Martes 8 de agosto 2017
Anker Avery
Anker Avery
Tengo un dolor de cabeza que las aspirinas ni se atreven a enfrentar. A decir verdad, tengo varios dolores de cabeza.
El primero es Jules, quien me ha mandado más de treinta mensajes y dejado como veinte notas de voz, llorando sin hablar.
El segundo es por no dormir.
El tercero es el no dejar de pensar qué de la vida de la chica rubia plana de la noche anterior.
Y el cuarto, y más importante actualmente, son los ineptos que vienen con esta estupidez a última hora. Al llegar a la empresa, lo primero que me dice mi secretaria, también inepta en este caso, es la moribunda noticia. Una vena se me va a reventar en el cerebro solo de pensar en ello.
—A ver si entendí —comienzo a decir tomando el puente de mi nariz para no tomar el cuello de uno de ellos —. ¿No tenemos modelos para la pasarela que tendremos mañana? —ellos se miran entre sí —Este es el momento donde me explican y así no los despido a todos. Denme razones, por favor, para que yo crea que donar su salario no es igual a pagarles, ¡Porque sus salarios no son caridad!
—Señor, las quince modelos que contratamos han tenido una intoxicación...
¿Cómo van a estar así las quince?
—No me digas, ¿las quince al mismo tiempo? —dice un poco sarcástico y exasperado Bastian.
—Deben haber suplentes —digo tomando mi cuello, para intentar masajear.
—Sun Model, la empresa que contratamos, señor, nos ha dicho que no pueden mandar más...
—¿¡Sun Model?! —ellos se alarman —¿Son idiotas o qué? ¿Les pago de gracia? ¡No soy Cristo!
—Cálmate, Anker —por más buena intención que Shawn tenga, yo solo quiera golpearlo —, encontraremos una solución, hermano.
—Son la empresa más conocida de la zona, por eso la elegimos, señor —dice Joshua, el encargado de textiles.
—¡Es la empresa de la familia Lost! Con razón nos cancelaron a última hora.
Jackson L. es la empresa rival de moda que tenemos más próxima. ¡Joder! Le dimos la jugada perfecta para jodernos. Jack y yo hemos pasado, bastante, de hecho. Quizás me había acostado ebrio con su novia, y quizás lo había dejado en ridículo en plena universidad cuando intentó golpearme y terminó noqueado. Y claro, ¿Cómo olvidar cuando le pagó a Jules para traicionarme? En fin, historia.
—No lo sabíamos, señor.
—Se supone que investigas antes de invertir, Joshua —interviene Bastian—. No se juega con el dinero de la empresa así, a menos que quieras que tu fino traje de lino sea vendido al mejor postor, querido.
—No tenía ni la más mínima idea, cometí un error, no maté a una persona.
Me paro con toda la intención de partirle la cara. ¿Cómo puede estar tan calmado?
—Cálmate, hermano. No solucionarás nada —dice en un susurro Shawn sin soltar mi brazo.
—¿Qué me calme? ¿Han pensado en el ridículo que haremos cuando Noir venga y tengamos que decir que no tenemos pasarela? Seremos el hazmereír. Si Ekaterina Demani se atreve a dejar de lado nuestra marca, apenas podremos vender en el mercado de pulgas, ¡Mierda! ¡Hemos trabajado duro por esto, ¿Y lo arruinarán?! Jodida situación.
Esta había sido una maldita trampa y nosotros le habíamos dado la manera de arruinarnos la pasarela de mañana. Una representante de la revista Noir vendrá a vernos, desde Milán, será una estupidez cancelar y una más grande improvisar. Noir nos catapultaría a Europa; eso impulsaría los planes de comenzar a expandirnos a Italia y Londres, los planes que implementaríamos en tres años, podría suceder en meses… con la influencia de Noir es posible.
La editora que vendrá, Ekaterina Demani, es la persona más influyente de ese lado del mundo en el comentarismo de la moda… Destruir y crear en apenas un papel es su superpoder.
—¿Qué vamos a hacer, Anker?
—Ni puta idea, Shawn. ¿Tengo cara de todopoderoso?
Nos quedamos en silencio intentando encontrar una manera de solucionarla, no cagarla más o por lo menos como cometer suicidio en masa.
—Juro que si salimos de esta, le romperé la nariz a Jackson.
En momentos así imagino a Eva, abrazándome. Ella siempre sabía qué decir, cómo calmarme, cómo… hacer el mundo mejor. Ella lo era todo. Y sin ella no sé cómo seguir.
Por eso mismo todos estos años había usado… el método de negación.
Sigo viéndola a mi lado.
Ahora mismo la veo tomar mi mano, y como por arte de magia, el dolor de cabeza cede… un poco.
—¡Ya sé! —se emociona Shawn—. ¿Y si contratamos… ? Podemos poner un anuncio y quizás…
—Ninguna modelo se atreverá a tomar una pasarela en la que solo tendrán un día de preparación —digo —, y no tenemos mucho dinero que ofrecer para no salirnos del presupuesto de este mes, la empresa tiene recortes por lo destinado a la expansión. Y como todo el dinero que debíamos usar para eso lo tiene Sun Model ahora mismo, ¿adivinen qué cabeza rodará si esto se daña? —miro a Joshua.
—Conozco a una chica... es bella y parece modelo... —empieza Bastián —Podemos pedirle que nos ayude.
—No es que parezca modelo, Bastian, ¿esa chica puede modelar?
Bastian se encoge de hombros.
—Solo debemos enseñarle. Seguro que no cobrará mucho. Solo tendríamos que tomar el protocolo de urgencia el mes entrante si contratamos a personas no profesionales.
—¿Y poner en riesgo la integridad de la calidad? —pregunta Shawn.
—Busquemos un tonto intermedio —intervine, acallando a mis dos amigos—. Jessica, que ella decida si aún siendo no profesionales podrían no arruinarla completamente.
—Anker, tengo una idea —agregs Shawn sin mirarme, solo fijando su mirada en el suelo—, ¿Jules y su grupo infernal?
¿Jules? No, gracias.
Luego de lo de anoche he perdido la última gota de respeto por ella.
—Antes de que digas que no, idiota, recuerda que es una emergencia y deja lo personal de lado. ¿Okis, An?
Todos en la sala se quedan boquiabiertos, nadie me habla así. Shawn todo el tiempo, pero no delante de las personas; eso significa que estaba cansado más de la cuenta. Bastian también se ve cansado.
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Editado: 21.07.2024