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Extra 3: ~ Sobreviviendo

POV: Narrador.

El mes de prueba había pasado. La convivencia entre Isaac y Allison había sido pacífica hasta entonces. Los 'problemas' comenzaron cuando empezaron la universidad. Comenzando porque Allison tendría que irse sola, hecho que a ella no le molestaba, pues solo debía tomar el bus y llegaría directamente al campus, pero eso preocupaba a Isaac. Decidieron que usarían el auto únicamente en casos de emergencia. El primer día se habían ido juntos, emocionados y nerviosos por lo que podía ocurrir. Ya en el campus se topan con una sorpresa no tan sorpresa. Era Lindsay, corriendo hacia ambos para abrazarlos.

— Apuesto a que no esperaban volver a verme, pero de mí no se libran tan fácil — aseguró la joven, acomodando su cabello.

— ¿Por qué no lo mencionaste? — preguntó Allie. La muchacha intentó pensar si había alguna pista, pero solo recordaba que su amiga le daba largas cuando le preguntaba sobre sus estudios.

— Obvio, porque quería fuera sorpresa, duh — giró los ojos mientras cruzaba los brazos.

— Entonces ya tenemos guía gratis — dijo Isaac, sonriendo.

— Acepto café o chocolate como propina — aclaró Linda, poniendo una cara astuta.

— Como sea, pero por favor llévanos a la sala Audiovisual, que allá tengo mi primera clase — exclamó Allison, tomando de una mano a Isaac y con la otra a Linda para salir corriendo como si tuvieran cinco años.

Una vez que dejaron a Allison en su clase, Lindsay e Isaac compararon su horario. Parecía que coincidían en dos materias: Lenguaje y comunicación y TIC's. Ambas de relleno para Linda. Al menos estaría acompañado por alguien a quien conocía previamente.

Al comenzar esta nueva jornada, Isaac solo suspiró cuando llegó a su nueva aula y miró el celular esperando que sonara en cualquier momento con un mensaje de Allison.

(...)

La primera semana de clases fue fresca para ambos, lo difícil fue verse seguido. Allison se levantaba más temprano porque tenía que irse primero, por lo que dejaba una nota adhesiva en el comedor cuando Isaac no se despertaba con ella. Era una rutina cocinar en la noche para economizar o compraban comida fácil de preparar para poder llevarla. A veces él le guardaba el almuerzo cuando coincidían mientras ella recogía sus materiales. Otras tantas Allison guardaba directo en la mochila el almuerzo de Isaac antes de irse para que no se olvidara.

Cuando era feriado corto, ambos decidían visitar a sus padres. En los días más largos, se quedaban en casa y pedían a domicilio. Una vez aprovecharon el 2x1, pero como no estaban prestando mucha atención después de una semana difícil de exámenes, se comieron las pizzas sin pensar en que podrían guardar para mañana. Terminaron con un estómago a punto de reventar, pero lo solucionaron con las pastillas del botiquín. Menos mal Allie era una persona precavida. Le gustaba tener todo en orden. Isaac era un poco más descuidado, por no decir olvidadizo, pero se complementaban bien. Tuvieron sus percances como cuando se tapó la cañería del lavamanos. Isaac terminó muy sucio ese día intentando resolverlo porque como era feriado no estaba disponible nadie y decidió hacerlo antes de que el departamento se inundara.

Respecto al trabajo, el primero que consiguió trabajo fue Isaac. Fines de semana en el supermercado cercano. Allison en un almacén de pintura. Con menos oportunidades para verse, ambos temían que quizás su relación se volvería tensa, pero conforme pasó el tiempo, se dieron cuenta de que ambos ganaban. Incluso si sentían que en algún momento perdían, por ejemplo, la comunicación, bastaba con ver un poco el pasado y preguntarse con el corazón si todavía estaba la llama allí. La respuesta siempre fue la misma: Se amaban más que antes.

Al final de su primer semestre, estaban agotados. Allison se levantó un poco extrañada porque no encontró a Isaac a su lado. Aunque acabara tarde la tarea, siempre se iba a dormir junto a ella. Se llevó la mano al pecho del susto cuando lo encontró sentado como zombie en el cuarto de estudios.

— ¿Terminé la tarea o la tarea me terminó a mí? — él susurró.

— ¿Estás bien? — preguntó alarmada, acercándose velozmente.

— Solo necesito una ducha caliente y un café muy cargado — él murmuró rascándose la barba de dos días.

Allison vio el desastre en el escritorio. Un montón de hojas esparcidas indicaban que se amaneció. Sintió un dolor en su pecho al verlo así. Y lo que les faltaba por el resto de la carrera universitaria.

— ¿Te puedo ayudar en algo? — interrogó Allison, recogiendo los lápices y otros materiales.

La miró suavemente antes de estirar sus brazos. Ella lo abrazó con fuerza, intentando transmitirle que no estaba solo.

— Prepararé el desayuno y dejaré tu ropa en la cama para que te duches — ella anunció después de besar su frente.

Allison lo ayudó incluso a afeitarse.

— Me gusta este look, pero creo que necesitas estar un poco más presentable para esa exposición — ella dijo mientras secaba suavemente el rostro de él.

— ¿Y qué tal si me dejo el bigote? — preguntó, un poco animado.

— Te vas a ver demasiado mayor, creerán que eres mi padre — bromeó Allie. — Una barba ligera está bien — continuó.

— Anotado — respondió cortamente, sin dejar de sonreír.

Salieron juntos ese día. Ambos finalizaron el semestre con buenas notas. Lindsay propuso que celebraran en un bar su primer semestre sobreviviendo a la jungla llamada universidad. Como habían hecho más amigos, fue más fácil para Allie convivir. Linda era muy sociable, pero también tenía su carácter. A pesar de eso había alrededor de 12 personas en la gran mesa con toda clase de bocadillos y shots.

— Tenemos dos horas para divertirnos porque mañana hay trabajo — susurró Allison en el oído de Isaac. Como si hubiera adivinado, Linda la jaló a su lado.




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