En 1990 un grupo de científicos empezaron a descubrir una fórmula para mejorar las defensas de los humanos, de esta forma también el propio organismo se podría curar de diversas enfermedades sin necesidad de medicamento.
El doctor Steinn era el encargado de dicho experimento, al ver que el trabajo poco a poco funcionaba con los animales (Como por ejemplo ratas, conejos o perros) decidió probar con humanos.
Estaba muy loco, ya antes había hecho experimentos que secretamente casi acababan con el mundo entero, muchas de las enfermedades actuales se habían producido por él.
Sus ayudantes estaban orgullosos de su trabajo (Seguramente igual de locos) Algunos de sus colegas quisieron ser sus ratas de laboratorio, sin embargo todo empezó a salir mal, los científicos que eran voluntarios empezaron a convulsionar y finalmente morían a los pocos segundos, aunque con los animales el proceso era más tardado el resultado final era el mismo.
El Científico Steinn pensó que se acercaba, sin embargo en humanos era casi inmediata la muerte. Se puso a pensar por varias horas, después fueron días, pasaron meses y un año, ya era el invierno de 1991 y entonces para que sus demás compañeros no fueran sacrificados decidió secuestrar chicos junto con ayuda del gobierno de E.U.A, los familiares de los pobres chicos eran asesinados y se amenazaba a los medios de comunicación para que no se dijera nada, así como a las personas de alrededor, solo se quería a un número pequeño para empezar los experimentos.
En aproximadamente 1 semana lograron secuestrar a 10 chicos. Steinn estaba feliz, todo pasaba muy rápido, eso le encantaba él era un hombre que siempre estaba apurado para lograr sus objetivos, la paciencia no la conocía.
A los mismos jóvenes (entre 15 a 19 años de edad) los mandaron a diferentes habitaciones para observar sus diferentes comportamientos con gases químicos. Estos componentes eran especiales, fueron inicialmente fabricados en el año de 1965, estos podían controlar un poco el sistema nervioso del ser vivo, además también debilitaban en la mayoría del cuerpo e incluso la muerte en personas jóvenes.
Era un laboratorio gigante, era un cuartel secreto, tenían la mejor tecnología de ese momento y componentes, eran proyectos ocultos y nadie autorizado lo podía saber.
—El proyecto está listo, señor, hemos echado la sustancia en las habitaciones, de momento se mostraran en diferentes pantallas a los chicos.
Perfecto el plan estaba completándose, era lo que el señor quería para poder hacer que el humano sea cada vez más superior, por algo se tenía que empezar, eso era lo que el profesor pensaba y trabajo muy duro para esa meta. Para él no era una meta egoísta, el solo trataba de hacer un bien al mundo.
—Con todo esto seremos más ricos aun, en un futuro dejaremos de tener preocupaciones, el mundo será mejor con las nuevas investigaciones— Se inclina a las cámaras— Ellos serán ahora mis pobres ratitas.
Las pobres almas encerradas querían salir, tener su libertad, algunos solo se golpeaban contra la pared, al parecer el gas empezaba hacer efecto. Golpeaban las puertas con toda su fuerza pero era inútil, cada vez se lastimaban más para tratar de escapar.
—Por favor, deja ir a mi hermano, quiero que al menos él este a salvo —no deja de llorar— Te lo suplico.
El hombre le contesta por el micrófono a la habitación de ese chico.
—Calla, ustedes también son mi cuerpo de investigación, soy como un niño jugando con sus animales, sin embargo yo lo hago para un bien mayor.
Todos los científicos reían, pensaban que hacían lo correcto, pero hacer todo eso aun con vidas en juego, eso ya no parecía algo justo.
—Eres un maldito enfermo.
Contesto uno de los chicos encerrados, este empezó a toser de una forma muy exagerada, por lo que después de un rato cayo en su habitación desmayado. Momento seguido llego corriendo uno de los ayudantes del profesor.
—Señor, se tomaron capturas de un intruso, al parecer tiene una máscara y no se sabe quién es o que es lo que quiere.
Steinn no lo podía creer ya que la seguridad era altísima, realmente nadie podía entrar sin autorización. Poco a poco todos se empezaron a alarmar. —Tranquilos, un equipo de seguridad ira a ver qué es lo que pasa. Respondió el doctor tratando de tranquilizarse también así mismo.
Después de un rato al menos 6 muchachos ya habían caído, pasaron unos minutos y esos mismos ya habían muerto.
El doctor iba tomando datos de cada uno para ver como reacciono la toxina a cada cuerpo. En unos instantes se escucharon los gritos desgarradores del equipo de seguridad, tambien se escuchaban disparos que provenían de la misma dirección y realmente eran aterradores, escalofriantes.
Todos se pusieron alertas para cualquier cosa, unos empezaron a tragar saliva y a sudar. Cada vez los gritos iban desapareciendo y al mismo tiempo se escuchaban los pasos de alguien caminando tranquilamente por el oscuro pasillo.
Desde las sobras salió un tipo alto, con una máscara de vikingo guerrero. No tenía camisa y su cuerpo era descomunal, además también poseía unos tatuajes en ciertas partes de su abdomen como rayos.
Editado: 21.05.2020