Suplicia por tu libertad lucha por tu vida

Duerme

La reina no hablo, pero sé que me miraba podía sentirlo, su mirada quemaba, o eso sentía yo.

- levanta la mirada-

Su voz me era tan hermosa que todo el temor que tenía desapareció, y la vente, la mire a los ojos, eran tan hermosos como dos hermosas gemas, lo que me parecía tan hipnotizante de sus ojos era su color, uno era rojo y el otro amarillo.

Pero después de analizar bien me percate de algo, ella realmente joven, hasta parecía ser más joven que yo.

- te doy la bienvenida a este lugar, puede que tengas preguntas, puede que tengas miedo, odio o aun más, has pasado por mucho en poco tiempo, que tus pensamientos no te ganen, ve y descansa, se te otorgara una habitación, mañana mismo se te explicara la situación-

No supe que responder, solo asentí, aquel hombre que me trajo al castillo me miro y dijo.

- sígueme-

Después de ello se inclinó ante la reina y se marchó, no se me ocurrió nada mas que hacer lo mismo y retirarme.

De camino a la habitación que se me había proporcionado el aquel hombre hablo.

- la reina es muy compasiva contigo, pero yo no, mañana se te explicara que es lo que esta pasando, igual que tu trabajo, no te estamos regalando esa habitación, vas a pagar con trabajo por el cuarto y la comida que se te dará, procura recordar esto: 1 te despertaras a las a una hora a la salida del sol, tu trabajo será ayudarme a limpiar todo el castillo, 2 posteriormente a preparar el desayuno, comida, y cena de la reina, tus descansos serán para entrenar, ese entrenamiento será necesario para proteger a la reina, es alguien querida, pero al mismo tiempo odiada, así que está en constante peligro, 3 si intentas escapar o hacerle daño a la reina yo mismo me encargare de perseguirte y quitarte esa piel estando aún con vida te la daré de comer, te sacare los órganos, cortare tus pies y brazos y después de ello te matare de la forma mas dolora posible, es todo, este es tu cuarto, descansa, ah y una última cosa, mi nombre es Yashiro, puedes llamarme Sr. Yashiro, o bien Señor.

- Si, muchas gracias sr. Yashiro-

Y después de ello se retiró dejándome frente a una puerta, supuse que era mi cuarto, así que entre.

En ese lugar solo había una cama con una sábana y almohada, una pequeña mesa y su silla, solo tenia una ventana que daba al atardecer, el atardecer parecía como fuego infinito.

Me senté en la cama a pensar

<bien, lo que se hace en estos casos solo hay de dos cosas, estoy durmiendo y este es un sueño, o talvez estoy en coma, pero ¿mi mente podrá hacer algo tan increíble como esto? La única opción es tomar esto seriamente y ver hasta donde llegara>

Vacié mis bolsillos: mi celular, una pluma, la nota que me dio Aiko, y unos dulces de leche que tenía pensado regalar a mi hermana, es todo lo que llevo conmigo, no hay mucho que se pueda hacer con esto, lo más inteligente que podría hacer es seguir sus ordenes hasta tener la oportunidad de huir, entonces no hay nada más que descansar.

Me recosté en aquella cama, talvez era por el cansancio por el exceso de analizar todo lo que ha pasado en tan poco tiempo, o talvez, solo talvez esta cama era muy cómoda, mis parpados comenzaron a cerrarse poco a poco, ojalá al despertar este en mi casa y todo esto sea solo un sueño.

Lo que soñé es todo un misterio, podía escuchar una voz de hombre, nunca antes la había escuchado, pero me parecía extrañamente familiar.

- ¡pero que! Como es esto posible, tengo tu nombre en mi lista, pero tu historia esta vacía, Hideo ¿eh? Talvez seas tú, eres un maldito, después de todo si vas a cumplir tu promesa, ja, te estaré esperando, ¡DA TODO DE TI¡-



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En el texto hay: amor, trajedia, magia acción

Editado: 27.10.2022

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