Surprise me!

~ Visita inesperada

POV: Allison.

Luego de todo el tremendo drama que se hizo, por fin se aclaró todo. Pude aceptar honestamente que estaba enamorada de Isaac Burrell y que no era una simple apuesta o broma.

Lindsay realmente era como una patada en el trasero. No dejó de recriminarme por lo que restaba de la semana. No tuve el valor de responderle, porque tenía razón.

Estábamos saliendo de la última clase del día, listas para recibir el fin de semana.

— Linda, tengo una loca idea cruzando por mi cabeza — anuncio cuando mi amiga me lleva apurada hacia su auto.

— No quiero ser tía tan pronto, eh — responde agitada cuando ya estamos camino a mi casa.

Ruedo los ojos e intento ponerle mi mirada más exasperada. Casi me trago el chicle.

— ¡Hablo en serio! — exclamé aguantándome las ganas de pellizcarle. — Y baja un poco la velocidad, ¿por qué tienes tanto apuro? — volví a decirle, haciendo que mi amiga desacelerara.

— Vale, no tengo apuro, solo quería un poco de adrenalina, es viernes y necesitamos festejar — responde, bajando los lentes de sol desde su cabeza hacia sus ojos. — ¿Cuál es tu idea? — preguntó, intentando sonar seria.

Realmente se había colocado los lentes de sol para que yo no pueda ver cómo sus ojos delatan locura.

— Vamos al café donde trabaja Isaac, solo para hacer una visita casual — dije con firmeza, sabiendo que iba a aceptar.

— ¿Un café con este sol que nos está haciendo bacon? — interrogó bajándose un poco los lentes. Resoplé nuevamente. — Está bien, de todos modos seguro hay un iced americano —agregó.

— Claro, y luego yo soy la loca, eso te va a hacer doler el estómago porque el café es muy cargado — acoté, sacándole la lengua. Linda solo se encogió de hombros.

Poco a poco, ella fue frenando. Confundida, miré cómo su mano se iba hacia el GPS.

Ah, claro, la dirección. Le dicté la información y vi que teníamos que dar una vuelta en las siguientes dos cuadras. La verdad es el camino se iba a hacer un poco largo, como cuarenta y cinco minutos aproximadamente.

Antes de volver a arrancar, Lindsay colocó música en el reproductor, escuchándose a un alto volumen "Pretty Girls" de Britney e Iggy.

— All around the world pretty girls — tarareó moviendo su cabeza mientras manejaba con un aire de frescura.

— Wipe the floor with all the boys — contesté mirando mis uñas, haciéndome la interesante.

— Pour the drinks, bring the noise — continuó Linda sonriendo por la siguiente parte.

— We're just so pretty! — gritamos al unísono, haciendo gestos para luego reírnos.

(...)

Llegamos a la linda cafetería y observamos el auto de Isaac. Él había acabado más temprano porque su clase fue cancelada.

Lindsay y yo lo abucheamos cuando los tres salíamos del aula de Historia, viendo como Isaac se iba derecho al estacionamiento, lanzándome un beso.

Intenté no sonreír, pero fallé miserablemente, para luego ser codeada por mi querida amiga para irnos a la siguiente clase.

Ahora, una vez estacionadas y con nuestra autoestima bien alta gracias a la previa sesión de música, ingresamos al local.

No pude sentirme más empoderada cuando escuché de fondo Primadonna girl de Marina. Realmente me gustaba este sitio porque la música era totalmente mi tipo. Lindsay sonríe y elegimos una mesa en la esquina, con vista al parqueadero, pero que estaba cerca de la barra.

Isaac no nos había visto ni nosotros a él, pero era porque cuando llegamos y recién nos sentamos, él estaba saliendo con dos malteadas de la cocina. Le tocaba hacer de mesero hoy.

— Así debe ser, el que trabaja duro para mantenerte — murmuró por lo bajo Lindsay, jugueteando con el servilletero que estaba en medio de la mesa. Esas bromas de Linda cada día tienen menos gracia.

Antes de replicar, vi que Isaac se iba acercando. Yo tapé mi rostro con el panfleto que había recogido al ingresar.

— Bienvenidas a nuestro café, hoy es un día acalorado por lo que tenemos 2x1 en milkshakes, aquí tienen su menú — dijo como si estuviera en automático. Pero yo sabía muy bien que esa linda sonrisa que tenía en el rostro era la que siempre utilizaba. Incluso su tono de voz sonaba cálido.

Después de ese breve discurso, Linda no pudo evitar reír suavemente.

— Lindo mandil, Burrell — comentó para luego bajarse las gafas y sacarse la gorra. Yo intentaba que mi rostro no fuera descubierto, pero a la vez tenía un ojo sin cubrir para observar la situación.

Era imposible que siguiera oculta cuando Isaac entrecerró los ojos cuando se fijó en mí. Lentamente, bajé el pedazo de papel de mi rostro y le brindé la sonrisa más grande, para luego cruzar miradas cómplices con Lindsay.

— ¡Qué grata sorpresa! Dos hermosas flores están aquí para refrescarse, ¿qué puedo servirles? — Isaac siguió firme, pero todo indicaba que realmente se sentía complacido al vernos por como sus ojos se achicaron.

Linda hizo un pico de pato para luego pedir el batido de fresa con extra hielo y mucho jarabe de chocolate. Eso realmente iba a contar como un almuerzo para ella.

— Y no te olvides de la crema, joven — agregó mi amiga. Isaac anotó brevemente en la pequeña libreta, asintiendo.

— ¿Y para mi hermosa rosa? — preguntó. Me rasqué la sien suavemente, pensando.

— El té negro frío está bien, gracias — declaré entregándole la carta. Obviamente, él hizo que nuestras manos rozaran.

— Enseguida vuelvo — respondió brevemente cuando la campana de la puerta sonó, indicando que había más clientes.

Linda observó alrededor de la cafetería con un gran aspecto hipster. Silbó cuando vio los pósters que adornaban las paredes.

— Definitivamente, este es un lugar al que mi amado vendría — dijo después de un tiempo. Y era cierto, este estilo era muy popular hoy en día, por lo que era normal ver a jóvenes como nosotros ocupar las tardes mientras tomaban café y posaban con los letreros.




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