Esa tarde Lizbeth hablaba con sus amigas por video llamada, dialogando de lo sucedido este día. Con Diego haciendo llorar a Camila, convirtiéndola en el centro de atención de todo el colegio al declarar que ella estaba enamorada de él. Y terminando con Diego ayudándola de las chicas que vinieron a burlarse de ella, por elegirlo a él.
—Honestamente no pensé que Diego intervendría —comento Gaby.
—Me dijo que fue por defenderse a sí mismo —hablo Lizbeth.
Camila sonrió suave —aun así. Estoy segura que en el fondo le importo, aunque sea un poco. Mantengo la esperanza.
Gaby exhalo —¡ay… Cami! Paree que estas hasta la coronilla de ese idiota. Total, parece que tendrás algo de competencia.
—¿De qué hablas? —pregunto Camila. Lizbeth bajo la mirada y soltó una risa divertida —haber Liz ¿Qué es gracioso?
—Acoso no te diste cuenta de cómo todas las presentes, miraron a Diego cuando acorralo a esa estúpida contra el monumento —resalto Gaby.
—Todas se quedaron expensas de su comportamiento —resalto Lizbeth. —tú también Gaby no te hagas.
Ella se sonrojo adoptando una expresión tímida —bueno… no siempre, puedes ver a un chico de esa forma. Especialmente él.
—¿Entonces de nuevo estás interesada en él? —indago Camila.
Hubo un silencio corto. Suavizo su expresión sonriendo. Movió la cabeza en negación —es un chico soso. Idiota… —dijo con amargura —si les soy sincera que me tratara de esa forma al menos una vez. Dios me muero porque lo haga.
—Verdad que si —dijo Camila con desanimo por la revelación de su amiga.
—Pero sé que a ti te gusta Cami. Por eso no dejare que ese sonso. Dañe nuestra amistad
—Gracias Gaby…
—Y Liz no cuenta. Es su hermanastra —Lizbeth abrió los ojos ante la mención de Gaby. Ambas lo notaron. —eh… Liz ¿acaso? —dijo con malicia.
—Eh… no. Él es lo opuesto a mí. No es mi tipo.
—¡Hey… tranquila! Tampoco es para ponerse así —hablo Gaby riendo.
Camila noto algo en el comportamiento de ella —Liz… —adopto un tono suave —nunca te has sentido… atraída por Diego —las palabras causaron un silencio y aquellos dos pares de ojos centraron en ella —después de todo ustedes no comparte lazos de sangre. Salvo el hecho que sus padres estén casados.
Lizbeth desvió la mirada —nunca sucederá nada entre Diego y yo. Porque, ya estoy enamorada de alguien más y talvez Diego también lo este.
—Mmm… ¿Diego enamorado? —pregunto Gaby —Cami, no dijiste que Diego tuvo que ver con alguien.
Camila abrió ligero los ojos —Aleni Lara.
—Si ya me acuerdo de ella. Era una chica muy linda. Muy buena nadadora. En serio ellos dos tenían algo que ver —indago Gaby.
—Yo los vi una vez besándose —respondió ella con amargura —ella le correspondía abiertamente.
—Eh… ¿de verdad? Que yo sepa. Ella nunca tuvo relación amorosa en el colegio. Era una chica muy aplicada.
—No lo sé —se acomodó de lado en su cama —talvez era una relación secreta.
Lizbeth se dio cuenta de algo. Recordó lo ocurrido el día que Diego discutió con el capitán y regreso a casa con la marca de un chupetón en su cuello. No lo quería pensar, pero si Diego paso ese día con ella.
—Eh… Liz. ¿Sucede algo? —pregunto Camila.
—Eh… no, nada —mintió.
—Hey chicas. Tal que si vamos a verla. Talvez te de unos consejos con Diego —sugirió Gaby.
—No me parece una buena idea —sugirió Lizbeth.
—¿Por…?
—Sabría que Camila esta algo desesperada —contesto bajo —y eso…
—Talvez, deba verla —intervino Camila.
—Hablas en serio —Lizbeth soltó con duda.
—Bueno, ella es la única que sabe algo de Diego. Si estuvo en una relación con él. —desvió el rostro de la cámara —chicas me acompañarían a verla en la U.
—Claro que si —respondió Gaby inmediatamente.
Lizbeth resoplo —de acuerdo —respondió con desgana.
Acordaron ir todas juntas mañana a la universidad a encontrar a Aleni, para saber acerca de su relación secreta con Diego.
Al día siguiente los padres de ellos dos miraban atentamente a Diego, claramente también lo hicieron en la noche, pero no dijeron nada para no levantar el polvo, pero Diego ya cansado esa sus miradas gruño bajo levantándose tomando su plato lavándolo subió a su cuarto, tomando su mochila saliendo de casa para irse al colegio.
—Ese chico es un misterio —dijo la señora Diana.
—¡Ahg…! ¡No puedo creer que haya hecho eso! —dijo el capitán Ross colocando su mano en la frente.
Lizbeth hablo después de lavar su plato —él solo defendió a mi amiga. Aunque… no de la forma correcta.
Ella salió de casa caminando a paso rápido pudo alcanzar a Diego, que caminaba despacio con las manos metidas en los bolsillos debido al frio de la mañana, que acompañado por las fuertes ráfagas de viento provocado por los autos las congelaba todavía más. Era un silencio el camino a su lado. En su mente ella se preguntaba cómo era posible que una chica como Aleni Lara saliera con él.
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Editado: 29.03.2025