Surprise me!

~ ¿Realmente es el fin?

POV: Isaac.

El tiempo pasó en un parpadeo. Ahora estábamos en el final del año lectivo, a punto de graduarnos del instituto. Todo se convierte en un revuelo cuando es anunciado el gran baile de promoción.

Divertido, recordé toda la hazaña que tuvimos que hacer con Allie cuando fuimos a la fiesta de mi barrio. Seguramente esta vez la gran labor estará a cargo de Lindsay, pues me dijo claramente que era reunión de chicas y seguro ella Allison iba a deslumbrar a todos. Después me enteré de que Sandy se había unido al dúo dinámico, emocionada por todo.

Era fin de semana y me encontraba con mi grupo de amigos en el centro comercial. Éramos cuatro jóvenes ingresando con gran carisma, yendo por las tiendas departamentales, pero aun así ninguno de nosotros decidió comprar hasta por pedido de Jay. Como todos confiábamos en la intención y el buen gusto de él, lo seguimos como patitos hasta la tienda de su preferencia.

— Caballeros, es hora de comprar — declaró Jay abriendo las puertas de la boutique con muchos trajes.

Josh enseguida buscó en la percha de camisas junto a Jay, mientras que Keith y yo fuimos guiados por la asistente de la tienda.

Obviamente, esta era la época donde todos queríamos lucir elegantes, por lo que no podíamos escatimar en gastos.

Escogí un par de trajes de diferentes colores y diseños. Los de tres piezas me parecían demasiado y me encontré posando cada outfit para Jay, quien me empujaba rápidamente hacia el camerino para probarme el siguiente.

Estaba muy aburrido. Ni el azul, gris o a rayas me parecía algo adecuado. Además, ¿cómo iba a saber qué comprar si yo quería combinar con mi Allie?

— Oigan, ya me cansé — dije molesto, antes de deslizar la cortina.

— Date la vuelta — respondió Jay, ignorando mi pedido. A lado, la señorita reía lo más discretamente que podía.

Suspiré e hice caso.

— Está bien, creo que el indicado es el negro de hace 2 cambios y con esa camisa negra que ahora llevas puesta — decidió. Bufé molesto y la señorita se llevó el traje.

A este punto solo Keith faltaba que salga del camerino. Cuando salió con un traje azul cielo y una corbata negra, Jay negó rotundamente.

— ¿Es en serio? — cuestionó cuando hasta Josh negó.

— Es demasiado, pruébate el siguiente que es de dos piezas y ya — contestó Jay.

Menos mal yo no tenía que elegir zapatos, pues tenía unos en casa y creo que eso iba a ser suficiente.

Keith salió una vez más con un traje azul noche y ese fue el que se llevó la aprobación. Cada uno llevaba camisas de diferentes colores, pero lo común en nuestros looks eran los zapatos y corbatas negras, que fueron complementadas con el pisa corbatas plateado que fue entregado a cada uno, cortesía de Josh.

Creo que era obvio que nuestro grupo iba a destacar en esa fiesta.

(...)

Apenas llegué a casa, todas las mujeres de la casa empezaron a preguntar sobre lo que compré.

— ¿Cuál traje compraste? — preguntó primero Ginny. Sus grandes y lindos ojos parpadeaban con mucha ilusión mientras mi mamá sacaba la ropa de las bolsas.

— ¿Cuáles zapatos te pondrás? — cuestionó Sandy. Bufé.

— ¿Los de la fiesta del barrio? — le devolví la pregunta. Ella me torció los ojos.

— ¿Y esto qué es? — ahora fue el turno de mamá. Había sacado el pisa corbatas.

— Un adorno para la corbata — comenté sin más. Luego abrí la última bolsa que estaba sellada. — Y esto es para ustedes — dije sacando unos lentes de sol para Sandy, una colección de plumas para papá, un collar para mamá y para Gina un peluche.

Cada una me abrazó y me agradeció por el gesto. Apreté suavemente la mejilla de mi hermana menor, quien estaba abrazándome como el peluche que ahora colgaba de su cuello.

— No es nada — respondí feliz. Tal vez parecía poco, pero realmente me tomé mi tiempo para comprar algo y entregárselo a mi familia.

Caminé hasta mi habitación y guardé las bolsas en mi armario. Las flores de mi casa estaban preparando la comida y yo recogí el lazo que entregaría a Allie el lunes.

Como no sabía el tono de su vestido, traté de pensar en algo neutral. La cinta es negra y lleva una hermosa rosa plateada con pequeñas piedras transparentes pero brillantes.

Guardé el presente en su cajita, acomodándola en la mesa de noche.

Me tiré en mi cama, completamente cansado. Como yo salí hoy, estoy seguro de que mañana les toca a las chicas ir a desarmar el centro comercial.

(...)

Al fin era inicio de semana y con ello la reunión a primera hora en el gimnasio era inevitable. Discutir los preparativos del baile incluía estar esperando a que el director designa cada cosa a cada curso.

Meto la mano en el bolsillo, acariciando la pequeña caja con la cinta. Miro a Allie a lo lejos, pues ella está en otra aula. Giro los ojos cuando mi mirada se topa con la de Beatriz. Desde la incómoda aclaración y de que Allison y yo volvimos con el conjunto de anillos en nuestros dedos, ella no se volvió a acercar, solo se quedó mirando a lo lejos con resentimiento.

Suspiré cortamente. Al menos ya no hay nadie más que nos moleste.

Mi alivio llegó cuando tuvimos que retirarnos a las clases. Tenía que esperar hasta el receso para entregar oficialmente el regalo.

Ya sentado, Josh tiró un papel hacia mi banca. Lo miré todo intrigado, después de todo, él se sentaba dos puestos atrás mío. Leí la nota lo más rápido que pude.

"Dicen que vamos a tener que hacer un show musical, ¿Quieres que nos presentemos?"

Lo miré con los ojos abiertos. A su lado, Jay hacía todo tipo de señas para que acepte.

Bueno, no era como si fuésemos un grupo musical en sí, solo que de vez en cuando solía tocar la guitarra y cantábamos las típicas canciones de moda. Pero teníamos muchísimo tiempo sin practicar. Cada vez que podíamos reunirnos era para comer pizza hasta reventar y jugar en la play.




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