Suplicia por tu libertad lucha por tu vida

El otro lado

Mori, ya es el final, después de todo así va a terminar todo, Bueno pues creo que hoy no llegare a cenar es una lástima, hoy era mí favorito.

Pero, ¿estoy dormido? No me siento muerto, o eso creo nunca lo había estado así que no sé, sí realmente ya estoy muerto. Talvez en algún coma o algo que te haga permanecer dormido durante un tiempo.

Pero hay algo extraño en todo esto, puedo escuchar voces, de personas, son sonidos muy bajos y es casi imposible saber lo que dicen, son susurros y murmullos, pero las voces se me hacen conocidas, como si las conociera, ¿Quiénes son? ¿Y si intento estirar los brazos? ¡Oh ¡puedo sentir algo, ¿Qué es? Semi redondo, un poco suabe.

-¿Qué eres?-

-solo por curiosidad, ¿ya intentaste abrir los ojos? -

-No, verdad nunca se me ocurrió esa idea-

Abrí los ojos para toparme con la sorpresa de que lo que en realidad tocaba eran las mejillas de kazuto.

-perdón-

-¿perdón? Si crees que eso es suficiente déjame decirte que estas muy equivocado-

Se enojo después de todo ya llevaba rato tocándole las mejillas, pero no fue mi culpa, la curiosidad natural de la humanidad tiene la culpa.

-si de algo sirve, déjame felicitarte, tus mejillas son muy suabes- terminando de decir aquel alago levanto su pulgar.

¿Pero qué? Yo recuerdo estar en clase, y después, ¿qué?, como termine en este lugar.

-ya despertó-

-Sumi- kazuto levantó la cabeza para observarla desde abajo

También está aquí, entonces es toda la escuela, y al final de todo, ¿Dónde estamos?

-y donde es..

-no lo sabemos-

Es una enorme habitación de ladrillos de roca, tres enormes puertas de cada lado excepto de uno, en el ultimo un mirador con un solo asiento.

De aquel lugar un hombre anciano comenzó a emerger.

-que tal, bienvenidos a “el otro lado”- era la voz que se escucho en las bocinas de la escuela.

Todos alrededor comenzaron a murmurar entre ellos.

-mi nombre es… maldición, ¡otra vez no!, ¿Cuál era es mi nombre?... bueno eso no es importante, lo importante son ustedes, apuesto que quieren una explicación. Les doy una breve explicación, ustedes fueron elegidos por el gran dos Horochi, todos ustedes son “los elegidos”-

Con esa ultima frase todos los estudiantes comenzaron a gritar de la emoción.

-si, si, griten de la felicidad entre más moral más caros serán. Bueno, iniciemos-

Todos comenzaron a calmarse poco a poco, para que después las puertas comenzaron a crujir, pues comenzaron se comenzaron a abrir.

-todos, ¡en fila! – grito aquel anciano

Y con ello todos extrañamente comenzamos a ponernos en fila obedeciendo a sus palabras.

-<mi… cuerpo, se… está moviendo solo>-

De las puertas comenzaron a entrar muchas personas, vestidos de telas muy exóticas.

-sean Bienvenidos reyes, reinas, duques y mayordomos de sus perspectivos reinos, los hemos hecho venir a aquí, por lo anteriormente hablado, y no quiero sonar repetitivo, pero permítanme de nuevo recordarles que; en esta sala, la guerra que ustedes has desatado contra otros reinos no aplica mientas esta convocatoria este en pie-

Las miradas de los reyes se podían sentir como si estuvieran físicamente ahí, pero ellos solo se miraban con odio, sin hacer nada más, una mano toco mi espalda, Kazuto que en todo este tiempo se quedo pensando mirando a el viento, estaba con una cara sorprendido, y emocionado al mismo tiempo

-¿sabes lo que significa esto?- comenzó a saltar de la emoción

-déjame adivinar, si te emociona tanto quiere decir que es algo que te gusta, lo que quiere decir que, es algo de tus locas fantasías-

Claramente ya se la respuesta, pero si no hay suspenso no hay emoción.

-nos invocaron a ser héroes de este mundo de fantasía y magia, me pregunto qué maravilloso poder tendré yo- estiraba la mano como si de ella algo hubiera a salir.

-te estas emocionando adelantadamente, no creo que exista algo así de loco en un mundo sensato-

Raramente el se emociona, de hecho, en todo el tiempo que lo he conocido solo lo he visto sonreír un par de veces, pero esta vez su sonrisa era muy grande.

-Kazuto, Hideo- Sumi de algún modo u otro pudo cambiar de lugar en la fila en la que estábamos sin llamar la atención de las personas- tenemos que escapar de aquí, tengo un mal presentimiento-

-ella tiene razón- Aiko que ya se encontraba entre nosotros la apoyo- hay algo que no huele bien-

Un fuerte aplauso nos interrumpió.

-BIEN, PONEDLE LOS COLLARES-

Las puertas se abrieron y varias personas entraron a donde nosotros.

Había algo extraño en ellos, parecía que no caminaban, sin embargo, no lo podía decir con exactitud, pues una enorme túnica les cubría los pies.

Y comenzaron a colocar collares a todos.

A lo lejos se escucha un conflicto- OLLE QUE CRES QUE HACER, NO ME PONGAS ESA PORQUERIA- se escucharon fuertes golpes.

Uno de los que estaban formados puso resistencia, el anciano lo miraba con confusión, desagrado e ira al mismo tiempo.

*suspiro*- que desperdicio, MATENLO-

No vimos nada, ni un arma, ni un cuchillo, simplemente cayó al suelo, murió sin más, eso desato un miedo en los demás, lo que ocasionó que nadie pusiera resistencia.

-BIEN, por rangos pase uno a uno, a escoger a su nuevo esclavo-

¿Esclavo? ¿No vamos a ser héroes de este mundo de fantasía? Al girar la cabeza para mirar a Kazuto, temí ver decepción o ira e incluso tristeza en su cara, pero no solo regreso a su cara normal.

Un mayordomo salió de la enorme multitud de reyes.

-El señor Yashiro, famoso por matar a sus esclavos de solo tareas domésticas- comenzó a narrar el anciano mientras lo veía caminar a nosotros

Susurraba algo entre dientes, y no se quitaba la muñeca del cuello, caminaba indeciso

-y su próxima víctima eeeeeeeees-

Serre los ojos-<por favor que no me elija a mí, dios del destino, si existe, por favor, no a mi>-



#7115 en Otros
#1141 en Humor
#5285 en Fantasía

En el texto hay: amor, trajedia, magia acción

Editado: 27.10.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.