Surprise of my life

Los tormentos marcan tu vida

Entre y mis padres estaban sentados con una gran sonrisa  
- Mi pequeña ya está creciendo 
- Papá vas a empezar de nuevo 
- Me recuerdas el día en que te cargué en mis brazos 
- Mamá, ya sabes ahora de donde saque lo sentimental 
- Tu papá era peor cuando éramos enamorados  
- A pesar de que has pasado muchas cosas que no debiste pasar, estas madurando 
- En eso si tiene razón tu padre … hasta creo que tu hermano parece menor que tú 
- Si se están preocupando de que no hay obsequio, saben que no me molesto con solo tenerlos ya me basta y me sobra 
- Eres considerada igual que tu madre, pero si tenemos un regalo para ti … sé que es muy pronto, pero lo utilizaras cuando salgas del colegio 
- ¿De qué estás hablando? 
- Bueno ábrelo (me extendió una pequeña cajita) 
Al abrirla me llevé la sorpresa de que eran unas llaves, luego entendí de lo que estaba hablando, los abracé con lágrimas en los ojos y a la vez agradeciéndole. Por fin tendré un carro, bueno prácticamente después porque ni siquiera sabía conducir. 
Subí a mi habitación con una gran sonrisa de oreja a oreja, me acosté en mi recamara y Laura me dijo 
- Felicidades … tienes carro, novio 
- ¿novio? ¿de qué hablas? 
- Javier no es mi novio solo es mi mejor amigo 
- Así se empieza 
- Ay por favor Laura deja esos disparates   
- Te vas a acordar de mi cuando lo hagas  
- Como lo hiciste con Mateo, ya debes tener experiencia 
Ella se quedó callada y se echó a dormir. En realidad, no quería que mi día se me arruinara. O sea, gustarme Javi, eso creo que sería un buen tema para una comedia. 
Yo sabía quién estaba en mi cabeza y en mi corazón y ese era Kevin. A la mañana siguiente, el día se encontraba totalmente soleado, así que decidí dar una vuelta en mi bicicleta y comprarme un gran helado de vaso con grageas. Al salir del local, otra vez sentí que me estaban observando, al ir al estacionamiento para sacar mi bicicleta, sentí que alguien estaba atrás mío y al girarme me taparon la boca y caí después de hacer tanto esfuerzo de gritar 
Al abrir mis ojos me encontraba en una silla con mis pies y manos atadas de un gran nudo de sogas. Era de noche y en el cuarto solo permanecía una luz encendida que estaba arriba de mí. Mis lagrimas empezaron a rodar por mi cara, comencé a desesperarme y mi respiración era muy precipitada. Cuando escuche una voz muy ronca que decía:” tranquila, estás bien”. Empezaba a deducir su voz porque me resultaba muy familiar. Él se aproximó hasta llegara el tope de la luz, hice mis ojos muy chiquitos para intentar descifrar quien se escondía en la oscuridad. 
- Nos volvemos a ver 
- ¿Qué es lo que quiere? 
- Mmm… tú debes saber, hace mucho que no estábamos a sola 
- ¿Dereck? … eres tú 
-  Por fin acertaste  
- ¿Qué vas a ganar con esto? no te fue suficiente dejarte en claro 
- Vas a irte con el tal Kevin … Nathalia yo te amo y te quiero tener para siempre, pero si no te tengo yo no te tendrá nadie (sacó la navaja) 
- Por favor escúchame, no hagas esto 
- Tú quisiste hacer esto 
Él se acercaba lentamente, con la navaja en mano, se detuvo y tiró la navaja. Coloco sus manos sobre su cara y empezó a sollozar. 
- Ven conmigo 
- No por favor, no me mates te lo suplico 
- Camina  
Me desató las cuerdas de los pies y de la silla, pero aún seguía atado mis brazos. Subimos con mucha prisa a la sala, me tiró en el sofá y luego después de unos minutos me trajo un sánduche de queso y jugo de naranja. Sonrió y se sentó a lado mí 
- debes estar hambrienta, come 
- no has almorzado, ni merendado 
- me da igual (lo tiré) solo déjame ir 
- ¿para qué? … para irte con ese tal Kevin. Me dejaras para siempre, aunque ya lo tiene advertencia 
- ¿Qué hiciste? … a él no lo involucres aquí  
- Ves como lo defiendes 
- Solo déjalo en paz 
- Tú no me dices que hacer (coloco una posición de golpe) 
Volvió a sus sentidos, tomo su chaqueta color negra y se fue en una moto. Yo debía salir de ahí, pero mis manos estaban atadas y antes de irse, me amarró las piernas. Me paré como sea y empecé a saltar, mi vida dependía de eso, pero mi mala suerte me caí en los vidrios rotos del vaso de jugo que tiré. Lloré del coraje que sentía conmigo misma, sabía que esa no era la solución óptima, me paré con cuidado, ya que aún seguía los segmentos de cristal en mi brazo con un poco de sangre. Otra vez mi corazón empezó a acelerar de nuevo y a doler al mismo tiempo, volví al sofá ensangrentada y respirando muy lento. Esperé largas horas, hasta que eran las 7 de la mañana, él regresó muy silencioso y con olor a cigarrillo. Recogió el desastre del piso y lo limpió. Por un largo tiempo se quedó sentado en el suelo, luego me miró y miré para otro lado, se paró y se sentó frente a mí, en el mesón. Revisó mi brazo y fue a ver un botiquín, me limpio y colocó unas gasas en mi brazo, limpiándose las lágrimas al mismo tiempo. En realidad, no me interesaba nada de él, pero de que estaba llotrando era muy raro; no sé si era para que me diera pena y me quedará con él sin amenazas. 
