Sunkai

Las piezas

El sol apenas se asomaba en el horizonte cuando Neil abrió lentamente los ojos en su habitación. Con determinación en su mirada, se levantó de la cama con una energía renovada, sintiendo el llamado del día que lo esperaba fuera de las paredes de su hogar. Después de un breve momento de reflexión, se dirigió hacia su pequeño gimnasio casero.

Con la luz del amanecer filtrándose por las ventanas, Neil comenzó su entrenamiento matutino. Sus músculos se activaron con cada movimiento, y su mente se enfocó en el desafío que tenía por delante. Inspirado, se esforzó al máximo en cada ejercicio, empujando sus límites más allá con cada repetición.

El sonido rítmico de sus golpes y patadas, mientras practicaba las técnicas de combate que había aprendido. Cada movimiento era fluido y preciso, Con cada golpe, Neil sentía su fuerza interior crecer, alimentada por su determinación y el deseo de superarse a sí mismo.

A medida que el sol ascendía en el cielo, Neil continuaba con su entrenamiento, sin descanso ni distracción. Cada momento era una oportunidad para mejorar, para acercarse un paso más a convertirse en el héroe que sabía que podía ser. Con cada gota de sudor derramada, se acercaba un poco más a su objetivo.

Mientras tanto en el hospital, Luciana se encuentra acompañando a Alex, ya que ese día iba a salir del hospital.

¿Entonces cómo en tu cita con Neil? - preguntó intrigado
Bien, hablamos de todo un poco y todo bien - contestó
¿Ósea ya se hablan y todo ? - cuestionó
Así es - contestó
Que bueno - dijo después de cerrar su maleta
Una sombra pasa por la ventana
¿Qué fue eso? - cuestionó acercándose a la ventana, y entonces Pyrrktaan aparece elevándose con una sonrisa siniestra - ¡corre! - exclamó dirigiéndose hacia Alex, para después empezar a correr.
Con una onda de aire Pyrrktaan rompe una ventana y entra al hospital persiguiendo a Luciana y a Alex, Pyrrktaan destrozaba todo a su paso adrede para causar más muertes, se acerca cada vez más a ellos, y en una trampa los atrapa y se los lleva volando los dos gritan.
Los gritos llegan a oídos de Neil, que sin dudarlo se pone su disfraz, y se apresura a toda velocidad hasta al yermo donde yace Pyrrktaan parado frente a él.

Hasta que llegaste Saironian - dijo
¿Donde están ? - preguntó seriamente
Me lo tendrás que sacar a golpes - contestó
Si eso quieres - dijo para después lanzarse hacia Pyrrktaan con una determinación feroz. Su velocidad es impresionante, dejando estelas de energía en su estela mientras se acerca al villano. Pyrrktaan, canalizando su agilidad y fuerza, se prepara para el enfrentamiento con una mirada desafiante en sus ojos.

Los dos combatientes chocan en un estallido de energía, con golpes y patadas que se lanzan a una velocidad vertiginosa. Neil despliega una combinación de técnicas de artes marciales y poderes cósmicos, mientras que Pyrrktaan responde con movimientos ágiles y rápidos, esquivando y contratacando con una precisión sorprendente.

La lucha es intensa y frenética, con Neil y Pyrrktaan intercambiando golpes poderosos que hacen temblar el suelo bajo sus pies. Las ondas de energía y la fuerza sobrehumana llenan el aire, creando una atmósfera cargada de electricidad mientras los dos combatientes luchan por la supremacía.

A medida que la batalla progresa, Neil comienza a tomar la delantera, combinando su velocidad con su resistencia para superar los ataques de Pyrrktaan con más eficacia. Sin embargo, el villano no se rinde fácilmente, contraatacando con una ferocidad renovada y poniendo a prueba los límites de Neil.
Se detienen en el aire.

¿Qué quieren aquí? - preguntó
Ah Naminja no te dijo, estamos juntando unas piezas que nos harán gobernar el mundo - contestó
Imposible - dijo
No importa no nos detendrás - dijo
¿Seguro? - le cuestionó
Así es - contestó

CNeil despliega todo su poder y habilidad, superando los límites de sus capacidades. Con una ráfaga de ondas energía deslumbrante, logra romper las defensas de Pyrrktaan y asestar un golpe final que lo deja en el suelo, derrotado.

El silencio cae sobre el campo de batalla mientras Neil observa a su oponente vencido, con una mezcla de alivio y agotamiento pintada en su rostro. Pyrrktaan, aunque derrotado, mira a Neil con una mezcla de sorpresa y respeto, reconociendo la fuerza y ​​la determinación de su oponente, poco después desaparece en una luz que hace que brille el lugar, cuando la luz cede Pyrrktaan no está.

Con la batalla ganada, Neil exhala profundamente, sintiendo el peso de la victoria sobre sus hombros.

Escucha la voz de Luciana y los salva de casi ser enterrados y los deja con las autoridades, para después irse, ellos lo ven irse hacia el horizonte.




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