatos de los sobrevivientes y los testimonios de los familiares de las víctimas. La tragedia golpea duro, y se pregunta cómo pudo haber ocurrido algo tan terrible en su comunidad.

Llega Martina, agarra el control y apaga la televisión.

No deberías ver eso - sugirió
Solo me estoy informando - contestó
Si pero ver eso te dañará el cerebro - dijo
Creo que deberíamos dejar que Neil haga de superhéroe - sugirió
¿¡Que!? - exclamó confundida para después sentarse en la mesa enfrente de el - ¿¡te volviste loco o que!? -
Solo digo que si Neil, nuestro hijo, puede estar afuera y ayudar, que lo haga - contestó
Pero le pueden hacer daño - dijo
Lo se, pero de una u otra forma se lo harán, emocionalmente y físicamente - dijo
Tal vez tengas razón, tenemos que pensarlo - sugirió
Así es - contestó.

Mientras tanto Neil se encontraba en su cuarto chateando con Luciana por su celular, este le comentaría que está castigado, esto extrañaría a Luciana por que eso nunca había pasado con Neil, tendría la duda del porqué, pero se quedaría con ella, le preguntaría a Neil si iba a ir a los funerales, Neil contestaría que si, chatearían un poco más, después de eso Neil dormiría, hasta la tarde, que su despertador sonó, haciendo que se levante para cambiarse para los funerales, se baña, se lava los dientes, se peina y se pone un traje de vestir negro y baja las escaleras al piso de la cocina, donde se encuentra con sus padres, Neil no les dirige la palabra solo toma una manzana, la lava y sale de la casa al porche, donde se sienta en las escaleras a comerse la manzana, su padre lo alcanza y se sienta a su lado.

hola - dijo
Lo siento no debí hablarles así - dijo cabizbajo para después darle un mordisco a la manzana
No, está bien fuimos un poco duros, entendemos solo querías ayudar - contestó
Si, pero les hable de una manera grosera - confesó
Ya no importa, vamos ya casi es hora de los funerales - dijo para después levantarse
Neil se levanta, y ambos entran a la casa, un poco más tarde salen de la casa y llegan a los funerales.

El día se vuelve nublado y sombrío, cientos de personas se reúnen en un cementerio vasto y silencioso. La atmósfera está cargada de tristeza y pesar mientras familiares y amigos se abrazan, compartiendo su dolor mutuo. El sonido de los sollozos se mezcla con el murmullo del viento entre los árboles desnudos. Un sacerdote, con voz entrecortada por la emoción, pronuncia palabras de consuelo mientras 500 ataúdes son bajados lentamente a la tierra, cada uno representando una vida perdida. Las lágrimas fluyen libremente mientras las personas se despiden de sus seres queridos en un acto de duelo colectivo. La tristeza y la desolación se palpan en el aire mientras el cortejo fúnebre se despide, dejando atrás un mar de corazones rotos y recuerdos perdidos.

Un chico de 16 años de una apariencia juvenil y vigorosa. Su cabello castaño cae en mechones desordenados sobre su frente, con algunos destellos dorados cuando la luz lo golpea. Sus ojos verdes son como esmeraldas brillantes, centelleando con curiosidad y vitalidad. Su rostro refleja una mezcla de inocencia y determinación, con mejillas ligeramente sonrojadas y una sonrisa tímida que ilumina su expresión. De estatura media y complexión atlética, su postura es erguida y confiada, mostrando un aire de seguridad en sí mismo mientras navega por la adolescencia.
Este se acerca a Neil.

Hola Neil - dijo
¿Alex? - cuestionó extrañado después de voltear
(Si, es el mismo Alex de Foxman)
Hola amigo - dijo con una sonrisa para después abrazarlo
¿No estabas enfermo? - preguntó extrañado separándose de Alex
Si, pero ya me cure - contestó - igual que coincidencia haberme enfermado para esos días - dijo
Lo se, pero no para ellos - dijo serio mirando a las familias
Si, eso es otra cosa, esta horrible - contestó
Si, muchos de ellos eran conocidos, otros casi amigos, y profesores - dijo
Si, una gran pérdida - dijo poniendo su mano en el hombro de Neil

Neil, no lloraba solo se enfadaba más por que no pudo hacer nada, pero en ese momento su padre se acerca y le dice con la mirada que puede volver a entrenar, Neil sonríe y vuelve su atención al funeral.




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