Supongamos que esto es amor…

CAPITULO 1: ¿Cuando podré descansar?

"Ha pasado un día desde que la joven estrella del pop se ha visto envuelta en otro escándalo, hace no tan pasado un mes se había filtrado un vídeo donde se la mostraba golpeando a una empleada luego de que está se haya equivocado de bebida…


 

—Escuchas eso? - pregunta el hombre sentado en su silla, parando de reproducir el vídeo - hoy, me levanté, me duche, desayune y vine a la empresa, de camino aquí, me encuentro con esto, ya es tendencia en Twitter - el presidente se inclina hacia delante, el mánager sólo se recordó una cosa "nunca debería temerle a alguien que muestra su enojo, pero si a alguien que debería esta calmado en vez de estar enojado" - ¿Qué has estado haciendo?, ummm? Sólo tienes que ocuparte de Stella. Dile a Evans que venga.


 

El mánager levantó su cabeza, que antes apuntaba al suelo, tan rápido que parecía haberse desnucado — Stella se enojara si se entera… - dijo temeroso, pero claro.

 

—¿Pedí tu opinión? Si no hacemos algo ahora, toda su carrera será un desastre, y nosotros saldremos afectados


 

—Usted no se tendrá que aguantar el malhumor de Stella…


 

—Qué dijiste?


 

—Qué ahora traigo a Evans.


 

 


 

"La agencia de Stella ……  confirma los rumores de citas por partes de la cantante y el modelo Evans, tan sólo faltó este comunicado oficial para que el público adolescente ya este dando un giro con los comentarios en los medios sociales…


 

— ¿Qué?!


 


 

 Los ojos de Stella se abrieron sin más, estaba atónita por lo que había acabado de escuchar. De ninguna manera debía ser cierto, se quitó las rodajas de pepino de sobre los ojos y busco a manotazos su celular en algún lugar del sofá, mientras tecleaba el nombre de su mánager escuchaba lo que las noticias tenían para decirle, además de un romance del que ella desconocía a pesar de ser una de las partes.


 

 

 —¿Donde estas?!

 

—En la empresa...

 

—Sabes lo que está pasando ahora!

 

—Sólo aguantalo, luego hablamos - y con eso le cortó la llamada.

 

 Incrédula, Stella lanzó su móvil y este cayó contra el duro suelo desarmandose, tapa, batería, fueron a parar lejos unos de otros. Luego de unos minutos fue a recoger su desastre notando la pantalla de su celular rota. Suspiro, y exhalo en busca de bajar su enojo.

 

 

   Horas más tarde su mánager se encontraba en su departamento, mientras ella apretaba una de sus almohadas para controlar su ira mientras lo escuchaba:


 

—Intente detener al Director pero no me dejó.


 

—Y que con Evans?! Ni siquiera somos amigos!


 

— El Director vio la foto y creyó que…

 

—Qué foto?

 

 Su mánager le tendió la tablet mientras el artículo se cargaba.

 

 Stella vio la imagen —Ni lo pienses! - Stella creía que se le iba a reventar la vena en su cuello de tanto gritar y alterarse - ese día fue cuando nos encontramos en el edificio y discutimos, dile al presidente que me tomaré un descanso.


 

—Pero el concierto en…


 

—Será el último! 


 

— Y las firmas… 


 

— Crees que estoy en condiciones para firmar, me deberías agradecer por dar el concierto, las firmas pueden esperar. No creas que no se que uso esto para que se olvidarán de lo que supuestamente ocurrió en ese restaurante.


Su mánager se quedó como piedra. 


 

 Stella, apagó la televisión y miro la pantalla de su computadora, donde el gran cañon se veia de fondo. Acaricio por unos minutos el anillo plateado en su dedo y luego toco al anillo que estaba colgando de una cadena en su cuello.


 


 


 

[.Dos semanas después.]


 


 

 El aire fresco recorría su rostro, esto era más que un respiro, ver el Gran Cañón en fotografías no era lo mismo que verlo con sus propios ojos era un lugar hermoso y ella no podía creer lo que había pensado hacer allí un millón de veces, casi nunca había tenido tiempo para ella misma y ahora que lo tenía sólo pensaba en hacer una sola cosa, desaparecer, siempre que se hallaba en soledad pensaba en eso. Stella cerró los ojos pensando en todo lo que había pasado hasta llegar ahí, los saltos que había dado y en los charcos donde había caído. Cada uno de esos momentos pasó en su mente buenos y malos, ella ya no se sentía con la fuerza para poder seguir. Estaba al límite del acantilado, a un pasó del vacío y a un pasó de la muerte, sólo quería descansar para siempre… sólo por un breve instante se le dio por mirar hacia atrás para ver que no hubiera nadie cerca, aunque eso era casi imposible al ser un lugar turístico, además aún en otoño habían turistas aunque la zona Norte, donde se encontraba, era la menos frecuentada.

 

 Sentía la adrenalina recorriendo su cuerpo y aunque estaba dispuesta de lanzarse al vacío tenía miedo de hacerlo. Luego de respirar buscando tranquilizarse escucho sonidos conocidos que la hicieron estar alerta, verificó de nuevo el área sin lograr ver a ningún ser humano presente, debido a los rayos del sol y a sula miopía. Creyó que su mente le estaba jugando un mal rato y volvió a lo suyo pero el ruido se intensificó y voltio para ver. El viento hizo que su pelo chocara contra su cara, el sonido provenía de un hombre que tomaba fotos.


 

 Al llegar al gran cañón, Stella le pidió a si manager alejarse de la multitud, por lo que este conducio unas horas más llevándola al lado Norte, donde la gente era menor y el lugar era más tranquilo, pensaba que tendría la paz que había querido tanto, no se le había cruzado por la mente a que alguien la hubiera seguido hasta allí, no dejaría su vida sabiendo que antes alguien  tomo una foto de ella.



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Editado: 16.06.2019

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