Sus diseños

Capítulo 6

Sophie Bullock

—Hailey —susurro—, voy a vomitar.

—Ay vamos, nena, ¡Es nuestro momento!

Hailey salió batiendo su melena rubia, toda despampanante. Tenía un vestido otoñal color marrón terra, con toques de seda amarilla a los costados. Anker sí que era el mejor.

Sus diseños eran perfectos.

Hailey siguió en lo suyo, sus pies se pusieron al compás de la música que sonaba, manejó totalmente su cuerpo y al ver las caras de las personas noto se ven asombrados por la hermosa chica que es.

Al regresar mi cuerpo comenzó a enfriarse.

—Tú turno —dice Jessica mientras me lleva a la línea de salida.

—No puedo…

Claro que no puedes —susurra mi Anker imaginario—, jamás podrías.

—Puedes y debes —me devuelve Jessica—, sal ahí, hazlo justo como ensayamos.

—Este vestido es muy hermoso para mí…

—Ese vestido fue seleccionado específicamente para tí, Anker eligió cada vestido que ustedes tienen.

Respiro profundo.

Miro hacia atrás. Anker imaginario me sonríe burlón. Miro adelante. Anker real me mira frío sentado entre el público al final de la pasarela.

Demonios.

+

Anker Avery.

Lo admito.

Para no ser profesionales y solo haber ensayado una sola vez, anoche, las chicas lo han hecho pasable. Jules lo ha hecho mejor que todas ellas. En cuanto comenzó a caminar por la pasarela las luces comenzaron a opacarse, creí que Shawn lo había hecho, pero no… Es que mis ojos no se apartan de ella.

Nuestra niña ha crecido —dice Eva a mi lado.

Ignoro eso. En algún punto tendré que aceptar que Eva murió y dejarla ir, y lo haré, solo que no será ahora.

Los años la han hecho toda una mujer.

Sigo ignorándola.

Ya tiene dieciocho.

—Y tú siempre tendrás veinticinco…

Siempre quise llevarla al altar, An… —los ojos de la ilusión se llenan de lágrimas, pero me dolió como si fuese la verdadera quien llorase —No estaré con ella jamás.

Los ojos se me llenan de lágrimas y las seco rápido.

¡Anker ha llorado al ver a su hermana salir en la pasarela! —grita alguien de la prensa y ruedo los ojos.

Mierda.

Las otras chicas empiezan a salir. Después de Jules las más despampanantes son Sofía, la sobrina de Violet, Jenna y una tal Cecile, que la reconozco como la hija menor y debilidad del convicto Cruise Russo.

Fue penoso ver la caída de los Russo.

La hermana de ella, Petra, solo la había visto en los ensayos anoche; según Adam, ella es la chica de la que Thomas tanto nos habló hace tiempo. Thomas es parte de nuestros amigos más cercanos, así que desde que empezó a conocer a esta chica, nos contó todo de quién le “había hecho sentir pasión por una persona”. Es hermosa también, aunque se ve tan triste. Por su tipo de cuerpo tuve que modificar un poco el vestido que se pondría personalmente; es más llena y ancha que su hermana menor, y más baja de estatura.

La rubia del corte Pixie, Clover, lo hace con más decisión, fuerza y ferocidad, pero muy rápido. Igual lo hace bien. Por sus grandes curvas tuve que hacer lo mismo, ese vestido fue el más difícil de arreglar, por las antes mencionadas pero su pequeña cintura. Valió la pena el esfuerzo de arreglarlo, porque le queda excepcional.

Salomé, la amiga de Bastian y salvadora de este show es buena, pero muy tímida. Hailey y Gael son buenas, especialmente Hailey.

Nicole… es más pose que calidad.

Sophie… Es buena, pero en plena pasarela solía parar y quedarse replanteando qué hacía. Espero que no haga lo mismo ahora. No es un lugar para crisis existenciales… ahora mismo ella no es la chica que me había hecho romper mi regla de no meterme en la vida de otros, solo es una empleada, y debo juzgar su desempeño, no cuan cuestionables sean sus actos anteriores.

Me sorprende de que me hubiese aprendido los nombres. Todas las chicas después de Jules salen y para cuando le toca a Sophie me concentro en verla.

¿Acaso ella se ha visto antes de salir? Ropa así resalta su ternura, su belleza, su perfección de rasgos faciales, esos tontos vestidos como el que tenía aquella noche solo la hacían parecer prostituta… Me reí por la ironía.

Una prostituta nunca había sido tan tierna.

Es hermosa, su vestido es rosa claro, con toques marrones en degradé… quise plasmar la ternura del otoño, la nostalgia. Ese vestido me recuerda a las hadas, en ella aún más.

Ella es hermosa.

Me gusta, como musa.

En cuanto la vi en el ensayo, supe que ella era la modelo para ese vestido; así que específicamente le dije a Jessica que le entregara ese.

Sus ojos azules se resaltan con poco maquillaje, el cabello en un estilo mojado y este vestido; sonrío al ver la manera en que comienza a caminar.

—¿Qué hubieses opinado de ella? —le pregunto a Eva sin dejar de verla.

Que está diseñada para ser una debilidad —me responde —, que tuvieras cuidado.

—No —sonrío, porque solo es mi inscienciete hablándome a mí mismo, eso es lo que yo diría, no lo que Eva me haría entender—, me hubieses dicho que estaba diseñada para ser una debilidad, que le permitiera vulnerarme…

Eso suena más a mí —hago de mis labios una delgada línea—, es una pena que no apareciera mientras aún estaba viva.

Respiro hondo. La rubia llega al límite de la pasarela y entonces me mira. Sus ojos se encuentran con los míos. Se ve asustada por un rato.

La miro sin emoción alguna.

Duda un momento, pero le hago una seña con mis manos que la hace salir de su ensimismación. Tambalea, pero con gracia recupera el equilibrio y el show continúa.

Una mujer de unos treinta años se sienta en la silla vacía en la que tenía a Eva… —Buenas. Soy la representante Noir.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.