Sustitutos

Capítulo 2

Lo miro desde lejos su porte erguido, como el camuflaje militar se acomoda bien a sus músculos. No es como otros militares que ha visto, donde parece que hacen sus uniformes a la medida de su cuerpo para resaltar su figura musculosa. El capitán Ross tiene un tono natural para resaltar sus músculos. El cómo caminar, la firmeza de voz es intrigadora. Impone respeto y autoridad.

Desde que llego a este colegio debido al trabajo de su mamá estaba enamorada de él. Un sentimiento que no pensó tener por alguien mucho menos por un hombre que le dobla la edad. Lo conoció por mera casualidad desde la distancia. Era un recreo se acerque un poco a la reja, la puerta que separa la brigada del colegio, el pasaba por ahí junto a un pelotón de soldados reservista. Todos ellos se mostraban cansados. Tal parece los estaban castigando.

—Esta es la vida militar reclutas. Si quieren irse, levántense, tomen sus cosas y lárguense de mi vista. No insulten este noble uniforme —sus palabras eran duras, pero debía admitir que lo hacían ver varonil.

—Yo me largo. No tengo que soportar a un imbécil como usted —uno de los reclutas se levantó seguido de otro dos, que también respondieron de manera brusca.

El hombre no respondió solo se acercó a los tres reclutas que se dieron de baja de manera seria y fría sin mostrar vacilación los miro —sargento Castro.

—Si mi capitán.

—Llévese a estos tres desertores lejos de mi unidad y de mi vista.

El sargento se llevó a los tres que se dieron de baja, mientras soltaban improperios contra el capitán que solo pregunto si alguien más quiera darse de baja. Nadie se levantó ni hablo. Todos ellos continuaron pechando bajo el sol sobre el asfalto. Debía decir que esa forma de actuar, fue impresiónate muchos de los hombres ya sea un militar ante la tentativa de esas palabras de insultos responderia de igual manera, pero él se mostró calmado, demostrando seguridad y respeto ante los demás.

La segunda vez que lo volvió a ver fue en el hospital militar de la brigada eran cerca de las seis de tarde y su mamá se quedaría de turno toda la noche, por lo que fue a dejarle algo de comida, para la noche. Llego en taxi pasando por la garita de militares, en eso vio salir a cierto chico con un parecido increíble con el capitán Ross. Lo miro mientras se acercaban y de la misma forma él lo hizo. Como si los sorprendiera algo, en su caso sería de su parecido con el capitán Ross.

Cruzaron de lado donde no solo ella lo pudo notar. Ambos parecíamos haberse conectado y no sabía si sería por instinto o curiosidad. Ambos voltearon a verse, un cruce de miradas de tres segundos para continuar con su camino. Ingreso dentro del hospital buscando a su mamá encontrándolo en el ala de enfermería acompañada del capitán Ross.

—Mamá —saludo y al verlo ahí junto a ella se paralizo un poco. De cerca era más atractivo su presencia la hacía desfallecer sus ojos cafés oscuros se centraron en ella. Sentía como si pudiera ver a través de ella.

—Lizbeth hija. no seas mal educada saluda —hablo su mamá que la, saco de ese trance.

—Ah… si, lo siento. Buenas tardes capitán Ross —saludo algo, nerviosa.

—Buenas tarde. Yo me retiro. Nos vemos Diana —hablo levantándose.

—Si luego nos vemos —respondió mi madre. El capitán salió —¿Qué haces aquí hija? te sientes mal.

—Eh, no. Solo… como vas a pasar toda la noche aquí te he traído algo de comer —le entrego la comida que preparo.

—Eres un ángel hija —tomo las tarrinas con la comida abrazándome —gracias.

—Yo, me voy. Tengo tarea que hacer —dijo buscando una excusa para encontrarse con el capitán.

—Hija querida. Te amo tanto. —ella beso la mejilla —está bien ve. Asegúrate de ir en taxi hasta la casa.

—Se lo sé —respondió sonriendo.

Iba a salir, pero ella la detuvo acompañándola hasta la calle donde personalmente la ayudo a conseguir un taxi para volver a casa. Eso frustro sus planes de encontrar al capitán, pero da lo mismo lo habría encontrado en mi salida del hospital.

En casa puda reflexionar un poco. Las miradas de su madre y el capitán no eran normales. Había un brillo el cual ya conocía muy bien. ese brillo era cuando alguien muestra interés por cierta persona. En sus miradas noto que era reciproco tanto de su madre como del capitán Ross.

Tal parece ellos se gustaban, su madre estaba enamorada del mismo hombre que ella, pero no debía ser egoísta. Su mamá merece ser feliz después de su divorcio. Su papá la engañaba no solo con una, con varias mujeres, participo de actos sexuales que por casualidad escuche hablar cuando ellos discutieron cuando mamá lo desenmascaro.

Papá dijo que era su naturaleza, que no le basta tener a una mujer. Él quería tenerlas a todas, sin importar el medio o a quien haga daño. Debido a eso ellos se separaron divorciándose, su madre obtuvo la mitad de las cosas que habían logrado tras 13 años de matrimonio. Ellos la tuvieron de muy jóvenes tan solo al graduarse del colegio ya eran padres. Su madre con el apoyo de sus abuelos se graduó del a universidad como auxiliar de enfermería y su padre. Su padre trabajaba como guardia de seguridad.

Siempre se la pasaba trabajando y su mamá solo estudiando, pero nunca se desentendió de ella, pese que su educación la mayor parte proviene de sus abuelos. Trece años estuvieron casados separándose debido a que siempre estuvieron trabajando por ella. sacrificándose por amor. Separándose por infidelidad. Los 3 últimos años ha vivido aquí en la ciudad junto a su mamá.




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