Mi amado.
Ya es hora de dejarte ir. Mi respuesta era sí, pero nunca hubo una pregunta a la cual dijera que sí. Si me preguntaras si alguna vez te amé de verdad, la respuesta sería un sí rotundo. Pero ya es hora de despedirme de cosas que no van a cambiar.
No pudimos coincidir en esta vida, pero en la otra espero que sí. Así que, aunque me duele el corazón, he de dejar ir este amor que nos unió.
Te llevaré siempre en mi alma, en cada uno de los recuerdos que atesoraré con cariño. Pero es hora de avanzar, de permitir que el viento se lleve las promesas que alguna vez nos ataron.
Que esta carta sea la despedida que necesitamos, el último susurro que envío al viento antes de dejarte ir.
Porque a veces, el amor más grande es saber cuándo es momento de soltar. Y sé que, aunque nuestros caminos se separen, volveremos a encontrarnos. En esta vida o en la siguiente, nuestras almas se reconocerán y se unirán una vez más.
"Que este último susurro al viento sea la semilla que germine en un nuevo encuentro, cuando nuestras almas vuelvan a cruzarse en el eterno ciclo de la vida."