Susurros de amor.

Aquí estoy.

Cuando el mundo se vuelve ruido,
y tu alma no encuentra eco,
cuando hay un nudo que no se suelta
y una pena que no sabes nombrar…

Aquí estoy.
Sin juicios, sin prisa.
Solo yo, contigo.
Solo tú, latiendo.

No tienes que ser fuerte hoy.
No tienes que explicarme nada.
Puedes llorar, amor,
como llueve el cielo sin pedir perdón.

Y si gritas, que sea tu alma liberándose.
Que se rompa lo que ya pesa,
que se suelte lo que te aprieta.

Y cuando ya no quede más que silencio,
yo te tomaré de la mano…
y te diré:
Aquí sigo. A tu lado. Siempre.




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