CAPÍTULO 12

Ryan no estaba muy confiado por dejar los documentos estudiantiles en manos de adolescentes ingenuos.

Miraba dudoso entre los chicos con cara de `no saber lo que estaba pasando´ y su enamorada.

Todos podíamos notar su inseguridad hacia nosotros, y no lo culpo, todos conocemos a Ryan, sin embargo jamás hemos cruzado palabra con él.

Adelaide fue la que se animó a hablar.

“No haremos nada malo, solo queremos ayudar y te prometo que organizaremos todo como tú nos digas” aseguró.

El administrativo lo pensó durante algunos segundos más, hasta que lo decidió.

“Bien, pero me llamarán si tienen problemas, por más mínimo que sea”

Los tres asentimos rápidamente.

“Vale, entonces los espero al finalizar las clases” terminó.

Se retiró nuevamente a su cubículo y nosotros al aula.

“¿Qué solución te dio el rector?” preguntó Adelaide mientras recorríamos los pasillos solitarios.

“Dijo que el área de mantenimiento se encargaría” expliqué.

“¿No buscarán al responsable?” Henry estaba molesto y tenía razón para estarlo. En vez de evadir el problema deberían buscar y sancionar a quién lo haya hecho.

“No, no lo harán” indicó Adelaide

Los tres estábamos decepcionados, sobre todo por el rector, que creí que era eficiente.

“Voy a avisar a mis papás que me quedaré después de clases, los alcanzo en un momento” mencioné.

Los tres siguieron caminando mientras que yo me desvié para llamar a mi madre.

El teléfono sonaba, pero nadie respondía. Volví a intentar una vez más y al primer tono atendieron.

“Judith, no escuché el teléfono” aclaró apresurada.

“Vale, llamaba para avisarte que me quedaré después de clases” informé

“¿Cuanto tiempo?” cuestionó ella.

“Solo un par de horas”

“Bien, no tardes” colgó.

Cuando guardé mi móvil en el bolsillo de mi suéter me giré para continuar mi camino.

“¡Judith!” me encontré de frente con Alessandra muy risueña y encantada.

“¡Alessandra!” añadí también emocionada para fingir que no me había tomado por sorpresa, sino todo lo contrario.

“¡Quién más!” se burló.

Pasó su brazo sobre mis hombros y me incitó a caminar a su lado.

“¿Qué haces por aquí?” pregunté tranquila.

“Venía de la cafetería” añadió.

“¿Hasta ahora?” cuestioné.

“Síp”

“Y, ¿Qué compraste?” la miré con duda, su sonrisa se hizo más ancha que hace unos segundos.

“Una malteada de fresa, las probé por primera vez en la calle en donde vivo, después de que mis padres murieron” me paralicé. Que casualidad.

“Que bien” respondí sin más.

“¿A ti te gustan?” preguntó como una niña curiosa.

“Sí” me limité a decir.

“Son buenas” aseguró.

De pronto nos encontramos con las gemelas y Henry, quien tenía mi mochila colgada en su pecho.

Las clases habían terminado.

“Hablando de malteadas de fresa, ¿Quieren ir por una? Yo invito” propuso.

Las hermanas nos observaron y después a ellas mismas.

“Ya quedamos para pasar juntos la tarde” aclaró Adelaide tan directa como siempre.

“¿Puedo estar con ustedes?” preguntó emocionada. La incomodidad se hizo presente una vez más.

“Mmm, no” aclaró Adelaide hiriendo gravemente los sentimientos de Alessandra.

En su rostro se notaba la decepción, creo que no debió ser tan dura con ella.

“Bien” no dijo nada más, se dio la vuelta y se marchó casi corriendo.

“Eso fue muy cruel” dijo Henry mirando con seriedad a la rubia mayor.

“No podía hacer otra cosa” replicó.

“Ryan nos espera” añadió Adeline emocionada y con una gran sonrisa en el rostro, sin una pizca de pena por Alessandra.

Cuando entramos a las oficinas Ryan estaba escribiendo algo.

“Ya llegamos, honey” susurró Adeline cerca de su amado.

Él levantó la vista y guardó lo que hacía.

“Bueno, aquí están las listas grupales, lo que deben hacer es formas los expedientes tal como viene aquí, alfabéticamente” indicó con su dedo.

“Ok, es fácil” aseguró Adelaide.

“Pueden llamarme si tienen una duda o emergencia”

Creo que esto lo hacía por Adeline y su madre, de lo contrario no dejaría esto en nuestras torpes manos.

Ryan tomó la mochila de su novia y salieron uno al lado del otro.

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Hola!

Sé que tardé en actualizar... Esto fue porque estaba en tremendo lío que no había escrito en todos estos días, hasta hoy. Espero que puedan comprenderme.

Nos leemor pronto... :3