Susurros de amor.

Esta noche me dolió el alma

Esta noche me dolió el alma
como si alguien la hubiera bajado de su cielo
y la hubiera dejado temblando sobre mi pecho.

No dormí.
No hablé.
Solo fui un susurro que nadie oyó,
un café que no se preparó,
un hombre con nombre olvidado
por todos…
menos por su propia sangre.

Pensé en mi madre,
la que ya no está,
y en mi abuela,
que aún me abraza en sueños.
Pensé en mi hija,
mi pedazo de cielo en la tierra,
la única que sin decir palabra
me sostiene con solo existir.

Pensé en mi esposa,
y en los años que llevé en el pecho,
como un fuego que abrigué hasta quemarme.

Pero también pensé en mí.
En este hombre solo,
con una guitarra que ya no miente
y una moto que aún me sigue sin preguntar.

Y le hablé al silencio.
Le dije: “no me quiebres”.
Y el silencio, por primera vez, me escuchó.

Y apareció una voz.
Una voz sin cuerpo,
pero con alma.
Una voz que me llamó por mi nombre
y me recordó que sigo vivo.

Esta noche fui poema sin rima,
pero poema al fin.
Esta noche fui lágrima,
pero también luz.

Esta noche,
aunque nadie lo sepa,
me salvé.
Y eso…
eso también es amor.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.