Surgir de las Cenizas

Capitulo 7.

Si tan solo supieras como te quiero, si tan solo te hubiese tratado más. Son cosas que solemos decir, que simplemente nunca se hicieron, que ya al último nos arrepentimos por no haber hecho ¿hasta dónde llegan los errores humanos?

Mi mano seguía muy roja, estaba en el baño muy nervioso y desesperado, después la mano se empezó a hinchar. Todo estaba empeorando, realmente me estaba asustando. Trataba de calmarme, pero como hacerlo con algo que pocas veces ha pasado, tenía que ir a enfermería pero temía a que me dieran una muy mala noticia o peor aún ¡inyecciones! ¡Qué miedo!

Poco a poco la hinchazón y también lo rojizo empezaron a bajar, ya no estaba tan peor. Salí de los baños revisando mi mano, sin embargo mientras caminaba por los pasillos sin fijarme, choque contra una chica. Parecía que tenía un traje de un oficial de policía.

―Chico, ten cuidado.

Levante la mirada para ver bien a esa persona, para mi sorpresa era aquella chica que derroto a esos maleantes.

―Disculpa ―titubee un poco―. No fue mi intención.

La chica solo asintió con la cabeza e iba a seguir caminando, pero reaccione y la detuve. ― ¿Por qué tienes eso puesto? La chica se detuvo, se quedó mirándome fijamente para luego responderme ―Soy una de las guardias de la escuela, igual soy estudiante, pero los cuido al mismo tiempo.

No quise decir nada acerca de los chicos de atrás, no quería ser cómplice de nada, mucho menos en mi primer día de clases.

―Perfecto, entonces suerte en tu labor.

Simplemente seguí caminando, ya estaba un poco cansado y eso que las clases no habían llegado a ser nada duras, aunque bueno, eso era desde mi perspectiva.

Mientras caminaba logre percatarme que a lo lejos se encontraban los chicos de la otra ocasión ¿Cómo se llamaban? No recordaba muy bien sus nombres, me costaba acordarme bien de algunas cosas.

Apresure el paso para tratar de al menos llegar a saludarlos. Mientras me acercaba, antes de llegar con ellos me alcanzaron a ver primero. Ambos pusieron una sonrisa en sus rostros para tratar de saludarme. Cuando por fin estaba con los chicos me recibieron amablemente, eran muy buenas personas, se veía por todos lados eso.

―Bien, ya estás en el colegio ¿Qué te ha parecido hasta ahora? Puse una sonrisa en mi rostro, aunque no se me olvidaba el suceso con el otro pobre chico y por supuesto lo que paso con mi brazo. ―Me la he pasado bien, aunque supongo que siempre el primer día es algo difícil para adaptarse. Uno de los chicos me volteo a ver mientras guardaba sus cosas en su mochila y me dijo ―tienes… algo en tu brazo.

Automáticamente me asuste, realmente no quería ni mirar, tenía miedo que incluso tuviera más dedos por todo el brazo o algo por el estilo.

― ¡Tu brazo está sucio! ―empezó a tomar y liberar aire agitadamente―. Límpialo ahora mismo.

El otro chico simplemente me dijo con la mirada “discúlpalo” al parecer a este chico le obsesionaba mucho la limpieza o algo parecido. ―Disculpa a Narfi, es un obsesivo compulsivo con la limpieza, descuida ha estado yendo a terapia.

Esos tipos ya a simple vista eran raros, uno vestido de todo negro y cabello muy largo, mientras que el otro tenía el cabello corto y además camisa de vestir, un pantalón elegante, no parecía que tuvieran cosas en común, pero bueno, al parecer eran buenos amigos.

Poco a poco mis emociones crecían, al menos eso querían, ya que al momento en que mi memoria fue borrada de mí, cambiaron muchas cosas dentro de mi cabeza, ahora parezco más a un robot, aunque aún sigo conservando bastante de mi humanidad.

―Chico ¿estás bien? ―Pregunto Eirikur con cara de extrañeza.

―Sí, no te preocupes Eirikur, todo está bien.

Lleve mis manos a mi cabeza y trate de respirar para relajarme.

Limpie mi brazo, solo tenía un poco de polvo, Narfi sí que era un chico exagerado en todo el sentido de la palabra. Pero de cierta forma me agradaba, los dos parecían ser buenas personas, curiosamente lograba sentir un poco eso.

―Espero que nos vaya bien en la última clase especial ―Dijo Eirikur mientras revisaba su horario de clases.

― ¿La clase especial? ―. Pregunte confundido, jamás me habían mencionado ninguna clase similar.

― ¿Jamás te hablaron de ella? ¿Ni un poco? ―. Pregunto Narfi mientras limpiaba sus anteojos.

―No ¿Me podrían explicar?

―Realmente es mejor que tú lo veas con tus propios ojos ―. Dijo Eirikur con una sonrisa de malvado sociópata.

Eso me puso nervioso, por lo que no sabía si mejor fugarme o bien quedarme, puesto que también me daba mucha curiosidad. ¡Maldita curiosidad!

―Se te va el avión muy feo, Einar.

El joven Eirikur lo decía mientras me jaloneaba la playera.

―Disculpen chicos, han llegado a ser días muy locos, créanme.

Es normal, hace días trataron de matarme, desperté en un país desconocido obligado a seguir sus leyes bajo un hombre que en mi vida había visto, o que al menos no recordaba ¿Cómo esperan a que sea mi comportamiento.

―Otra vez se nos fue ―. Dijo Narfi mientras jugaba cartas con Eirikur.

―Perdón chicos, no volverá a pasar.



#25634 en Otros
#3714 en Acción
#3512 en Aventura

En el texto hay: oscuridad, auras, oscuridad amor amistad y pasion

Editado: 21.05.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.