Superviviente Z

DÍA 3.

DIA 3

 

Me despierta la fiel alarma de mi teléfono. Recuerdo las noticias de ayer y no puedo evitar sentir cierta ansiedad. Miro que tengo varias videollamadas de WhatsApp perdidas. Dos de Carla y tres de Jake… tal vez quieren saber que tal me ha ido.

 

Decido que los voy a llamar cuando ya me haya preparado para salir. Repito la misma rutina hasta estar preparada. Mi primera parada será el Deutches Museum.

 

Cuando trato de llamar a los chicos me doy cuenta que no tengo internet en mi teléfono celular, que raro. Cuando reserve en este hotel había Wi-Fi gratis, y digo gratis porque así decía, sé que me lo terminan cobrando ¡tramposos!

 

Al final no pude llamarlos y no trate más, sinceramente no tengo ganas de comunicarme con nadie, solo quiero disfrutar y desaparecerme unos días para tratar de encontrar paz.

 

Cuando bajo al lobby me doy cuenta que está colapsado, será alguna junta importante de empresarios, pienso.  Hay muchos ruidos y a simple vista todos se ven alterados y hasta nerviosos. Algo les saldría mal, me rio para mis adentros.

 

Me dirijo a la salida mirando mi celular y tratando de tener aunque sea un poco se señal, es inútil. No entiendo que pasa. Quiero abrir la puerta y me doy cuenta que esta todo el gran ventanal de cristal está forrado en papel oscuro incluyendo la puerta, con el ceño fruncido y un poco confundida me acerco a la recepcionista para preguntarle qué ha pasado.

 

—Hola corazón, soy la huésped de la habitación número 180. Quiero saber ¿porque las puertas están cerradas y tapadas? Es que trate de salir y no pude —le doy una sonrisa tensa—.  

 

—Hola señorita, lamentamos los inconvenientes pero a raíz de los hechos ocurridos hoy en la madrugada en la ciudad de Munich y en el mundo entero hemos decido resguardar su seguridad y la de todos nuestros huéspedes, evitando así que salgan a exponerse a las calles. No sé si ha visto las noticias pero hay muchas personas con un comportamiento agresivo, lastimando a otras, no obstante se han visto videos del terrible aspecto de ellas. Da un poco de miedo y parece sacado de una peli de terror, por lo tanto, para evitar mayores daños y resguardar su integridad, nosotros como una cadena de hotel sumamente prestigiosa hemos decidido clausurar la salida del hotel hasta nuevo aviso. Nadie sale y nadie entra. Esperamos comprenda y pueda disfrutar de las distintas instalaciones que aquí se encuentran —dice todo esto con una sonrisa que denota falsa tranquilidad.

 

— ¿Me puede explicar de qué videos habla? —Le digo sintiéndome algo mareada.

 

—Claro, ya mismo se los muestro. —Me señala una pantalla grande y se reproduce el video—… Simplemente no puedo creer lo que estoy viendo. Trago saliva, siento mis piernas flaquear y un extraño frio recorre mi cuerpo entero causando que mi piel se erice.

 

En el video se muestra a un turista grabando a su madre quien está haciendo lo que creo es un video para su familia. De repente la cámara cambia de atención haciendo que la mujer le pregunte al chico que está pasando…

 

— ¡Hey! ¿Qué sucede? ¡No dejes de grabar… —su voz es interrumpida por un estruendoso y aterrador grito además de la huida desesperada de varias personas que me hace querer vomitar de los nervios por que la imagen que se mira en el video es sumamente aterradora.

 

Se observa una mujer siendo LITERALMENTE devorada por otra, mientras trata de pedir ayuda entre gritos y llanto. Unos cuantos hombres se acercan a ayudarla pero llegan tarde y quien está devorando a la mujer a paso veloz ataca a uno de los hombres.

 

La mujer que estaba en el suelo pidiendo ayuda parece muerta, no reacciona y su piel perdió el color rápidamente. No entiendo que pasa… la descomposición del cuerpo humano no es tan rápida e invasiva —pienso.

 

Entonces la mujer que creí muerta se levanta. Con la mirada perdida y un andar arrastrado, joder. ¡Siento que quiero vomitar! ¡Qué mierdas está pasando! Miro totalmente horrorizada lo que está en pantalla.

 

La mujer con un andar flojo y la mirada perdida voltea hacia el chico que está grabando todo, sin más corre hacia él, permitiendo en primera plana una imagen de dicha atrocidad. Por su boca sale sangre y sus ojos están nublados. El video se agita, el chico corre mientras grita…  —el video termina.

 

Joder, simplemente joder.

 

Desesperada y con lágrimas en los ojos miro a la chica de recepción. Esto no puede estar pasando ¡Dios! ¿Es acaso realidad todo lo que leí ayer?

 

— ¿Me…me pu…puede decir en que partes de mundo han ocurrido todas estas cosas?  —Le pregunto a la chica.




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