capitulo 10

En un polideportivo a unos kilómetros de la urbanización.

—¿Sabéis algo de Bruno y de los demás? — Lucas, el jefe del grupo.

—No, señor. Y ya ha pasado 2 semanas, desde que se marcharon. — dijo un hombre castaño y de unos cuarenta años

Lucas miro por la ventana y se quedó pensado. Él es un hombre de unos 45 años, algo bajo, de pelo canoso. Había ordenado a Bruno que fueran hacia una urbanización, para tomado y así quedase con toda la comida que pudiera haber y no saber nada de ellos le preocupaba.

Se escuchó un alboroto y decidió ir a ver lo que ocurría. Era uno de los hombres de Bruno, llegó herido. Explicó lo ocurrido.

—Vaya, así que estaban preparados. La próxima vez, les cogeremos por sorpresa y no dejaremos a nadie con vida.— Lucas

—Señor, creo que con ellos había soldados de o al menos esa es mi opinión. No solo nos superaban en número sino también en armamento. — le dijo Bruno

Él se quedó pensado en el último comentario. Necesitaba ese lugar, porque se estaban quedando sin espacio y sin suministro para ellos y ese sitio era perfecto para él y para los planes que tenía.

Se dirigió a la sala de reuniones para organizar un nuevo grupo para enviarlos a caza y de paso conseguir más información sobre aquel lugar.

El grupo estaba en un polideportivo y apenas tenía espacio para ellos.

Muchos de ellos querían irse, pero sabían que si lo intentan los matarían en el acto. Sólo podrían salir los que Lucas quería o sus hombres de confianza. Así que uno de ellos trataba de ganase la confianza de Pablo, uno de los hombres de Lucas. Ya había salido varias veces de caza con él y le había salvado la vida en la última cacería. Solo lo hizo para poder salir sin vigilancia. Sólo tenía que esperar una oportunidad para irse, pero no quería hacerlo solo, tenía a su mejor amigo y ya había planeado como conseguir que el fuera a una misión con él. Escuchó que había una urbanización a unos kilómetros de distancia y pensó que podía unirse a ellos a cambio de información. Sólo tenía que esperar la oportunidad. Habló con su amigo, le pidió que no levantara sospecha o todo se iría a carrete.

Las cosas en la urbanización estaban muy tranquilas. Por fin terminamos con la fosa. Cada miembro sabía que tarea tenía que hacer. Cada vez el grupo era más grande y tenían que conseguir más suministro. Me enteré de que había un hombre que podía conseguir cualquier cosa a cambio de información o alguna otra cosa.

Al principio no me fiaba nada en él, pero me alegre de equivocarme. Ya que gracias a él conseguimos algunas medicinas que nos hacían falta, cuando le di unas galletas caseras se puso muy contento e hicimos un trato cada vez que necesitábamos sus servicios le pagaríamos con comida casera y el acepto.

Hemos hecho dos grupos uno de pesca y otro de caza para poder conseguir alimentos.

Hace tiempo que no sé nada de ese hombre, ni siquiera nos dijo su nombre, decía que eso ya no importa.

Hoy he encontrado una nota, decía que no bajase la guardia, que podíamos sufrir un nuevo ataque de su grupo.

Se lo enseñe a Antonio, dijo que a lo mejor era alguien que quería dejar ese grupo. No sé qué pensar, a lo mejor tiene razón, pero no estoy segura de nada.

En mis planes no estaba en quédanos aquí, debería pensar en un plan de emergencia, tengo que busca otro lugar por si acaso.

— ¿Estas bien? —me pregunto miguel mientras se acercaba por detrás.

—Si, solo estaba pensando. — le dije

—No sé si eso es bueno o no.— Miguel

Le conté sobre la nota, me dijo que no hay garantía que su autor sea de fiar, pero ya hemos de parar un ataque y que lo más seguro es que lo vuelvan a intentan, esta urbanización tiene electricidad y agua, que eso es muy valioso.

Ya es de noche, me fui a cenar, entre en la casa común para coger mi roción.

Durante la cena, escuche como alguien comentaba, que había encontrado en la pared de una farmacia un extraño símbolo y que no estaba solo allí, sino en varios edificios. Me acerque a ellos, eran Héctor, Víctor y Rafa.

—¿ Como explicáis lo de esos símbolos? —  Pregunte

Héctor se extrañó que le hubiera escuchado.

—Bueno son como esos símbolos de peligro biológico, pero también tienen una especie de cruz—Me explico Rafa.

—No sabemos quién lo ha hecho, pero tubo que se ayer, porque el otro día no estaban. —Continúo Víctor.

—Deberíamos ir en grupos más grandes, Ana, por seguridad. —sugiero Rafa

—De acuerdo, si así estáis más tranquilos iréis en grupo de 5.-— propuse 

Se quedaron en silencio, les dije que mañana iba a salir para intentar averigua lo de esos símbolos.

Primero la nota y ahora esto, está claro que está pasando algo y esta vez voy a comprobarlo yo misma. No pienso para hasta llegar al final de todo esto.

Apenas cene, estove dándole vueltas a este asunto y de pronto me acorde, la secta esa, pero no me acordaba de su nombre.

Apenas conseguir dormir, esas pesadillas cada vez eran más frecuentes, esta vez esa gran cosa me miraba fijamente, solo hacia eso, me desperté llena de sudor frio ya no conseguir volver a dormir. ¿Porque tengo esta pesadilla? Estaba vez era otra ciudad, la reconocí enseguida era Murcia, eso estaba devorando a unas personas que no conocía de nada.