Por ella

Que lo sepa la montaña que me sostiene,
que lo sepa la luna que a su espalda asoma,
también el mar que distante brilla,
la pena que a mi corazón desploma.
Que a los bosques más abajo les goce,
de mis ojos estas perlas de rocío,
y que su llanto copioso sea el mío,
al no dar en lo alto un consuelo,
y juntas logren al cabo un río,
que corran las laderas llevando este anhelo.
¿Cómo tan lejos ha quedado,
tú fragancia que así cautiva,
oculto cuan un secreto,
que hasta al viento le es esquiva?

Sí tú mirada vale el castigo,
tal vez un precio malvado del cielo,
mi alma acepto al flagelo,
junto a las rocas aguardó la daga,
y hallar la paz que hasta aquí persigo.
De tú viaje jamás volverás,
un destino cruel corto nuestros lazos,
pero hacia ti seguiré estos pasos,
hasta el mundo que nos aguarda,
tras la niebla oscura donde me esperas.
Que la tierra escuché este grito,
uno más como despedida,
para que nunca pueda olvidarlo,
que sus valles puedan contarlo,
y vuelo hacia mi huida,

de está realidad equivocada,
hacia ti, mi amada hada alada.
Mi voz aún resuena,
un alivio me sana por dentro,
ya contra el fondo de piedra y agua,
dichosa te veo por nuestro encuentro,
y tú sonrisa es mi ansiada salida.
Estiras tus brazos hacia mi,
y por ti entregó mi vida...