Sunkai

S.O.S.

Neil se levantó, un poco más motivado por la charla que tuvo con su padre. Se dirigió al baño con paso decidido, pero una vez frente al espejo, su reflejo le devolvió una mirada ansiosa. Mientras se cepillaba los dientes, una oleada de pensamientos negativos invadió su mente, como un torbellino fuera de control. El corazón comenzó a latirle con fuerza, sus manos temblaban y el aliento le faltaba. Neil apoyó una mano en el lavabo, intentando recuperar el control, pero la sensación de pánico lo envolvió con fuerza. Tuvo que apoyarse en la pared mientras luchaba por recuperar el aliento, tratando desesperadamente de calmar su mente agitada.
Después de un tiempo logra recupera el control y se levanta, se termina de lavar los dientes y baja al comedor donde se sienta a desayunar sin ánimo de nada, checa el celular, y Luciana sigue sin contestarle.

Todavía no te contesta eh - dijo su padre mientras desayunaba
No - dijo hundido en su tristeza y comiendo sin ganas
Tranquilo hijo ya contestará - dijo
Eso dijiste ayer y aún no lo hace - dijo todavía triste
Ten paciencia, lo hará créeme - avisó mientras lo miraba y dejaba de desayunar
Espero que sea cierto - dijo para después seguir desayunando.

En casa de Luciana, tocan el timbre, está sintiendo varias emociones, pensando en quien sera la persona que se encuentra del otro lado, creyendo que podría ser Neil que fue a buscarla y su corazón se acelera mientras se acerca a la puerta, y cada vez más mientras su mano se acercaba a la manija, y al abrirla se encuentra con Alex, sintiendo decepción en lo mas fondo de su ser

Oh hola - dijo desanimada
Hola Luci - dijo agradablemente con una sonrisa
¿Qué haces aquí? - preguntó intrigada
Pues vine a verte, Neil me dijo que no le hablabas - contestó
¿Y qué veniste en su lugar? - cuestionó todavía desanimada recargándose en la puerta con los brazos cruzados
No como crees, solo te vine a sacar de tu casa y a escuchar, si quieres - contestó para después darle una sonrisa
Claro por que no - dijo después de agarrar un suéter, avisar en su casa y salir con Alex.

Estos van a un parque, donde caminan uno al lado de otro sobre la acera, una sombra pasa rápidamente por los cielos, como si algo o alguien los acechara

¿Qué fue lo que paso? - preguntó Alex intrigado
El se comportó mal conmigo en la noche de navidad - respondió
Claro, era el día que sus padres se iban a conocer - recordó
Si, el se escapo de la cena - dijo
Espera - dijo deteniéndose - ¿me estas diciendo que Neil se fue en un momento que el sabía que era importante para su ambos? - cuestionó extrañado
Así es - contestó deteniéndose
Eso es muy raro Neil nunca haría algo como eso - dijo extrañado
Lo se, el ah estado raro los últimos días - dijo
¿Raro como? - cuestionó
Pues a tenido discusiones con sus padres y lo han castigado - respondió
¿Neil discusiones con sus padres? - cuestionó extrañado
Así es - contestó

De repente, Pyrrktaan aterriza detrás de Luciana con un estruendo que sacude el suelo. Alex, sorprendido, abre los ojos como platos al ver la imponente figura de la criatura. Luciana, al notar la reacción de Alex, se voltea confundida y al instante comienza a temblar al darse cuenta de la presencia amenazante detrás de ella. Pyrrktaan, con una sonrisa malvada dibujada en su rostro, levanta una mano y, con un movimiento brusco, genera una onda de aire que lanza a Alex por los aires. Alex se estrella violentamente contra un árbol y cae al suelo, quedando inconsciente.

Luciana, paralizada por el shock, apenas puede reaccionar cuando Pyrrktaan se le acerca rápidamente. La criatura la agarra con fuerza y se la lleva a toda velocidad hasta un edificio viejo y abandonado. Al llegar, Pyrrktaan lanza a Luciana al suelo con un movimiento brusco. Luciana rueda por el piso polvoriento, golpeándose y quedando aturdida. Pyrrktaan aterriza suavemente frente a ella, su presencia dominando el entorno oscuro y desolado del edificio.

Llámalo - dijo serio agarrando un pedazo de vidrio
No, espera - dijo atemorizada

Con un movimiento cruel y preciso, corta a Luciana en el brazo. El dolor lacerante la hace gritar con todas sus fuerzas, un grito desgarrador que resuena en el viejo edificio y se extiende por el aire.

A varios kilómetros de distancia, Neil, que estaba ayudando a su madre a lavar los platos, se detiene en seco al escuchar el grito. El sonido penetrante del dolor de Luciana llega hasta él, helándole la sangre y llenándolo de una inquietud profunda. Neil deja caer el plato que sostenía, el estruendo del vidrio rompiéndose en el fregadero insignificante comparado con el grito que aún resuena en sus oídos.

¿Qué pasó Neil? - preguntó Martina
Es Luciana esta en peligro - contestó
Ve - dijo

Neil no lo piensa dos veces. En un instante, ya tiene su disfraz puesto y despega a toda velocidad, el viento silbando a su alrededor mientras atraviesa el cielo con determinación. En menos de un minuto, llega al viejo edificio. Sin perder tiempo, atraviesa una ventana con estruendoso impacto, rompiendo el vidrio en mil pedazos.

Con una furia contenida, Neil se lanza directamente contra Pyrrktaan, embistiéndolo con toda su fuerza. La criatura es derribada y cae pesadamente al suelo, gruñendo de sorpresa y dolor. Neil aterriza frente a Pyrrktaan, sus ojos llenos de fuego y determinación, listo para enfrentarse a la amenaza que atormenta a Luciana.

¿Me querías? Aquí estoy - dijo serio
Eres rápido - dijo levantándose
¿Qué quieres? - preguntó serio
Venganza - respondió con una sonrisa

Neil y Pyrrktaan se empiezan a enfrentar en el edificio, ambos desplegando sus habilidades sobrehumanas con una ferocidad impresionante. Neil canaliza sus poderes, mientras que Pyrrktaan libera su fuerza con destreza.

Los dos combatientes se lanzan golpes y patadas, cada uno bloqueando y contraatacando con precisión milimétrica. La pelea es intensa y equilibrada, ninguno de los dos cede terreno fácilmente. Neil muestra su dominio sobre su energía, mientras que Pyrrktaan despliega técnicas de combate cuerpo a cuerpo impresionantes.




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