Después de sepultar a su esposa, Octavio no sabía qué hacer con su vida, lo mataba el dolor, la tristeza y los recuerdos.
─Prométemelo, prométeme que seguirás salvando a las personas cuando yo no este.
─...Te lo prometo.
Recordó la promesa que le hizo a Elena antes de morir. Recordó esa promesa cuando su cuñada le dijo, que un autobús había caído al mar, por un accidente, el autobús estaba lleno de pasajeros.
─Voy.
El llego al lugar y cuando vio el autobús lleno de personas hundiéndose, creo un portal debajo del autobús, el autobús apareció a orillas de la carretera, expulsando toda el agua en su interior.
─ ¿Están bien? ¿Alguien necesitan ir al hospital? ─pregunto cuando entro al autobús.
Por suerte todas las personas estaban bien, solo que empapadas por el agua.
─ ¿Quieren que lleve este autobús a su destino?
─Si por favor.
─Nos urge cambiarnos de ropa.
─Bien.
Octavio llevo el autobús a la ciudad a la que se dirigía y luego regreso a su casa.
Cuando Octavio tenía 15 años, antes de cumplir los 16, continuaba sus entrenamientos.
─Hoy practicaras la distancia.
─Debes ser preciso a donde llevas tus portales.
─No entiendo.
Octavio debía evitar que unas rocas, a kilómetros de distancia de él, tocaran el suelo. Esta práctica requería de mucha precisión y certeza. Las rocas estaban lejos. Octavio sin moverse de donde estaba, debía hacer que los portales se colocaran justo debajo de estas rocas.
─Empecemos.
Uno de ellos dejo caer una enorme roca, desde el cielo, a 4 kilómetros al sur de donde se encontraban.
─Recuerda, no debes moverte y las rocas no deben tocar el suelo.
─Lleva las rocas hasta el mar.
─Para ustedes es muy fácil decirlo.
─No lo sabrás hasta que lo intentes.
La gigantesca roca no dejaba de ir hacia bajo. Octavio en un intento por adivinar la ubicación exacta, crea un portal que es dejado atrás unos metros por la roca.
─Diablos.
La roca continuaba desunciendo, llegando cada vez más al suelo, él no se detuvo y continúo creando portales en donde creía que la roca pasaría. Octavio tenía una buena vista, aunque no se podía decir mucho de su precisión, que necesitaba mejorar y era el objetivo de este ejercicio.
─Concéntrate.
─Estas adivinando las coordenadas.
─En vez de solo acercar más, los que has creado.
El ojo humano muchas veces ve, hasta donde quiere ver y no se esfuerza realmente en ver exactamente un enfoque más preciso. Octavio creía saber la posición exacta y se cerró en ella. Solo le prestaba atención a la roca, no se enfocaba en nada más: como en donde iba caer la roca para así tener una idea de la distancia precisa.
─ ¡No!
La roca siguió desunciendo hasta caer sobre unos árboles.
─Lo siento.
─Una vez más.
Otra vez dejaron caer la roca desde una larga distancia y una vez más Octavio debía intersectarla. El espero un poco, no le quito la vista a la roca y a unos pocos 20 metros de llegar la roca al suelo, hizo que la roca entrara en el portal.
─ ¡Lo logre!
─Si, pero debe ser más rápido.
─Me volveré más rápido.
La práctica continua, solo que esta vez la roca estaba cayendo a 5 kilómetros al este de su posición. Tras varios intentos logro atrapar la roca. Lo mismo hizo con una roca al norte y otra al oeste.
─Ya, ¿Y ahora qué sigue?
─Ahora sigue, intersectar las 4 rocas a la vez.
─Una en cada dirección.
─Estoy listo.
Octavio tenía dos manos y debía controlar 4 portales al mismo tiempo. Para ello, el debía usar su mente, no solo sus manos para crear los portales. Octavio rápidamente dio una vuelta, estudio la situación de las 4 rocas que caían del cielo en diferentes direcciones. Después de unos segundos entro en acción. Se concentró para crear los portales con su mente y dirigirlos con sus manos. Inmediatamente lanzo el primer portal hacia el este, para interceptar la roca que venía cayendo. Dio una vuelta rápidamente y lanzo un portal para el oeste. No se detuvo a esperar que ese portal llegara hacia la roca, continuo. Las rocas seguían cayendo a una gran velocidad de descenso. Octavio con cada una de sus manos envió los dos portales restantes, uno a la derecha y el otro a la izquierda. Los portales del norte y del sur estaban llegando a sus posiciones. El giro y los primeros portales que lanzo, los lanzo alto, a diferencia de los dos últimos. Octavio bajo un poco los primeros portales para tener tiempo de posicionarlos mejor que como estaban. Los segundos pasaban. Octavio tenia los portales en sus posiciones. Concentrado girando, sin quitarles la vista a sus cuatros objetivos, media las distancias.
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Editado: 28.02.2020