Sus diseños

Capítulo 24

Sophie Bullock

04 de Septiembre 2017.

Todo pasó en mi mente. Que poderosa es, entonces, porque sí logró tener cada una de las cosas que he deseado. ¿Podría llegar a encontrar eso aquí…?

Miro a mi alrededor, estas son exactamente las personas que escuché. Menos una. Está Anker, Salomé, Shawn, Bastian… Ellos están aquí. Recuerdo todo. Todo lo que oí. Con total seguridad, sé que lo sé. Pero… ¿Me habré equivocado sobre él?

Apenas mis ojos se abren, el frío parece volverse más real. Entiendo que nada tiene que ver, pero así lo siento.

—¿Dónde está…? —pregunto en susurro muy ahogado. No lo veo. Así que no está. Abandono esa idea, porque… me lastima seguir pensando en él. No está aquí, ¿Por qué lo estaría? Aquello que haya encontrado lejos es mejor que su familia, mejor que nosotras dos, porque su familia se resumía a eso —Anker… —llamo entonces.

Me duele el cuerpo, mucho. En especial cuando respiro. 

Anker levanta su cabeza sorprendido y entonces, las lágrimas que tiene en los ojos terminan de salir, y sonríe. 

He vuelto.

—¡Sophie! —grita Salomé y se me lanza encima. Sal se ve muy roja, la he hecho llorar. No sé a qué viene esto, pero siento que el toque de la piel de los demás se me vuelve frío, hasta siento que se me baja la presión —. Me asusté tanto.

—Ya estoy aquí —susurro. 

Juraría que escuché la voz de Anker diciendo que me amaba. Sé que lo escuché, eso sí quiero creer que es verdad, no como a quién pensé haber oído a mi lado. 

Pero prefiero no tocar esos recuerdos ahora.

—Sophie, ¿Qué fue lo que pasó? —pregunta Shawn, luego de apretar mi mano levemente. A pesar de mi dolor de cabeza, le correspondo con una sonrisa —¿Cómo te lastimaste?

—Me caí por la escalera —respondo —, ¿Dónde está Jules?

—Eso quisiéramos saber —dice Shawn —, ¿No recuerdas nada más?

—Me caí, perdí el conocimiento. Y solo recuerdo un poco más, cuando Jules me trajo al hospital. ¿No la han visto en serio? —intento levantarme, pero entre el dolor y las manos de Anker, no logro ir más lejos. 

Me carcome, ¿Se habrá ido con Milo?

Recuerdo la manera en la que lloraba sobre mi cuerpo en el camino hasta el hospital. Milo conducía. Así que es probable que se haya ido con él.

—Necesito encontrar a Jules. 

—No te fuerces, acabas de despertar.

—Necesito encontrarla, podría estar cometiendo un error —vuelvo a decir.

—¿Qué significa eso? —me pregunta Shawn mirando a Anker —¿Como que un error?

—Solo… necesito hallarla. Es todo.

—Quédate quieta —me ordena Salomé —, los chicos se encargarán de Jules.

—Ella me necesita a mí —susurro.

—Tú y yo tenemos otras cosas que atender, ¿Sí? Shawn y Anker se encargará de Jules, ¿Verdad?

—Lo único que yo quiero atender… es a Jules.

Los chicos sonríen, pero es que no. Ellos no van a poder ayudarla como Jules la necesita. Yo tengo que ir tras de ella, encontrarla donde sea que se esconde y evitar que ate su vida a ese ser tan despreciable. 

—Jules… me necesita.

—Tú cuerpo te necesita, te necesita consciente de que debes cuidarte —dice Anker —. Y ni creas que me voy a mover de aquí, pequeña. No hasta que te recuperes.

—Eso me hace muy feliz —susurro embobada.

—Esta vez no te irás, ¿Verdad?

—Perdón por eso…

—¿Por qué lo hiciste?

—No quería que me echaras, así que me fuí sola…

—Yo no te iba a echar, te iba a preparar el desayuno —aw, muero de ternura solo de imaginarmelo, siento como se me eriza cada vellito que mi cuerpo posee, y aún adolorida, mi sonrisa no se para —, aunque —Anker intenta carraspear, y noto que ha estado mordiendo sus labios, cosa que me contó anoche que hacía cuando está muy concentrado diseñando, o está muy ansioso —me alegra que lo hayas hecho, porque eso me hizo darme cuenta de algunas cosas… de que… sí te volviste mi debilidad, Sophie.

—¿En serio?

—¿Qué puedo decir? Está muy bien diseñada, señorita Bullock.

No puedo evitar sentir una felicidad que contrarresta el dolor físico. Pero vuelvo a caer en realidad al recordar a Milo e imaginar cómo será la vida de Jules, si vuelve a caer… Quiero protegerla.

—Ya que esa parte se aclaró y los chicos se encargarán de lo de Jules… —interrumpe una muy divertida Salomé. Amo que mi hermana sea así, de verdad —¿Podríamos hablar algo Sophie…?

Ay, no. ¿Salomé se enteró?

—Claro, lo que sea…

Miro a Shawn y a Anker, ¿Le habrán dicho? Pero An niega con la cabeza al entender por qué me asusto. 

No sabría qué hacer si mi hermana llega a enterarse de aquello que hacía.

—Sophie —empieza a decir —, hay alguien que te quiere ver…

—Si es mamá, no, Sally… No quiero verla ahora. 

No quiero nada que ver con Dania, nada. Y además, no quiero que Anker y los chicos jamás tengan que conocerla. Ella va a aprovechar el mínimo de oportunidad para sacar dinero y beneficios, además, ya mucho trabajo le hemos causado a los chicos, no quiero causarles más…. 

—No, no llores, Soph. No es mamá.

—¿Las chicas? —pregunto emocionada pensando que entrarían Hailey, Gael, Petra, Clover o hasta Cecile. 

—No les he dicho nada sobre qué estás aquí… —dice —. Lo siento.

—¿Entonces quién es?

Salomé y Anker se posicionan a mi lado. Como si quisieran ayudarme cuando me caiga, pero ¿Por qué me caería? No planeo levantarme.  

—¿Quién quiere verme? —pregunto.

—Bueno… es algo complicado de explicar, pero… —Salomé intenta comenzar a hablar, pero se nota nerviosa.

—Hola, Sophie —la interrumpe una voz suave, pero dura a la vez. Todos miran a una mujer en la puerta. ¿Quién es? Es hermosa, piel canela, cabello hasta la cadera y lacio. Jamás la he visto en mi vida.

—Yo… no te conozco.

—Soy Lena —dice con seriedad y a la vez una sonrisa —. Soy la esposa de tu hermano. Sí. El cual se está cagando en los pantalones ahí afuera y no sabe como entrar.




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