Sustitutos

Capítulo 40

Lizbeth salió algo de casa, para su pequeña cita con Mariano decidió ir caminando de esa forma podría pensar en cómo salir de aquel agujero que se había estado hundiendo, pero solo de pensar en aquello el capitán venía a su mente. ¿Cómo salir de un agujero? Cuando tienes un recuerdo constante de la persona que te hizo caer por ese agujero.

No era que ella culpara al capitán por eso. Era su propio amor la que hizo que caiga por aquel agujero. Subirlo era difícil el estar cerca de él la hacía resbalar y al sujetarse de algo solo se lastimaba, posiblemente esto era lo mismo. Solo se estaba sujetando de algo y ese algo era Mariano, pese a su reputación en el colegio y posiblemente fuera sea mal. No se merecía ser usado de esa forma. De hecho, nadie se merece ser usado, aunque sea por voluntad propia.

—Lizbeth —escucho la voz de Mariano esperándola en la entrada del árcade.

—¿Mariano? —dijo sorprendida —llegas temprano.

Este rió —la verdad estoy aquí desde hace una hora —respondió divertido.

—Eh… ¿esperaste una hora? —consulto Lizbeth.

Mariano vivió a reír —¡claro que no! Jamás esperaría tanto por nadie, pero por una chica hermosa como tú. Hay excepciones —todo esto lo decía con forma divertida. Logrando sacar una risa cualquier chica. Hay chicos que tienen esta capacidad de hacer reír a la gente. Lo dicen todo como humor divertido, pero si alguien como Diego lo intentara seguramente alejaría a las chicas de su lado —bien. entremos. Ella ingreso dentro siendo la primera vez que ingresa a un lugar como este, desde siempre ella solo estudiaba. Su rutina era levantarse, colegio, casa y tareas y repetirlo todo el tiempo.

—¡Guao! Este lugar es increíble —expreso había máquinas de video juegos por todos lados.

Mariano la miro —¡por favor! No me digas que eres nueva en estos lugares —cuestiono.

—Si. Nunca eh venido a estos lugares. —respondió en confirmación.

—¿Diego no te ha traído aquí? —siguió indagando.

—¿¡Diego!?

—Sí, hace un tiempo se la pasaba mucho tiempo aquí. hasta que dejo de venir.

No sabía nada de eso. Además, estos videojuegos son adictivos, más si eres adolescente. Se preguntó. ¿Cómo logro salir de esto? —no lo sabía. No tenemos esa clase de relación —respondió ella.

—Me pregunto que habrá pasado. El maldito era muy bueno en estos juegos. Me pregunto ¿Qué paso? Me creerías si te dijera que Diego gano a veinte tipos en ese juego de ahí —señala la máquina de con el juego. The King of the figthers 2002.

—¡En serio! —manifestó asombro.

—Sí, yo era uno de esos veinte. Pero tuvo suerte le deje ganar —dijo con sorna.

Lizbeth noto su expresión y por ello supo que Diego le dio una paliza —sabes porque dejo de venir.

—La verdad no lo sé. Aunque escuche rumores —comento.

—¿rumores?

—Si. Se decía que Diego salía con alguien —rió con picardía —parece que encontró algo mucho mejor. ¡que estos video juegos! Ven vamos a jugar un poco. —la tomo del brazo y la llevo hasta la máquina.

—Espera no sé cómo jugar —se excusó ella.

—Para eso estoy yo linda —saco unas monedas y activo dos créditos —primero veamos tus habilidades con los video juegos. Este pulso el boto de selección al azar. —escoge tus jugadores.

—Eh… —movió la palanca y escogió a sus jugadores. Escogió a Vice, Ralf y Mary.

Mariano por su parte tenia a Benimaru, Iori y Ángel. Estableció el orden de sus jugadores e indico a Lizbeth como hacerlo. La primera pelea seria entre Ángel y Ralf. Lizbeth al no tener habilidades de juego como todo novato al empezar. Inicio presionando todos los botos y moviendo la palanca de forma frenética. Mariano por su parte ya tenía el control, haciendo un estupendo combo derroto al primer jugador de Lizbeth.

—No seas malo —expreso Lizbeth empujándolo tratando de romper la combinación del jugador. —sí, te tengo —expreso emocionada conectando un golpe disminuyendo la vida de Ángel.

—Eso es trampa —expreso Mariano.

—Todo se vale —respondió ella emocionada.

—Déjame te voy a enseñar un movimiento. —tomo los controles de ella —mire esto es lo que tienes que hacer —presionas estos dos botones —cargo al jugador —te acercas, das una vuelta a la palanca de forma anti horaria y presionas los cuatro botones —se activó la habilidad oculta de Mary. —vamos inténtalo.

Lizbeth intento hacerlo, pero Mariano no se la dejo fácil derrotando al último jugador de ella —¡oye! ¿Por qué no dejaste usar la habilidad?

—el que te haya dicho como hacerlo. No quiere decir que te lo deje aplicar bobita —respondió. Lizbeth hizo puchero molesta —bueno juguemos aquí los dos solos. Inténtalo hasta que le tomes el ritmo.

Lizbeth jugo con los dos primeros jugadores y el ultimo era para Mariano, que se encargaba de pasar al siguiente nivel. Ella se quejó, pues no podía ganar ni una sola vez, era Mariano quien se encargaba de todo.

—Esto es humillante —hablo Lizbeth.

—Tranquila. A todos nos pasa la primera vez —respondió Mariano.




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