- Lamento volverme grosero contigo, no quería comportarme así 
- Dereck necitas tratamiento  
- Solo te necesito a ti, te compré ropa nueva … te quedará y te gustará 
- Solo me quiero ir 
- Ve a bañarte 
Me tiró las compras y me llevó al cuarto de baño, me desató y se marchó cerrando la puerta con seguro. Me senté en la tapa del retrete y suspiré, a pesar de que había pasado 24 horas extrañaba mi vida que estaba corriendo peligro. 
Miré todo el rincón del baño con la espera de que habría una ventana para salir, pero estaba con barrotes. Me resigné en salir de ahí, me duché tomando el cuidado de la herida, me coloqué un calentador y una croptop con mangas largas. 
Me senté en el sofá y me extendió un plato con fideos y pollo  
- No tiene nada, te lo juro … deberías comer, sé que mueres de hambre 
- (lo tomé y comí) 
- Lo aprendí a hacer para ti 
- Esta rico 
- Sabía que te iba a gusta, por tener queso mozzarella 
- Gracias  
- Esta casa es mía, mis padres me la obsequiaron antes de que murieran … me dijeron que era para mí y para la persona que elija amar para siempre hasta el día de nuestras muertes 
Asentía todo lo que me decía y me quedaba callada. Después de la larga plática, decidió prender la televisión hasta caer la noche y quedó dormido.  
Me moví lentamente y busqué las llaves. Caminé con mucha cautela y las encontré, fui hasta la puerta y la abrí avancé dos pasos y escuché el casquillo  
- ¿A dónde crees que vas? … cierra la puerta 
Él se acercó atrás de mí y colocó el revolver en mi cabeza, caminé y me amarró en la misma silla de aquel sótano oscuro y colocó un pañuelo grande en mi boca, inyectándome un sedante. 
A la tarde siguiente, me desamarró y me dio una hamburguesa con un gran refresco. El silencio se presenciaba en toda la casa, hasta que él se levantó, cerró las puertas con seguro y se metió a bañarse llevándose así las llaves con él. 
Me levanté y empecé a buscar mi bolso para tomar mi teléfono ero al final encontré el suyo, marqué el número de Kevin  
 Hola  
 Kevin por favor ayúdame 
 ¿Nathalia? por favor cálmate dime donde estas… te estamos buscando 
 No lo sé, esta casa está rodeada de arboles 
 Estas en un bosque 
 Sé que está en el sur por mi brújula del reloj 
 Iré a buscarte  
Cuando de pronto sentí que alguien tomó el teléfono y lo botó. 
- ¿Qué fue lo que hiciste Nathalia? 
- Por favor no me hagas daño 
- Dime ¿a quién llamaste? (gritó) 
- A nadie 
Me encerró en una habitación, parecía de él. Ya era de noche y me desperté del gran sueño, luego busqué en cada cajón algo duro que pueda noquearlo, cogí la lampara de vidrio y me coloqué detrás de la puerta. 
Al abrir, lo golpee y cayó al piso. Rápidamente busqué las llaves del portón y las hallé en una vitrina. Abrí rápidamente y me marché. 
Corrí entres los árboles y los matorrales estando descalza intentando encontrar la carretera, mientras escuchaba las voces de Dereck gritándome de lejos, escuchaba también unas voces mu conocidas, eran de Javier y de Kevin. 
Aceleré mis pasos, mi cabeza estaba muy desconcertada y pensaba en muchas cosas, mi corazón latía precitadamente hasta que me choqué con una persona, temía a que fuera Dereck 
- Nathalia, calma (me abrazó) ya estamos aquí 
- ¿Kevin? … por favor quiero salir de aquí 
- ¿te hizo daño? 
Esa es la última conversación que recuerdo de esa noche. Al día siguiente mi cabeza y mis piernas dolían demasiado, mi familia y la policía estaban en mi habitación, no sabía si me había muerto o que realmente estaba pasando 
- Corriste suerte muchacha 
- Amor … nos tenías preocupados, no sabíamos que hacer ya 
- Ya estoy bien gracias a Kevin y a Javier … ¿y donde están ellos? 
- Tranquila mi niña ellos están hablando con la policía, abajo 
- Abuela tenía mucho miedo 
- (me abrazó) pero ya estas a salvo 
Entre tantas declaraciones, días después Dereck lo habían detenido, no solamente estaba pagando por el secuestro sino por mis denuncias en las que decidí hablar y no callar más, al parecer mi tormento había acabado. 
 




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